Extremadura exporta a El Salvador su modelo de turismo sostenible como motor de desarrollo
Un turismo sostenible, comprometido con los valores naturales y culturales, y que sea un motor de desarrollo económico para el territorio.
Bajo esta premisa un grupo de expertos extremeños en turismo trabaja desde 2014 en una comarca de El Salvador con gran potencial. Han transferido su experiencia en la gestión de paquetes turísticos y el fomento de esta actividad económica en una comarca empobrecida, que mantiene una economía de subsistencia.
La idea es por tanto que el turismo se convierta en una de las bases de su economía, dependiente en la actualidad de la agricultura y la ganadería. Cualidades no le faltan, ya que alberga uno de los bosques mejor conservados de todo Mesoamérica, 'La Montañona', con capacidad de convertirse en un referente turístico a nivel internacional.
Extremadura exporta así su bagaje y experiencia en la gestión turística de la mano de un grupo de voluntarios expertos que han formado parte del programa de Felcode, el Fondo Extremeño Local de Cooperación para el Desarrollo.
El trabajo de los cooperantes se ha desarrollado en el denominado 'Circuito Turístico de la Montañona', ubicado al norte de San Salvador, en la frontera con Honduras. Este circuito es el resultado del trabajo que lleva realizando la mancomunidad del mismo nombre en la última década, y que se ha fortalecido gracias a la implicación de la población y la colaboración de Felcode y otras entidades como la extremeña Asociación de Desarrollo Rurex o CORSATUR.
Gran riqueza ambiental
Los municipios que rodean al bosque están agrupados en una mancomunidad con una gran riqueza tanto histórica como ambiental. Se trata de un espacio protegido con una importante biodiversidad. Uno de los ejemplos de mejor conservación de bosques de roble, pino y liquidambar de toda América Central.
Es también el refugio de más de 180 especies de animales entre las que destacan el tigrillo o el puma, y más de un centenar de aves entre las que cobra mayor protagonismo el rey zope.
El trabajo de los voluntarios expertos
La aportación de las asistencias técnicas de los cooperantes extremeños ha sido esencial, teniendo en cuenta que hasta ahora no se han producido las primeras contrataciones de personal local que dinamicen el trabajo.
Han elaborado un diagnóstico de los recursos existentes y han fomentado la creación de productos turísticos. En este proceso han sido señalizadas rutas en la zona boscosa y se han elaborado vídeos, folletos turísticos e información adecuada con la que promocionar a ‘La Montañona’. Este destino ya se posiciona como un referente en ferias y congresos especializados a nivel internacional.
María José Manzano, una de las expertas voluntarias que ha trabajado en terreno, explica que también han colaborado en la creación de una marca turística que englobe todo el territorio de la mancomunidad.
Han centrado su mirada en la población local, a la que ha ido dirigida una experiencia piloto de producto turístico en el municipio de Concepción Quezaltepeque. Los expertos inciden en la necesidad de que la población haya hecho suyo el producto turístico, para que surjan otras iniciativas empresariales y más sinergias.
Como voluntaria María José valora el trabajo que desarrollo el Fondo Extremeño de Cooperación al Desarrollo, que días atrás celebró su 15 aniversario. Valora que gracias al este programa personas con conocimientos prácticos se desplazan al terreno en un intercambio de experiencias personal.
A su juicio el éxito radica precisamente en que la implicación personal es muy importante y difiere bastante de lo que serían los meros trabajos técnicos de una consultoría externa. Las personas voluntarias interaccionan con el territorio hasta el que llegan y se implican mucho más allá, algo que influye en los resultados profesionales.
El territorio
La mancomunidad en la que ha trabajado la cooperación extremeña conserva unas características propias. Se encuentran en una zona montañosa, con bastante dificultad de comunicación y la llegada de recursos.
No sólo es un emblema de la naturaleza, también tiene una importante carga histórica. Gran parte de la guerrilla se escondió allí durante los bombarderos y los enfrentamientos con los soldados, siendo el lugar desde donde emitían sus ondas una radio guerrillera.
Comprende un territorio de 335 kilómetros cuadrados y la integran siete municipios: Chalatenango, Concepción Quezaltepeque, Comalapa, La Laguna, El Carrizal, Ojos de Agua y Las Vueltas. Posee una población de alrededor de 49.718 habitantes.
El Salvador tiene un gran potencial, aunque se enfrenta a retos como son la contaminación del transporte, la tala de campos o los residuos sólidos. “Por ello fomentar un tipo de turismo encaminado hacia un desarrollo sostenible se vuelve interés de primer orden, caminando hacia la consecución de que El Salvador continué siendo un corredor biológico que permita mantener poblaciones estables en peligro de extinción”, señala la experta.
