Nueve consejos para vivir tu primer crucero

Los cruceros se han convertido en enormes hoteles flotantes con una amplísima oferta de ocio.

Roberto Ruiz

Echarse a la mar por primera vez a bordo de un gran crucero tiene sus peculiaridades. Un crucero no es un mero medio de transporte sino toda una completa atracción flotante que además te permite visitar diferentes lugares turísticos, una especie de complejo vacacional que te llevará de un sitio a otro.

Resolvemos esas dudas básicas que siempre aparecen cuando se quiere viajar en crucero sin experiencia previa: qué hay que llevar, cómo es el día a día en el barco, cómo se paga, cómo va eso de las excursiones, algo de información práctica… Toma nota, con estos consejos aprovecharás mucho mejor tu primera experiencia a bordo de un crucero.

¿Qué crucero reservo?

En cuanto empieces a mirar descubrirás que hay una gran variedad de cruceros, desde grandes transatlánticos hasta pequeños fluviales. Lo primero que has de decidir es qué zona del mundo te apetece conocer, cuál es tu presupuesto y qué fechas son las que más te interesan, partiendo de esa base podrás ir cerrando el círculo hasta dar una selección de posibles candidatos.

Cuando tengas los finalistas analiza qué paradas hacen, qué excursiones opcionales ofrecen, qué visitas podrías hacer por tu cuenta y cómo llegarás hasta el inicio y volverás desde el final. Verás que cada temporada las compañías siempre ofrecen ofertas de última hora para llenar sus barcos a precios especiales, tendrás más limitaciones para escoger fechas, destinos, camarotes y posibles excursiones, pero si todo eso te cuadra podrás ahorrarte un buen dinero.

¿Qué documentación necesito?

Como en cualquier viaje, es algo que tendrás que tener muy en cuenta desde el primer momento. DNI, pasaporte, visado si fuera necesario, carnet de conducir internacional si piensas alquilar algún vehículo en alguna de las paradas, permisos de viajes para menores… Todo controlado y con las fechas de validez exigidas por los países que visites.

Tampoco te puedes despistar con la documentación del propio crucero: la reserva, la ficha de cada pasajero, los billetes de embarque, la identificación del equipaje… y cómo no la tarjeta del camarote, que como ahora verás es mucho más que eso. Tampoco está de más contratar un seguro de viaje con coberturas específicas para tu crucero, quizá sea algo que quieras contemplar antes de embarcar.

¿Cómo pago en el barco?

Cuando llegues al puerto de embarque hazlo con anticipación de sobra, allí harás todos los trámites, te recogerán tu equipaje debidamente etiquetado, te darán la tarjeta de tu camarote y embarcarás con tu documentación y una bolsa de mano. Como te explicarán, esa tarjeta que te identifica tiene muchos más poderes que simplemente abrir la puerta de tu camarote. A ella se asociará tu tarjeta de crédito y con ella pagarás en el barco todo lo que no esté incluido (como las bebidas), podrás hacer reservas en los restaurantes, podrás subir y bajar del barco, etc. En definitiva, es algo que siempre deberás llevar encima porque la necesitarás para prácticamente todo. Por lo general en el barco no podrás usar dinero en efectivo, cualquier cosa que necesites lo harás con la tarjeta.

Por cierto, en la mayoría de las navieras al finalizar el crucero se suele cargar en tu cuenta un importe fijo en concepto de propina, estés o no contento con los servicios recibidos. Dependiendo de la compañía esta cantidad se puede mover entre los 8 o los 10 euros por persona y día.

¿Cómo hago el equipaje?

A la hora de hacer la maleta, deberás tener en cuenta dónde vas, como en cualquier viaje, y meter en ella ropa acorde a las temperaturas de la zona que visites. Sin embargo, hay ciertas cosas que no debes olvidar, como por ejemplo el bañador. Si viajas en un gran crucero el barco tendrá piscina y jacuzzis de agua caliente, por lo que no importa si tu viaje es por los glaciares de Alaska, incluso allí siempre vendrá bien por si se nos antoja darnos un baño. Y no, no hace falta que lleves toallas de playa, en el barco hay de todo.

Por otro lado, totalmente opuesto, tampoco puedes olvidar algún conjunto formal para la cena de gala del crucero, una cena especial presidida por el capitán y en la que se espera cierta etiqueta a los asistentes. Por lo demás, para el día a día, no has de preocuparte mucho de tu indumentaria pues hoy en día la ropa informal es la tónica habitual en los cruceros.

¿Qué es eso del simulacro?

Todos los cruceros realizan durante sus primeras horas un simulacro de emergencia de asistencia obligatoria en el que todo el mundo ha de participar. Es fundamental para la seguridad del viaje y, aunque los cruceros son altamente seguros, es importante que pongas toda tu atención. Te indicarán dónde están los chalecos salvavidas, cómo has de formar en la cubierta en caso de emergencia y cómo es el funcionamiento de los botes salvavidas.

¿Cómo sé qué me deparará el crucero?

Cuando hagas la reserva podrás conocer todos los detalles del viaje, qué duración tiene el crucero, dónde están previstas las paradas, qué excursiones tendrás a tu disposición en estas paradas… Sin embargo, una vez a bordo, cada noche se te informará sobre todos los datos de interés del día siguiente, desde el clima previsto hasta las actividades que tendrán lugar en el barco. Este “diario de a bordo” por lo general incluirá las horas de llegada y salida a los puertos, horario de las excursiones, horarios de las comidas, los espectáculos, la animación, los servicios y todo lo que el barco sea capaz de ofrecerte, que no será poco, donde seguro habrá actividades interesantes si viajas con niños. Esta información te vendrá genial para organizar tu día a día.

¿Me apunto a las excursiones?

Desde antes incluso de confirmar tu reserva podrás tener una idea de las excursiones que hay programadas en los diferentes puertos en los que tiene parada tu crucero. Has de saber que las excursiones no son obligatorias, tú decides si deseas hacerlas o no ya que se pagan por separado. Siempre tienes la posibilidad de bajar del barco en las paradas que te interese y organizar tú mismo tus propias visitas, lo que por lo general siempre te saldrá más económico. La decisión la tienes tú, pero si te decides por las que te ofrece la naviera reserva las excursiones que te interesen cuanto antes, a veces las plazas son limitadas.

¿El barco se mueve mucho? ¿Me marearé?

Los cruceros están especialmente diseñados para surcar las aguas más tranquilas, siguiendo rutas y escogiendo épocas en las que el clima y el mar se encuentran en su mejor estado. Sin embargo, eso no quita que el barco se pueda mover en algún que otro momento y, aunque los cruceros más grandes y modernos cuentan con ayudas para su estabilización, no es raro llegar a marearse en ellos. Si eres propenso a los mareos te recomendamos que reserves un camarote en el centro del barco, es decir, ni en la popa ni en la proa, y en un nivel inferior, ya que los movimientos serán menores que en los pisos más altos. No estaría de más incluir en tu botiquín de viaje alguna medicación contra el mareo.

¿Y el móvil? ¿Y los enchufes? ¿Y el idioma?

Ten en cuenta que en alta mar no tendrás cobertura así que solo podrás utilizar tu teléfono móvil cuando te acerques a algún puerto, siempre dependiendo de las tarifas del país en cuestión, claro. Los enchufes de los cruceros europeos suelen ser de dos clavijas redondas y los que surcan aguas del continente americano de dos clavijas planas. Por si acaso, no está de más llevar un adaptador universal en el equipaje. En cualquier crucero del mundo podrás hablar en inglés con la tripulación pero dependiendo de la compañía el idioma oficial variará, pudiendo ser español, italiano, inglés, etc.

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