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Puercoespines

Juan Carlos Vila, de Equo Extremadura

Juan Carlos Vila

Invitados por el Círculo de Podemos de Don Benito, días atrás participamos Victor Manuel Casco, diputado regional de IU, Jonathan Moriche de Podemos Don Benito y yo mismo, como militante de Equo, en un diálogo abierto sobre democracia.

Las intervenciones dejaron en evidencia los orígenes ideológicos, las raíces y las visiones de cada uno sobre qué es y sobre todo qué debe ser la democracia. Desde Solón y las raíces griegas del término hasta las necesidades de nuestro presente inmediato, pasando por Marx, Gramsci, Péguy, y las tradiciones de la lucha por llevar la libertad, la igualdad y la fraternidad a nuestro mundo aparecieron no sólo en las charlas sino en el diálogo posterior con las casi tres decenas de personas que se habían acercado no sólo de Don Benito, sino de Orellana, Campanario y Mérida.

Pero lo más relevante fue la exigencia de generosidad por parte de las fuerzas políticas en el momento actual, para dar respuesta a la creación de propuestas municipalistas y también a nivel regional, que puedan aunar no sólo el trabajo de los movimientos sociales que en este momento representan la indignación general, sino el de las organizaciones políticas existentes.

Allí se mencionaron a Partido X, Piratas, Por un Mundo + Justo, Equo, Podemos e IU como entidades que de una manera u otra, habían manifestado su disposición al diálogo, de formas más o menos expresas. Pero la coincidencia general era que era el momento de actuar con generosidad, con disposición al diálogo y poder presentar a la sociedad extremeña, tanto en sentido regional como en cada municipio, una posible plataforma conjunta respaldada desde los partidos, pero que pudiera trabajar en un programa común y configurar unas listas abiertas mediante primarias paritarias.

No nos ahorramos críticas y autocríticas, pero quedó claro que no teníamos otro camino si queríamos enfrentar de manera firme y convincente el fin de una forma de hacer política que tocaba a su fin. Todo el acto se resume en el cuento que nos contó Carmen Ibarlucea tras la lectura de salutación de Sergio Zapata, coportavoz de Ganemos Madrid; ante la llegada de la glaciación, los puercoespines se agruparon para darse calor, pero al acercarse se pinchaban, y como reacción se separaban; ante la expectativa de la extinción por congelación, decidieron aceptar los pinchazos, tratando de reducirlos y acomodar las púas con el fin de sobrevivir.

Todos coincidimos al finalizar, que estabamos llamados a actuar como los puercoespines.

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