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Una manada de jóvenes que consumen prostitución después del botellón, el nuevo perfil del ‘putero’

El barrio de San Francisco en Bilbao es un lugar habitual donde se ejerce la prostitución en la calle

Jesús Conde

Los clubes de alterne han ido desapareciendo al mismo ritmo que han proliferado pisos, cortijos e inmuebles privados donde se ejerce la prostitución. Sólo en la ciudad de Cáceres se calcula que hay 15 pisos de esta naturaleza.

La prostitución sigue en aumento, también entre chicos que la han incorporado como una forma de ocio. El nuevo perfil del joven 'putero' se repite los fines de semana. Cada vez es más frecuente la presencia de una 'manada' de jóvenes que consumen prostitución después del botellón o de la discoteca. 

Se trata de un grupo de 'amigotes' que decide contratar los servicios de una mujer con el bote sobrante del dinero común. “Si no hay para todos no pasa nada, acude uno, se van turnando y al fin de semana siguiente le toca a otro”.

Así lo pone de manifiesto la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura, que advierte que comprar servicios sexuales no es como comprar otro producto de consumo. “Detrás de este servicio hay mujeres esclavizadas, forzadas a complacerte”.

Lanzan una pregunta sencilla: “¿De verdad merece la pena que pagues por sexo sabiendo que quien está sometida a esa relación contigo te aborrece?”. 

Prostitución y trata de mujeres

Se calcula que en Extremadura hay unas 2.000 prostitutas. No obstante cada vez resulta más complejo concretar la cifra a causa de la proliferación de los pisos particulares.

Los estudios señalan que más del 90 por ciento de las mujeres que ejercen la prostitución lo hacen obligadas. Sólo entre el 5 y el 8 por ciento de ellas ejercen con total libertad de elección, movidas por su propio deseo, cuando y donde quieren.

Detrás hay historias de presión, vulnerabilidad y pobreza. Situaciones en las que se han visto obligadas. También hay un porcentaje muy elevado de víctimas de la trata con fines de explotación sexual.

Son mujeres que vienen engañadas, víctimas de guerra, violaciones y abusos en sus países de origen. Aunque en algún momento puedan saldar la deuda con sus captores, y evadir el círculo en el que están encerradas, están 'rotas'. “No les queda otra salida que continuar en la prostitución. Es algo terrible”, explica desde la asociación de derechos humanos Flor Fondón.

De este modo se reproducen situaciones de esclavitud. Puede que se produzcan a la vuelta de la esquina, en nuestros entornos más cercanos, porque España es uno de los países donde esta realidad está más presente.

Frente a quienes afirman que ellas lo hacen movidas por su propio deseo, Flor Fondón pone de manifiesto que ninguna mujer, en condiciones normales, elije “ser penetrada vaginal, oral y analmente. Ser usada y degradada”.

“Puede que alguien por algún trastorno diga que no le importa, pero la inmensa mayoría no aceptaría ser violada de esta manera. Vejada y maltratada por un dinero que además tiene que compartir con su proxeneta, con quien tiene una deuda”.

También advierte de que las mujeres prostituidas siempre van a decir que no están obligadas a ejercer la prostitución. “Están muy aleccionadas para mentir y su vida depende de ello”.

Prostitución, porno y violencia machista 

La Asociación de Derechos Humanos de Extremadura señala que la prostitución forma parte de un triángulo perverso ligado a la violencia de género, y que comienza con la pornografía.

Desde edades muy tempranas la juventud tiene acceso ilimitado desde el teléfono móvil y otros dispositivos a escenas porno en las que se reproducen conductas violentas. Imágenes basadas en la sumisión hacia la chica, no en una relación de pareja bajo una sexualidad sana en igualdad.

Cuando el joven acude a la prostitución intenta reproducir estos esquemas con su ‘puta’. Está convencido de que tiene carta libre porque le paga, y que ella lo tiene que soportar.

Más tarde, cuando inician una relación sentimental, quiere repetir la situación de violencia y el ejercicio de poder con sus sus parejas. Con sus iguales.

La asociación ha editado una guía en la que dedica uno de sus capítulos a la juventud, a la que invita a la reflexión. A los chicos -los hombres en general- les traslada que no pagan por sexo: “pagan por asumir el control sobre las mujeres, dominarlas y ejercer el poder”.

“Que los chicos sistematicen el tipo de relaciones establecidas en la prostitución, mediante pago, considerando como normales las que son de subyugación, abuso de poder, sumisión e incluso violencia; influye muy negativamente en los valores de una sociedad”.

Algunos mensajes

Para la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura una de las claves está en la educación, desde las edades más tempranas. Una educación que traspasa a las barreras del hogar, donde los padres “deberían de tener un control absoluto sobre qué es lo que están consumiendo sus hijos e hijas”.

Al mismo tiempo pone el foco en el 'putero', el hombre que consume prostitución, y que está siendo “cómplice” a su juicio de la trata de personas y de todas aquellas redes que ejercen el poder y el dominio sobre ellas.

Resulta cada vez más difícil combatir la trata por el aumento de los pisos, siendo éstos domicilios particulares. Son espacios inviolables, y el único modo de acceder a su interior es mediante una denuncia que señale a la presencia de menores en su interior, o a víctimas de trata. Hoy quien tiene esa información es precisamente el consumidor, el 'putero', “que no debe mirar hacia otro lado mientras contempla estos delitos”.

También lanza un mensaje a la sociedad en su conjunto, porque están aumentando según advierte las víctimas de trata de nacionalidad española.

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