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Las presas garantizan dos años de normalidad tras superar los niveles de 2017

El pantano de Mequinenza produce cada año 650.000 megawatios

José L. Aroca

El nivel de las presas extremeñas asegura dos años de normalidad para riegos, abastecimiento humano y caudal ecológico, después de mes y medio de lluvias únicamente interrumpidas en Semana Santa, con unas existencias que en el conjunto del Guadiana, al 59,8%, han superado ya las del año pasado, cosa que sucedió semanas atrás en la cuenta del Tajo con grandes embalses como Valdecañas que está al 93%.

En la cuenca pacense del Guadiana el agua embalsada a fecha de este martes es de 4.824 hectómetros cúbicos, el doble de la que se necesita para una campaña normal que requiere del orden de 2.300, por lo que su Confederación Hidrográfica ha comunicado que están garantizados los próximos dos años, tras reunir también este martes a su comisión de desembalses.

La presa más grande y segunda de Europa, La Serena, está al 53%, pero el resto de grandes supera esa tasa con el 69% de Orellana, 64% de Cijara y 75% de García Sola, mientras que el único que está mal, en prealerta, es Alange con el 40%, cinco puntos menos que el año pasado; una prealerta que solo comparte con el pequeño pantano de Llerena. Desde que empezaron las lluvias a finales de febrero la media ha subido 17 puntos (en el conjunto nacional han sido 20).

Vuelta a la normalidad

Como media el nivel actual es similar al registrado hace un año, lo que según Confederación Guadiana permite hablar de recuperación, gracias a las abundantes lluvias registradas desde finales de febrero y durante el mes de marzo, “que han venido a mejorar considerablemente la situación de llenado tanto de los embalses superficiales como de las masas de agua subterráneas, rompiendo así con una severa situación de sequía que ponía en riesgo el uso agrícola sobre todo en el Alto Guadiana”, ha dicho ese organismo tras reunirse este martes en Mérida su comisión de desembalse.

Ante esta situación, tal y como se confirmó en las juntas de explotación celebradas a lo largo de la semana pasada, la previsión es que la campaña de riego transcurra con normalidad en la cuenca, “primando, en todo caso, la consecución de la mayor eficiencia y racionalidad en el uso del agua”.

En lo que respecta exclusivamente a la Zona Occidental del Guadiana (Badajoz), el agua recogida en las últimas semanas “garantizará todos los usos, y en el caso del uso para riegos la garantía se extiende a más de dos campañas”.

Las necesidades anuales de campaña son de 2.300 hectómetros cúbicos: 1.200 para riegos agrícolas, 800 para el mantenimiento del nivel ecológico del río, 120 para abastecimiento a poblaciones, mientras que la evaporación se lleva otros 180.

En el Tajo

En el Tajo la situación es aún mejor y garantiza un período más largo de normalidad ya que la necesidad de riegos es mucho menor, la de 70.000 hectáreas dentro de Extremadura frente a las 150.000 del Guadiana.

Los pantanos cacereños del Tajo hace semanas que superaron el nivel del año pasado, el conjunto de la cuenca (no solo Extremadura) está al 66%, y en la Comunidad los grandes embalses rondan el 80% como el de Alcántara (79% el lunes), mientras que el segundo por capacidad, Valdecañas también sobre el mismo río, está al 93%.

Otros de cierto tamaño y para riego son el Gabriel y Galán al 74%, el de Rosarito (91%) que aún está ligeramente por debajo de hace un año, el de Borbollón (río Arrago) que está al 85%, o Valdeobispo (Alagón) al 91%.

Además el pronóstico meteorológico es de más lluvias al menos hasta el domingo, con un paréntesis este miércoles.

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