El acuerdo de París es una oportunidad perdida para Extremadura
Ecologistas en Acción de Extremadura cree que el acuerdo alcanzado la semana pasada en la cumbre del clima de París es “decepcionante e insuficiente”, y supone “una oportunidad perdida” para la comunidad al no procederse a la transición inmediata hacia un modelo renovable.
En un comunicado de prensa, la organización ha considerado que el acuerdo carece de herramientas necesarias para luchar con eficacia contra el calentamiento global y “desoye” las luchas ciudadanas que ya están haciendo frente al cambio climático.
Ha recordado que el impacto de éste será más rotundo en las regiones del Sur como Extremadura y afectará “gravemente” a la agricultura y la ganadería.
Además, opina que se “ha perdido una oportunidad” de reforzar e internacionalizar un cambio de modelo basado en las renovables, que mantenga bajo tierra el 80% de los recursos fósiles, frente la industria extractivista y se ajuste a los límites planetarios.
En esta línea, ha puntualizado, Extremadura también tiene “mucho que perder” al no procederse a la transición inmediata a un modelo renovable, pues la región tiene “una gran potencial” en energías solar, fotovoltaica y termosolar que, aparte de ser sostenibles y más limpias, generan más puestos de trabajo por kilovatio producido.
Por el contrario, se está planteando “alargar la vida de la Central Nuclear de Almaraz, mantener el consumo de gas natural y no canalizar adecuadamente subproductos agrícolas como sarmientos de vid, entre otros, para su uso como combustibles”.
En su opinión, se ha optado, por tanto, por consagrar la “mercantilización del clima” y las “falsas soluciones”, mientras que han quedado “fuera” del texto final la justicia climática, la descarbonización, la financiación adecuada o los derechos humanos.
Con poca fuerza legal
Además, ha continuado, se ha optado por la fórmula con menor fuerza legal (acuerdo) para un texto “peligrosamente vago y abierto”, en el que los compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero no son vinculantes.
Para Ecologistas en Acción, la revisión de los compromisos se hará “demasiado tarde”, cuando se esté cerca de haber emitido ya una cantidad de gases de efecto invernadero que implicaría superar el límite de 1,5 grados.
Igualmente, ha criticado que el texto “no contempla” las emisiones generadas por el transporte aéreo y marítimo, “abre la puerta a trucos contables” en el cálculo de las emisiones y “deja sin amparo” luchas como la desinversión en combustibles fósiles y el freno del fracking y las arenas bituminosas.
El acuerdo mantiene además, ha añadido, los “mecanismos de mercantilización” del clima inscritos en anteriores tratados, como los mercados de carbono, que favorecen la “especulación y la política del talonario” frente a los esfuerzos reales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
A su juicio, el acuerdo se parece más a “una declaración de intenciones” que a un texto a la altura del reto que supone el cambio climático, en “clara contradicción” con el origen de las negociaciones climáticas y el propio sentido de las Naciones Unidas, para lamentar después que los líderes mundiales hayan apostado en París por el “modelo devorador de recursos” que está vigente.
Por ello, entiende que lo sucedido en París muestra la necesidad de “seguir presionando” para que se tomen las medidas necesarias, frente a un acuerdo que “condena de momento a un aumento de más de tres grados de temperatura”.
Así, ha abogado por la “lucha” de la ciudadanía en favor de experiencias como la agroecología, la soberanía alimentaria, la movilidad sostenible y la desinversión en combustibles fósiles, pues solo “un cambio genuino en el modelo de producción y consumo mitigará de forma eficaz el calentamiento global”.
