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Los pueblos de menos de 3.000 habitantes acaparan la mayoría de ayudas a la natalidad

Redmadre achaca el espectacular descenso de la natalidad a la falta de ayudas

José L. Aroca

El Gobierno regional ha renovado este lunes, con su publicación en el Diario Oficial de Extremadura, la política de fomento de la natalidad a la que destina un millón de euros para el año que viene, mediante subvenciones que en este ejercicio 2014 han sido concedidas a 1.384 familias. La realidad indica sin embargo que el saldo vegetativo, diferencia entre muertes y nacimientos, sigue siendo negativo, y según un experto de la Universidad así seguirá mientras no se aborden políticas más amplias, pero también costosas, a favor de la conciliación laboral y las familias.

La Consejería de Empleo, Mujer y Políticas Sociales convoca ayudas al fomento de la natalidad en 2015, unas subvenciones que este año han sido concedidas a un total de 1.384 familias extremeñas, 745 en municipios de hasta 3.000 habitantes y 639 en localidades que superan esta población; como se aprecia tienen más éxito en las poblaciones menores, dado que se otorgan desde el primer hijo (en el resto para el segundo) y con una cuantía económica mayor.

El crédito de un millón para 2015 es ampliable, dado que la cuantía consignada en los presupuestos regionales del próximo año para ayudas a las familias y la natalidad en el medio rural asciende a un total de 2.587.384 euros.

Las subvenciones se conceden por el nacimiento, la adopción o el acogimiento preadoptivo o situación equivalente, en el caso de adopción internacional, y serán subvencionables los supuestos que se produzcan entre el 1 de enero y 31 de octubre de 2015, así como los ocurridos en noviembre y diciembre de 2014.

La cuantía de la ayuda depende del lugar de residencia del beneficiario, de modo que si se trata de poblaciones que no superan los 3.000 habitantes, la subvención consistirá en el abono de un pago único de 1.400 euros por hijo desde el primero; esta ayuda se ha puesto en marcha por primera en vez en este 2014 con la finalidad de fomentar el crecimiento demográfico en las zonas rurales y, al mismo tiempo, contribuir a evitar su despoblamiento.

En el caso de municipios de más de 3.000 habitantes, la ayuda consiste en el abono de un pago único de 500 euros por el segundo hijo y de 1.000 euros por cada hijo a partir del tercero inclusive. Si los supuestos fuesen múltiples, la ayuda consistirá en un pago único de 1.000 euros por hijo, incluido el primero.

Las solicitudes podrán presentarse desde el 2 de enero hasta el 30 de noviembre de 2015, con las limitaciones previstas en función de la fecha del caso.

Efecto escaso

Para Antonio Pérez, profesor titular de Geografía Humana en la Universidad de Extremadura, esta política de subvención directa por cada nacimiento o adopción, dentro de que “cualquier apoyo que haya a la natalidad es bueno”, tiene, y así viene pasando desde hace varios años, escaso efecto dado que por esa cantidad de dinero “no excesivamente generosa”, ninguna persona se anima a tener niños, si no va acompañada de otras medidas más profundas y complejas, “que alguna vez habrá que abordar”, y cuyo modelo son los países nórdicos europeos.

Por mucho que se den ciertas subvenciones, “en nuestros pueblos la realidad es que escasean las parejas jóvenes y las mujeres en edad fértil”. La discriminación a favor de las localidades más pequeñas, como es el caso, está bien, pero se topa con una pirámide poblacional ya muy envejecida y en las edades fértiles “muy masculinizada”, ya que las jóvenes hoy día acceden a una formación que las hace abandonar los núcleos rurales en pos de las ciudades más grandes.

Así, antiguamente la fecundidad de las mujeres del medio rural era muy superior a la del medio urbano, pero hoy día en Extremadura está por debajo de la media regional, y no sólo en las poblaciones menores de 3.000 habitantes sino en general en las de 5.000

Mientras no haya unas políticas más ambiciosas, que unan a la subvención directa medidas de conciliación de la vida laboral y familiar, e incentivos fiscales más atractivos, entre otras, las actuales estrategias no dejarán de ser a juicio de Antonio Pérez “anecdóticas, un mensaje que se lanza, con un objetivo político”.

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