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Al empresario de Zafra asesinado le metieron en la boca el cañón de la pistola

eldiarioex/Efe

Expertos criminalísticos y forenses han coincidido este viernes, en la quinta jornada del juicio por el asesinato en Zafra en 2012 de un empresario y su sobrina embarazada, que los seis disparos se realizaron a corta distancia.

En la vista también han indicado que las trayectorias de las balas fueron de arriba a abajo, por lo que previsiblemente el empresario se encontraría sentado en el momento de los disparos, mientras que la mujer estaría de rodillas, suplicando por su vida.

 Las evidencias forenses atestiguan que al empresario se le introdujo el cañón de la pistola en la boca, donde se encontraba una de las cuatro balas disparadas contra él.

El juicio se inició el pasado lunes y en él se piden 37 años y medio de prisión para los dos hermanos acusados del asesinato, y 39,5 para el cuñado de uno de ellos, por el mismo delito más la tenencia ilícita de armas. Uno de los hermanos, S.J.B., reconoció los hechos durante el primer día de juicio, aunque añadió que no tenía intención de hacerlo.

En este sentido, los peritos criminalísticos que acudieron a la escena del crimen, en las instalaciones del empresario en Zafra, han señalado que no existían indicios de forcejeo. Por su parte, los tres médicos forenses que participaron en el proceso han explicado que es probable que existiese cierto forcejeo, aunque esa situación no quiere decir que se produjera resistencia por parte de las víctimas.

Muerte rápida

Los expertos, que no han podido determinar si solo fue una persona -como indica S.J.B.- quien realizó los disparos, han expresado que estos sí se hicieron a corta distancia y causaron rápidamente la muerte en ambos casos.

El empresario recibió cuatro disparos, el más grave el que impactó junto a la cadera izquierda, pues le seccionó la aorta, aunque otro le perforó ambos pulmones.

En el caso de la mujer, parece probado, según los expertos, que el cañón de la pistola estuvo en contacto con su piel, uno de los disparos fue “de parte a parte” sobre un pulmón, mientras que el otro causó los mismos efectos en el corazón.

Los peritos criminalísticos encontraron también restos de sangre del empresario en un lavabo de uno de los servicios de las instalaciones, por lo que podría indicar que el causante de los disparos se habría lavado en ellos. 

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