Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Portavozas y demagogia

Irene Montero

Alicia Díaz

En relación al esperpéntico intento de justificar su empresa , Irene Montero, portavoz de Unidos Podemos, dice que la utilización de “portavozas” en lugar de “ portavoz” es importante escudándose en el lenguaje inclusivo, en un intento de timonear un barco arrastrado por las demagógicas aguas de la posverdad.

Este conato de modificación lingüística parece ser una estrategia política que pretende instrumentalizar el verdadero sentido del movimiento feminista , empeñándose en hacernos creer que el empleo de discursos “feminizados” es suficiente motivo como para catalogarlo de feminista.

La formación de Unidos Podemos lleva mucho tiempo utilizando la retórica inútil y un uso de la lengua que parece estar metido con calzador, mucho más visible cuando se trata de hablar de mujeres como fue el caso en el que Irene Montero introducía el término “ portavoza” en el Congreso como ejemplo de lenguaje inclusivo.

La utilización del lenguaje inclusivo es una necesidad incuestionable, que tiene como objeto contribuir a la visibilización de la mujer en un empeño por la democratización de su uso.

El lenguaje está relacionado con el pensamiento que interpreta la realidad en que vivimos y actúa como espejo de los comportamientos sociales actuales. El sistema lingüístico del español ofrece posibilidades para que no haya discriminación por sexo en su utilización.

Existen múltiples recursos lingüísticos que no requieren un desdoblamiento continuo como la única solución al sexismo en el lenguaje. La riqueza de nuestro lenguaje hace posible la implicación del mismo a la hora de buscar términos neutros inclusivos para ambos sexos contribuyendo así a la transparencia de una sociedad más igualitaria.

No deja de ser curioso que la formación morada ponga tanto empeño en este supuesto lenguaje inclusivo, mientras han sido incapaces de posicionarse en contra de la salvaje explotación sexual que suponen la prostitución o los vientres de alquiler sin ruborizarse por apisonar la educación sexual de un país con su silencio dejando la veda abierta a la mercantilización.

“Voz” es femenina: la voz. “el portavoz” o “la portavoz”. Decir “portavozas” es completamente innecesario y no supone ninguna aportación a la utilización del lenguaje inclusivo.

Es imprescindible decirles a quienes nos representen que el compromiso con el feminismo ha de ser real, en sintonía con sus reivindicaciones y necesidades cuyo fin sea transformador, racional y nunca degenerativo.

En la novela de Almudena Grandes “Las edades de Lulú” escrita en 1989, la protagonista hacia una reflexión cuando comenzó a comprender su vida que decía:

“Teníamos algunos amigos que no les gustaba el fútbol pero yo sospechaba que era por pura pose, una trasnochada pose de progre, porque habíamos sido progres mucho tiempo, progres de libro, y hacíamos muchas cosas solamente por eso porque quedaba progre.”

Etiquetas
stats