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Vara desvela que amenazó a las eléctricas con dimitir si Almaraz no continuaba hasta 2028

El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en la rueda de prensa de este martes

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El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, ha admitido este martes que habría dimitido si la central nuclear de Almaraz no hubiera continuado hasta 2028, como finalmente acordaron las eléctricas en la reunión del pasado viernes.

Iberdrola, Endesa y Naturgy llegaron a un acuerdo en la madrugada del pasado viernes para solicitar la renovación del permiso de explotación de Almaraz, que será de 7,4 años para el primer grupo de la nuclear y de 8,2 años para el segundo reactor. Las negociaciones estaban paralizadas y las eléctricas necesitaron varias reuniones para concretar un pacto ‘in extremis’.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno ha reconocido que el jueves, un día antes del acuerdo, planteó su dimisión a las empresas eléctricas para favorecer la prórroga.

A una con el Ministerio

A preguntas de los periodistas ha explicado que mantiene desde hace tiempo conversaciones con el Ministerio de Transición Ecológica y con las empresas en defensa de una alternativa para la comarca de Campo Arañuelo antes de plantear el cierre definitivo.

De hecho el Ministerio, en contacto con la Junta, hizo un pronunciamiento público y alentó a las empresas a llegar al acuerdo que finalmente han alcanzado.

“Es verdad que he defendido siempre lo mismo: garantizar la continuidad de Almaraz hasta que tengamos alternativas. Eso es lo que se ha producido con una prórroga que nos permite tener desde ahora, hasta finales de 2028, diez años por delante para trabajar en la búsqueda de esas alternativas”.

A eso habría que sumar 15 años en las actividades posteriores de desmantelamiento, con lo que se garantiza un nivel de empleo por los próximos 24 años en torno a la instalación.

Esta no es la primera vez que un presidente extremeño vincula su continuidad a las decisiones de las eléctricas en torno a la energía nuclear. Juan Carlos Rodríguez Ibarra amenazó con dimitir a principios de los años 90 si se instalaba en Extremadura una segunda central nuclear, en este caso la de Valdecaballeros, en Badajoz, que no llegó a ponerse en marcha a pesar de que su construcción estaba avanzada, informa la Agencia Efe.

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