La carrera por reenganchar a la juventud a la educación en la comunidad con más ‘ninis’
La Comunidad encabeza el porcentaje de jóvenes de entre 15 y 29 años que no estudiaba ni trabajaba en 2018 (ninis) con una tasa del 20,9%, frente al 15,3 por ciento de la media nacional.
Son unos malos datos que recoge el Ministerio de Educación en su estudio “Explotación de las variables educativas de la Encuesta de Población Activa 2018”, y que preocupan a la comunidad educativa.
Las AMPAS abogan por motivar a quienes no acaban la Secundaria, o dejan de estudiar tras la educación obligatoria. Desde la Federación Regional de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FREAMPA) piden a las familias que 'redoblen' sus esfuerzos para que los chavales continúen, sea cual sea el trabajo que desean realizar posteriormente.
Joaquín León, responsable de la federación de padres y madres, apunta a la relación que existe entre desempleo, precariedad y escasa cualificación. “Tras la educación obligatoria hay que motivarles para que sigan con el Bachillerato, con la Formación Profesional o la formación ocupacional. Cuanto más se formen mejor”.
A su juicio el abandono en la educación postobligatoria puede estar relacionado con la reactivación de la economía, lo que puede hacer que los jóvenes opten por incorporarse al mercado de trabajo.
A menor formación, más precariedad
Los sindicatos UGT y CCOO coinciden en que existe una relación directa entre mayores niveles de desempleo crónico y precariedad y una poca cualificación. Precisamente los datos de la Junta muestran que más del 70 por ciento de las 30.000 personas desempleadas inscritas en las oficinas del SEXPE que no tienen el título de la ESO son paradas de larga duración.
El abandono escolar temprano ha ido bajando en los últimos años, aunque semanas atrás se conocía que en 2018 se produjo un aumento hasta el 20,9 por ciento, frente al 19,2 por ciento de 2017. Extremadura se sitúa a más de un punto por encima en la tasa de abandono temprano.
Para combatirlo el Ejecutivo ha puesto en marcha varios programas que desean ‘rescatar’ a todos aquellos que abandonaron sus estudios atraídos por la ‘quimera’ de la construcción y que ahora viven sumidos en la precariedad y sin formación.
Programas como 'Ítaca' buscan reenganchar a estas personas sin formación trabajando las competencias genéricas, habilidades sociales, comunicación, autoestima o capacidad de liderazgo, entre otros temas.
“Una imagen distorsionada del nini”
Desde el Consejo de la Juventud de Extremadura aportan una visión diferente en torno a los 'ninis' y advierten que no se puede señalar al joven como un irresponsable sin analizar qué hay detrás de las cifras.
Muchas de estas personas que aparecen en las estadísticas tienen otras responsabilidades en el hogar o el entorno familiar, o incluso laborales. Además defienden que la formación de la juventud tiene que estar acompasada con las necesidades del mercado laboral.
Ismael Pérez, miembro del organismo juvenil, pone el foco en que pese a la bajada de los inscritos en las listas del paro el número de chicos y chicas desempleados ronda el 50 por ciento. Lo que significa que uno de cada dos jóvenes que desea trabajar no lo consigue.
Lo cierto es que la precariedad entre los más jóvenes sigue siendo una dinámica habitual, algo que no genera oportunidades para ellos y ellas. El grueso de quienes trabajan lo hacen con contratos estacionales, ligados al mundo agrícola o la hostelería. Esto provoca que muchos sigan optando por hacer las maletas y se vayan a otras regiones o al extranjero en busca de un futuro mejor.
