Agentes sociales extremeños denuncian que la nueva reválida sigue generando inseguridad jurídica al alumnado
El alumnado de Bachillerato matriculado en 2º de Bachillerato se prepara para hacer unas pruebas con un modelo diferente al que se examinarán en junio. Reciben formación acorde a la antigua selectividad, pero el examen que harán no será exactamente igual a este.
Es la reflexión que pone encima de la mesa la Plataforma por la Educación Pública en Extremadura. Denuncia que la nueva reválida que plantea el gobierno del PP, aún con los cambios que ha negociado con las comunidades, genera inseguridad jurídica para los derechos del alumnado que quiere acceder a la universidad.
Con el tercer trimestre a punto de terminar el Ejecutivo de Rajoy sigue en un ‘charco’ del que solo puede salir dando marcha atrás, según la plataforma. Dejando en vigor lo que estaba hasta ahora en funcionamiento, la Prueba de Acceso a la Universidad a modo de la antigua Selectividad.
Reunión con las comunidades
Este lunes se celebraba en Madrid una sectorial de Educación entre el ministro y las comunidades autónomas donde se acordaba eliminar las reválidas tal y como fueron planteadas en la LOMCE.
Fuentes de la Consejería de Educación explican que el ministerio tiene ahora que aprobar una orden que desarrolle el Real Decreto Ley consensuado con las comunidades autónomas, un proceso que previsiblemente comenzará este viernes. La prueba de acceso a la universidad será muy similar a la Selectividad que hemos tenido hasta ahora según traslada la Junta.
Una de las cuestiones que aclara el Ejecutivo regional es que se va a respetar el distrito único de acceso a la universidad. Es decir, que con la nota de esa prueba servirá para acceder a cualquier universidad del país (independientemente de donde se haya hecho esa prueba de acceso a la universidad).
“Una selectividad, pero con otro nombre”
Para la plataforma por la educación extremeña el cambio no es suficiente porque la incertidumbre sigue en las aulas. Advierte Francisco Jiménez, de la plataforma, que los meses pueden pasar hasta plantarse en el mes de febrero sin conocer el contenido real de la prueba.
Hay que tener en cuenta aquí, según explica, que el proceso incluye el dictamen positivo del consejo sectorial de educación y del consejo escolar, para pasar también por el Congreso.
Rosa Martín, de UGT Extremadura, describe la “desesperación” que ha generado hasta ahora al profesorado no saber cómo preparar la prueba a los alumnos. Piensa que la alternativa debe ser la de mantener la prueba de acceso antigua, aunque sea con otro nombre.
El motivo es que el decreto firmado el pasado verano por el gobierno en funciones del PP derogaba la Prueba de Acceso a la Universidad para dar la bienvenida a la LOMCE. Es decir, ya no existe la antigua selectividad.
Presupone “buena voluntad” en el acuerdo del Gobierno con las consejerías, aunque advierte que hay que hacer las cosas bien, y el objetivo debe ser un pacto educativo que impida que se repitan situaciones como las que se viven en este momento. Un pacto en el que intervenga la comunidad educativa, que conoce bien la realidad de las aulas, y no solo los partidos.
