Desde la Secretaría técnica de la Red Estatal del Castaño advierten que el hábitat de los bosques formados por árboles de esta especie se encuentra en serio peligro ante la rápida propagación de la plaga conocida como “avispilla del castaño”, cuya expansión va cuatro veces más rápido de lo que se esperaba.
Las áreas más afectadas se encuentran en Galicia y en Andalucía. Esta primavera el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) autorizó la suelta experimental del “Torymus sinensis”, el insecto depredador de esta plaga.
El secretario técnico de la Red Estatal del Castaño, Roberto Rubio, afirma que este insecto pertenece a una especie exótica, de ahí que el Magrama, haya tardado en permitir la suelta experimental. Aún así se está pidiendo a sus responsables la autorización de la liberación masiva para “evitar daños irreversibles”.
Rubio precisa que una avispilla es capaz de poner 150 huevos en el árbol, sin necesidad de aparearse. Además este insecto el minúsculo.
El secretario técnico apunta que son necesarias decisiones “inmediatas y rápidas” ante una plaga que puede afectar hasta al 80 % del valor de la producción de la materia prima, la castaña, que, en el caso de España, ronda los 100 millones de euros, sin incluir la explotación maderera.
Málaga la zona más dañada
Francisco Bouza, productor de la zona de Valle del Genil, en Ronda, Málaga, indica que el avance de la plaga es continuo y muy rápido, y cada vez hay más focos“.
Aunque se han utilizado depredadores autóctonos de la plaga, no han mostrado la misma eficacia que el exótico “Torymus sinensis”. Bouza señala que las 77 sueltas de esta especie realizadas esta primavera “son insuficientes” para controlar la “avispilla del castaño” e insiste en pedir la liberación masiva.
En el caso de Málaga, apunta, la plaga afecta ya a la mitad de la superficie de producción destinada a la castaña, con unas 2.000 hectáreas afectadas de las 4.000 totales.
Bouza recalca que cuando tengan recopilados todos los datos sobre hectáreas totales afectadas y el avance de la avispilla, pedirán un encuentro con responsables del Magrama que debería celebrarse en octubre, y del que tendría que salir un compromiso para autorizar la suelta masiva.
De esta forma, entre noviembre y diciembre se encargarían a Francia o Italia las partidas del insecto depredador para tenerlo a disposición en abril, mes en el que se realizarían las sueltas en las áreas afectadas.
Piden más celeridad al Magrama
El secretario técnico de la Red Estatal del Castaño reclama celeridad en autorizar la suelta masiva del “parasitoide”, ya que cuanto antes se actúe para controlar la plaga, menor será el coste para salvar este hábitat y poder conservarlo.
Tanto Bouza como Rubio reconocen que el Magrama tiene que cumplir unos protocolos de seguridad, al tratarse de una especie foránea. Afirman que todos los estudios realizados hasta la fecha, además de la experiencia de países vecinos como Italia o Francia, demuestran que no hay riesgo para la flora y fauna autóctonas.
La liberación experimental se enmarca dentro del programa de acción de la Red Estatal del Castaño e incluye el seguimiento e investigación de la suelta en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) de Churriana, en Málaga, y la Estación Fitopatológica de Areeiro, en Pontevedra.
La Avispilla del castaño en España
Todavía no se ha extendido en su totalidad, pero su crecimiento puede ser la “puntilla” para grandes extensiones de castaño, ya que algunos árboles también están afectados por otro tipo de enfermedades como la tinta.
Esta especie invasora llamada “Drycosmus kuriphilus”, es originaria de China, que se detectó por primera vez en Italia en 2002 y, diez años después, se localizó en España.
Roberto Rubio ha recalcado que en el territorio nacional se contabilizan unas 300.000 hectáreas de bosques de castaño, de las que 110.000 se destinan a la producción del fruto, explotación que genera importantes rentas en el medio rural, donde es una contribución económica complementaria muy importante para miles de familias.
Galicia es la principal zona productora de castañas en fresco, conserva y congelado con 70.000 hectáreas, seguida por Castilla y León con 28.000, Andalucía con 9.000 ha y Extremadura 3.000 hectáreas.
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