La carrera de la vida, llena de obstáculos para ellas solo por el hecho de ser mujeres

En la carrera de la vida parece que hombres y mujeres tienen los mismos sueños y pueden recorrer el mismo camino. Las mismas oportunidades, las mismas libertades y el mismo reconocimiento.

La realidad es distinta. Ellas tienen las mismas capacidades, pero más obstáculos para llegar a la línea de meta.

Este es el mensaje que lanza desde Extremadura la ONG Farmamundi para visibilizar que millones de mujeres en todo el mundo se ven obligadas a enfrentarse a obstáculos sociales, culturales y de derechos que le impiden alcanzar la igualdad de oportunidades para su desarrollo personal y cuidar su propia salud, explica Chelo Díez, responsable de la ONG en la región.

Ambos, hombres y mujeres, comienzan en la misma línea de salida. A medida que avanzan, ellas suman obstáculos, por ejemplo en la reproducción y la maternidad. La crianza es cosa de dos --y debería haber co-responsabilidad-- pero en muchos casos no ocurre así.

Sigue el camino, y el hombre recibe facilidades de acceso a la cultura, al mismo tiempo que a ellas les asignan roles como el cuidado de niños o de los mayores de la casa. También el cuidado de la discapacidad.

Como símbolo de la prosperidad, la campaña otorga un libro al hombre con el objetivo de que siga creciendo. A las mujeres una bolsa de comida que escenifica los roles domésticos adquieren, sin remuneración. Por el hecho de ser mujeres. Algo que coarta su propio crecimiento según apunta la representante de Farmamundi Extremadura.

Roles machistas

Las chicas corren. Pero con tacones rojos. El motivo es que se les imponen unos roles sociales de belleza que las convierte en mujer objeto: delgadas y guapas en todas las etapas de su vida. Algo que en la vida cotidiana tiene su reflejo en la industria de la cosmética.

El vídeo escenifica cómo la sociedad le da la mano al hombre mientras que hay casos en que ellas no reciben diagnósticos adecuados a tiempo porque están volcadas en el cuidado de la familia. Ellas, por ser mujeres, son víctimas de la violencia machista, e incluso de abusos sexuales.

Después de todos estos ejemplos, llega el momento de reflexionar. Pensar si la igualdad de oportunidades es una realidad. Para superar barreras es necesario realizar un trabajo conjunto, por parte de ellos y de ellas.

A las mujeres, las animan a reivindicar sus derechos, “salir de ese bucle” y reclamar una igualdad de género real, apuntan desde Farmamundi.

La iniciativa

Se enmarca dentro del proyecto “Acercando a Extremadura la realidad sanitaria de la mujer en el Sur. Equidad de género y derecho a la salud”, financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AEXCID).

Bajo la dirección de Maribel Rangel, de Malévola Films, la actriz Cristina Rosa y el actor Simón Ferrero realizan una pieza audiovisual fresca, que nace para ser compartida en las redes y hacer partícipe a la propia ciudadanía de que es responsable de la transformación social.

Chelo Díez subraya la necesidad de “potenciar un cambio de actitudes desde lo local, participando de forma conjunta desde todos los sectores profesionales para conseguir esa igualdad de género universal que permita el cumplimiento del Derecho a la Salud y del resto de DDHH”.

Desigualdad y salud

Farmamundi quiere mostrar que en el mundo, en pleno siglo XXI, la desigualdad de género en la salud persiste y la mayoría de las causas que la provocan son injustas y evitables.

Detalla que la desigualdad en el estado de salud de las mujeres es debido a algunos factores como la falta de reconocimiento y conocimiento de sus derechos; la pervivencia de un modelo social y cultural discriminatorio y lesivo para el sexo femenino; la invisibilidad e inadecuada atención de los problemas de salud de las mujeres; la falta de canales de participación para la toma de decisiones tanto personales como colectivas; y unas políticas, servicios y recursos sanitarios no adecuados a las necesidades de las mujeres y niñas.