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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

“No se te ocurra volver con un novio alemán” (pero nada me dijo de los napolitanos)

La iglesia-auditorio de Yuste desde el coro

José L. Aroca

Cuando la madrileña Teresa Udaondo se fue de Erasmus a estudiar a Berlín, su madre le dijo que no se le ocurriera volver con un novio alemán. “Pero nada me dijo de los napolitanos”. Hoy lo cuenta entre risas porque está casada con uno y tienen ya un hijo. Las anécdotas personales de esta joven, o las del estudiante italiano Marco Cenere que estudia en Salamanca, pusieron rostro y humor a lo que han deparado esas becas, cuya impulsora, la profesora italiana Sofía Corradi, ha recibido este lunes en Yuste el premio Carlos V.

Es la primera persona que no se dedica a la política, que recibe este galardón que inauguró el francés Jacques Delors, tuvo entre sus distinguidos a Mijail Gorbachov o Helmut Kohl, y en su anterior edición, la novena, fue para el portugués Durao Barroso.

Chuzos de punta, lluvia y granizo en la Vera, en Jarandilla de la Vera donde estaban citados los asistentes, y todavía más agua montaña arriba en Yuste, el monasterio que en el Día de Europa abría claustros, salones e iglesia-auditorio para este galardón que ya tiene 20 años de vida.

Y desde ahora una décima poseedora, Sofía Corradi, segunda mujer, pero que abre el campo de juego a personas sin actividad política, y en el futuro también a proyectos e instituciones y no solo personalidades.

El rígido corsé de la seguridad cuando alguien de la familia real está presente, y el acto lo presidía el rey Felipe VI, mantuvo a los 200 invitados por casi una hora sentados en la antigua iglesia escuchando un concierto completo, con bises, del coro Amadeus de Puebla de la Calzada.

De Yuste a la frontera franco-alemana

Algo extraño pasaba, mucho retraso. El helicóptero de la Casa Real tras descartar por los tremendos aguaceros dos lugares de aterrizaje, lo tuvo que hacer en un tercero. No sería la única peripecia de la aeronave ya que el presidente del Parlamento Europeo, el alemán Martin Schulz, que hizo un discurso con mucha enjundia, tenía que presidir por la tarde un pleno en el Parlamento Europeo de Estrasburgo, a casi 2.000 kilómetros de distancia, así que el rey se lo prestó para que volviera rápido a Madrid y tomara vuelo a la ciudad francesa.

Todos estaban allí, en el Día de Europa, para premiar a la esforzada profesora italiana Sofía Corradi que un día se fue a su universidad romana a convalidar estudios hechos en Estados Unidos y le dijeron que no. Años después, tras varias luchas de aquella joven, empezaron a convalidarse dentro de Europa los estudios en otro país de la unión continental.

Hoy casi 3,5 millones de estudiantes han tenido beca Erasmus, convalidado estudios, y de parejas nacidas a su amparo han nacido casi un millón de niños según se estima. Para poner en primera persona todo esto, hablaron de su experiencia el italiano y romano Marco Cenere, de 22 años,  que estudia Derecho en Salamanca, que dijo haber aprendido la amplitud de la forma de vida española –y todo el mundo se imaginó la juerga estudiantil charra-, aparte de conseguir entenderse en la lengua de Cervantes con unos compañeros de piso hablantes en acentos tan distintos como el de Almería, Ponferrada en León, o Castellón.

El contrapunto lo puso la madrileña Teresa Udaondo que hace ocho años estuvo de Erasmus en Berlín. Aquella a la que su madre previno de los mozos alemanes pero ella se prendó de un italiano de Nápoles en aquellas noches de piso donde lo mismo se cenaba tortilla española, un plato de la cocina francesa, ratatouille, o pizza carbonara.

Sofía Corradi, la premiada, es hoy una abuela simpática de 81 años que habló en el inglés que todo español querría oír cuando va a Londres. Por eso casi todos los audífonos de traducción simultánea quedaron este lunes sin usar en esa iglesia-auditorio de Yuste presidida por el escudo real de águila bicéfala, y más o menos se le entendió perfectamente.

Corradi sigue entusiasmada con las becas Erasmus, establecidas en 1987, y que como ella dijo no son ni para estudiar idiomas, ni para adquirir conocimientos profesionales más prestigiosos que los que te dan en tu universidad doméstica. Sirven para el enriquecimiento personal fundamentalmente, para madurar; para adquirir un don de gentes que, entre otras cosas, hace que un Erasmus, cuando se gradúa, encuentra trabajo en la mitad de tiempo que otro que no haya sido becario.

“Volvió siendo otra persona distinta”, es el común de los muchos testimonios de alumnos que leyó. “Con la Erasmus aprendes a sonreir en varios idiomas”, fue uno de los más graciosos y a la vez sugerentes. 

El monarca

El Rey, que entregó el premio ha Corradi, advirtió que la Unión Europea necesita más que nunca “compromiso, decisión y responsabilidad”, así como movilizar a sus ciudadanos “a favor de la integración, la unidad y el progreso”, porque “Europa es más fuerte que todas las incertidumbres que se ciernen sobre el mundo de hoy”.

Felipe VI elogió la contribución de Corradi -con “un espíritu auténticamente quijotesco”- a la “historia de éxito” de la UE y dedicó como todos los oradores unas palabras de recuerdo a las 13 jóvenes Erasmus que fallecieron en el accidente de autobús en Tarragona. El rector de la Universidad de Barcelona, Didac Ramírez, y cuatro estudiantes de los tres centros universitarios a los que pertenecían las víctimas de aquel accidente de tráfico escuchaban emocionados.

“Hoy es el día señalado para que los europeos celebremos de manera especial lo que nos une”, proclamaba don Felipe, en la primera ceremonia de entrega del Premio Carlos V que coincide con la fecha de conmemoración de la UE, al inicio de un discurso en el que ha alertado de que la Unión Europea “vive ahora tiempos en los que es más necesario que nunca compromiso, decisión y responsabilidad”.

Europa “necesita que sus jóvenes generaciones” contribuyan a que la UE “conserve y afirme siempre” los valores de “la libertad, los derechos humanos” y “la solidaridad”, ha recalcado el Rey, quien ha dedicado a Corradi un elogio, “Europa está en deuda con usted”.

Además, ha destacado la contribución del programa Erasmus a que los jóvenes “estén mejor preparados y adaptados para afrontar el difícil entorno económico y laboral actual”.

Martin Schulz

En una intervención leída íntegramente en español, el presidente del Parlamento Europeo Martin Schulz lamentó que en Europa estén “ganando terreno los populismos y los extremismos” ante fenómenos como la crisis, la inmigración o la amenaza terrorista, y ha expresado su preocupación por el regreso de “demonios” como “la xenofobia, el racismo y la intolerancia”, que parecían haber sido superados para siempre en el continente.

“Ha llegado la hora de que los europeos convencidos nos levantemos y luchemos por nuestra Europa común, la hora de sacudir nuestras conciencias, de subrayar la importancia de la solidaridad, la paz y el respeto mutuo”, afirmó el presidente de la Eurocámara tras apelar a la idea fundacional del proyecto europeo: “Profundizar en lo que nos une y nunca en lo que nos separa”.

El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, agradeció a la premiada su labor en favor de la convivencia con un “proyecto integrador” que amplía conocimientos y abre fronteras, ha instado a “seguir construyendo una Europa unida” y, en un mensaje “con mucha autocrítica”, ha reclamado a los europeos que combatan la “ceguera” con que la UE permite la actual “situación inhumana con las personas refugiadas”.

Entre los presentes en Yuste estaban el presidente del Congreso de los Diputados, Patxi López, y los expresidentes extremeños Juan Carlos Rodríguez Ibarra y José Antonio Monago.

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