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“Me avergüenza el género que recoge mi DNI, ya es hora de que contemplen un tercer sexo”

Pau, adolescente transexual, reclama que el DNI introduzca el tercer sexo a la hora de denominar a las personas / Foto: Asamblea

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Fue el momento de visibilizar la lucha de las personas LGTBI. Pero también un espacio para reivindicar aquellos resquicios que siguen discriminando a estas personas en su vida cotidiana por el hecho de tener una orientación sexual o identidad de género diferente.

En el acto institucional contra la homofobia, lesbofobia, bifobia y transfobia celebrado en la Asamblea de Extremadura tomó la palabra Pau, un adolescente transexual que puso encima de la mesa una realidad poco conocida para muchos, y que sin embargo para estas personas supone un verdadero martirio.

Es la discriminación burocrática a la que se ven sometidas personas como Pau porque los datos de su DNI o de su tarjeta sanitaria no corresponden con su aspecto físico, y tampoco con el género con el que se identifican.

Pau emocionó a una sala repleta de gente al dejar bien claro a las autoridades y los activistas presentes que le da vergüenza mostrar su DNI, un sentimiento al que se ven sometidas todas las personas en acciones bastante cotidianas.

Reclama que se introduzca un tercer sexo desde la infancia para que “no todo sea blanco o negro, si no que haya varios tonos de gris”, recoge la Agencia Efe.

Palabras también muy emotivas por parte de Isabel Pastor, la madre de Elsa, una niña transexual de Arroyo de San Serván. Contó ante este foro que su hija, con tan solo cuatro años, manifiesta de manera clara su condición de transexual.

Según dijo desde el momento en el que Elsa comenzó a expresarse y a hablar dejó claro que su identidad. “Mi hija era niña en casa y niño en la calle. La sociedad no está preparada. En una bolsa de basura echó toda la ropa de niño. No era un niño, era una niña”.

Allí ha reclamado la necesidad de que se den a conocer los casos de violencia homofóbica en los colegios y que se apruebe con urgencia el protocolo de atención a las personas transexuales de Extremadura para que estos niños “puedan vivir como se sienten sin tener que ser discriminados”.

La vida de esta niña ha cambiado porque ahora camina libre por su localidad, porque ahora desarrolla su verdadera personalidad, y visto como lo que se siente, una niña. Se ha preguntado la madre al mismo tiempo que si se trata de personas que solo aspiran a ser felices, socialmente las personas LGTBI tienen que verse sometidas a la humillación o las agresiones.

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