El frío ya está aquí pero las ayudas para pobreza energética no han empezado a gestionarse
El frío del invierno ya ha llegado y con él la hora de encender la calefacción. Para que todos los extremeños pudiesen realizar este gesto, el Consejo de Gobierno aprobó dos decretos en el que se garantizaban unas ayudas de contingencia para necesidades urgentes con una partida de 800.000 euros, y otras para mínimos vitales (luz y agua) por valor de cinco millones de euros y tramitadas a través de los ayuntamientos. A día de hoy, los consistorios aún no han podido comenzar a gestionar éstas solicitudes porque falta la resolución de la Junta de Extremadura.
Ambos decretos fueron aprobados en el Consejo de Gobierno del pasado 30 de octubre. Los ayuntamientos que quisieran acogerse al programa de ayudas para mínimos vitales tenían de plazo hasta el día 15 de noviembre para presentar su solicitud y, en proporción al número de habitantes del municipio o ciudad, la Junta les otorgaría un tope de 5.000 euros para los municipios de menos de 1.000 habitantes, y a partir de ahí una escala según la cual Badajoz y Cáceres, por tener más de 90.000 habitantes, recibirían hasta 250.000 euros cada una, Mérida hasta 125.000, y Plasencia, Don Benito, Villanueva de la Serena, Almendralejo, Zafra y otras que superen los 15.000 habitantes, hasta 60.000 euros, entre otras escalas.
A pesar de que la paralización de los Presupuestos Generales para 2016 no impedirá la ejecución de este programa según ha comunicado el Ejecutivo regional a eldiarioex, la resolución de estas ayudas para mínimos vitales aún no se ha hecho pública.
Ante esta incertidumbre, cada consistorio está actuando de una manera. Mientras que unos ayuntamientos están recogiendo ya solicitudes, como el caso del de Don Benito -“para adelantar trabajo”, según dice su concejal de Servicios Sociales, Pilar Morcillo-, otros tienen reticencia de prometer un dinero que aún no ha llegado a las arcas públicas. “Recoger solicitudes supone crear unas expectativas que aún no tenemos”, sostiene la concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Trujillo, Soledad Corrales.
Una dilación que, según prevé el portavoz de Campamento Dignidad, Rodolfo Jaime, podría alargarse “como mucho” hasta finales de diciembre, “especialmente teniendo en cuenta la campaña electoral”.
Plasencia también ha hecho la solicitud a la Junta de estas ayudas, pero fuentes municipales avisan de la recarga y las dificultades de tramitación que puede haber teniendo en cuenta que los servicios sociales locales tienen que gestionar, además de estos dos decretos, la renta básica y el plan de empleo social.
Informe social necesario en la ayuda para contingencias
El plazo de presentación de solicitudes para la otra convocatoria, la de ayudas de emergencia finalizó hoy lunes. Éstas, destinadas a sufragar deudas previas de alojamiento, gastos necesarios en instalaciones o equipamientos básicos, sanitarios o referidos a necesidades primarias, se regirán por un baremo del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) y contarán con una cuantía máxima de 1.500 euros por unidad familiar y convocatoria.
Entre la documentación a presentar para justificar la situación de emergencia social se encuentra un informe elaborado por los Servicios Sociales de cada ayuntamiento. Una acreditación que, según Jaime, “retrasará aún más el proceso”. El de Campamento Dignidad explica que ya los Servicios Sociales están atestados de trabajo y que por eso “están dando citas para la Renta Básica en febrero, como es el caso de Badajoz”, un hecho que les llevará a prorrogar “hasta cuatro o cinco meses más sin ningún problema”.
Jaime insiste en que éste es uno de los muchos errores de la redacción de estos decretos, elaborados con “improvisación y carácter electoralista”. Una afirmación con la que coincide el diputado regional de Podemos, Daniel Hierro. “El propio decreto es insuficiente, tanto por su redacción como por su dotación económica”.
Según Hierro, este programa de ayudas ha sido elaborado con urgencia, especialmente por la cercanía de las elecciones. “Es una vergüenza pero de fondo está la foto”, denuncia.
