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El camalote se eliminó en los tramos urbanos, pero inunda zonas poco visibles, denuncia de SOS Guadiana

Jesús Conde

El aumento de las temperaturas favorece el rebrote del camalote en el río. SOS Guadiana ha alertado de que el jacinto de agua crece de nuevo con fuerza en varios tramos de la cuenca a la altura de Medellín. Allí se acumula en las orillas, e incluso viaja aguas abajo para colonizar nuevos lugares.

Las críticas de la plataforma se centran en el modo en que se retira la planta. Denuncia que los trabajos “se hacen de cara a la galería”, en aquellos tramos más visibles. SOS Guadiana critica que mientras el camalote desapareció de los espacios urbanos como Badajoz y Mérida, hay zonas de la cuenca “completamente invadidas, sin limpiar”

Señala a puntos a la altura de Lobón en los que el manto de camalote se adueñó semanas atrás del Guadiana. A ello suman el entorno de una charca adyacente al río, en Gévora, donde la estampa es similar.

Más inversión

La Confederación Hidrográfica del Guadiana contratará a partir de agosto a nuevos efectivos de refuerzo, hasta triplicar los actuales y la adquisición de medios. El Ministerio aprobó una nueva encomienda a la empresa pública TRAGSA por 3,7 millones de euros por un año.

El dispositivo humano pasará a ser de 92 personas para controlar el crecimiento de la planta. Además la UE aprobó una partida de 5,5 millones dentro de un proyecto transfronterizo.

SOS Guadiana celebra la llegada más inversión para erradicar la planta invasora. Aunque advierte que la dinámica no puede ser la misma a la vista de los resultados obtenidos tras una década.

Si los trabajos son los mismos “no valdrán para nada”. Ni este, ni los posteriores que lleguen, explica Valentín Pozo, de la plataforma ciudadana.

“Se ha convertido en un negocio”

SOS Guadiana piensa que los trabajos de contención y erradicación no se realizan ni en el tiempo ni la forma correcta. Reclaman a Confederación una vigilancia constante y el control de la plaga en el momento que decrece. Es decir, en invierno.

A su juicio la extracción masiva por parte de subcontratas cuando más aprieta el calor ha terminado por convertirse en un “negocio”. “Y mientras que haya gente que gana dinero con esto, será difícil controlar el problema”.

Exponen de nuevo que la planta se combate cuando hace frío, en el momento en que está en fase decadencia por las temperaturas gélidas. Y es ese momento cuando es efectiva su recogida.

“Recogida permanente e ininterrumpida”

Frente estas críticas, la Confederación Hidrográfica del Guadiana destaca que continúan de forma “permanente e ininterrumpida” los trabajos de control y lucha contra el camalote en el río.

Asegura que las nuevas inversiones permitirán contener la invasión en el río, mediante el incremento de la capacidad de extracción de la planta con el fin de reducir grandes concentraciones de material.

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