Indignación y “vergüenza” por el apoyo del Parlamento regional a la montería como bien de interés cultural
- La votación de PSOE, PP y Cs a favor de ello “no refleja el sentido de la mayoría social extremeña”, según 61 entidades que se han manifestado en contra de la decisión
Sesenta y un colectivos (organizaciones ecologistas, de protección animal, educadores caninos, veterinarios y abogados), con el respaldo de casi 10.000 firmas en cuatro días, han mostrado su “indignación y vergüenza” por el apoyo de la Asamblea de Extremadura a declarar la montería y la rehala como Bienes de Interés Cultural (BIC).
El pleno de la Cámara regional ha aprobado este jueves, con los votos de PSOE, PP y Ciudadanos, y en contra de Unidas por Extremadura, una propuesta de Cs en la que se insta al Gobierno regional a, como ha pedido la Federación Extremeña de Caza, efectuar esa declaración si la solicitud de la Federación cumple con los requisitos legales.
En un comunicado de prensa, el más de medio centenar de colectivos han calificado de “despropósito” que PSOE, PP y ciudadanos “apoyen en la Asamblea de Extremadura pedir que se declaren las monterías y las rehalas Bien de Interés Cultural en Extremadura”.
Para estos colectivos, el resultado de la votación en la Asamblea “no refleja el sentir de la mayoría social extremeña”.
Crítica a los tres partidos
Han criticado que “un partido que se llama socialista apoye esta actividad tan elitista”, asociada a personas “de alto poder adquisitivo, con menos de un 1 % de los extremeños que cazan en monterías”, proponiendo “dedicar dinero público a su protección y promoción”.
También consideran que “muchos votantes de PP y Ciudadanos están en contra de pagar impuestos para dedicarlos a este fin”.
Los colectivos han recordado que la aprobación de esta propuesta se produce un año después de que el uso de rehalas en la caza saltara a la actualidad “tras despeñarse 12 perros y un ciervo el 17 de noviembre de 2018 en Herreruela (Cáceres)”, un hecho que “despertó una tremenda ola de indignación en todo el país”.
Para ellos sería “un disparate” esta declaración que “daría acceso a protección pública y ayudas” a una actividad que “es rechazada por buena parte de la población”.
Además, “las rehalas ponen en riesgo a especies protegidas, tienen un impacto negativo en el turismo rural y de naturaleza y conllevan sufrimiento animal”.
Por ello, todas las personas y organizaciones que se están organizando para evitar esta declaración se comprometen a “seguir trabajando para impedir que sea una realidad la declaración de Bien de Interés Cultural”, y confían en que al final “triunfe la sensatez”.
