La asociación que trabaja por el aumento de una especie: el burro de El Hierro

Ejemplar de burro en El Hierro

Romina Cabeza Izquierdo

Valverde —

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Conocida por ser una especie utilizada para el trabajo diario, para ayudar en las labores del campo y para trasladar los cultivos, así como medio de transporte en otros tiempos donde la disposición de los recursos no era una tarea fácil, los burros han formado una parte importante de las actividades agrícolas, llegando a considerarse en ocasiones, una verdadera herramienta de trabajo para poder salir adelante. Hace cuarenta años era frecuente encontrar uno y hasta dos por familia, sin embargo, en la actualidad hay que hacer un gran recorrido para encontrarlos, tan sacrificados como trabajadores, lo cierto es que no solo desprenden ternura, sino el reflejo de otra época.

En El Hierro, varios vecinos decidieron reunirse un día con una única finalidad, tratar de mantener y aumentar la población de este animal, en una isla donde quedan alrededor de 35 burros. De ahí nació la Asociación de El Cerrillo. Hace tan solo unos meses que comenzaron con mencionada iniciativa y desde entonces cada cierto tiempo reciben la visita de un veterinario. Aníbal Vega, como así se llama, sigue muy de cerca la salud y el bienestar de estos animales.

Vega, acude a todos aquellos lugares donde se encuentra este animal, lo observa y ve las posibilidades que tiene de gestación, además de explicarle a sus propietarios el mejor momento para ello. Lo que comenzó para este grupo de vecinos herreños como una admiración hacia esta especie, se ha convertido en todo un trabajo de amor y dedicación. “Es un animal tan sensible y cariñoso que hay que demostrarle el mismo afecto”, destaca Sabine Wyllmann, miembro de la asociación.

Recuperación del burro

Recuperación del burro- Sabine. Esta iniciativa tiene un claro objetivo y los protagonistas serán ellos, los burros.

- Está claro. El objetivo es recuperar de algún modo al burro autóctono, ese que es el más pequeño, de color gris, así como adaptarlos al ámbito de la sostenibilidad de la isla de El Hierro. Por ejemplo, se podrían recuperar todos los caminos antiguos y de este modo los visitantes podrían experimentar el caminar junto a los burros. Estos animales no cargarían a nadie, serían acompañantes. Durante tanto tiempo han trabajado tanto, que ahora es el momento de darles todo lo que se merecen.

Un burro es un animal que sufre en silencio y aún hay lugares donde se les sigue cargando y realmente no deben tener más de un 20% de su peso sobre su cuerpo.

- En la actualidad, Sabine, son pocos los que quedan, pero en la isla de El Hierro también fue un lugar en el que predominó este animal ¿No es así?

- Por supuesto. Se trabajaba con los burros, sacaban adelante una parte de la casa, y la ayuda que aportaron a la agricultura fue infinita. Para la economía de una familia de hace 50 años sin ir más lejos, era esencial este animal.

Ahora, por ejemplo, una señora alemana lleva aquí en El Hierro más de 10 años, acaba de comprar burros de Fuerteventura. Pretende que sean una parte más, que se les de el valor que tienen y que disfruten a su vez de la vida que se merecen. Ellos recibirían la visita de los turistas, pero reitero que no para cargar a nadie, si no para acompañarlos en pequeñas caminatas por algunos senderos de la isla.

Hay otra cosa importante, y es que los burros, además de ser muy cariñosos, también son inteligentes, por lo que otra finalidad sería el poder realizar clases de terapia con niños y mayores. Una vez habilitado el lugar para tal fin, estos animales entrarían en contacto con las personas, que los puedan acariciar, que se produzca y se desarrolle una complicidad mutua.

De hecho, en su momento en la isla hubo un proyecto enfocado a un Centro de Interpretación del burro, de la cabra canaria...la intención era la creación de un espacio en el que focalizar las especies autóctonas, pero no se llegó a realizar.

Su abono en fincas

- ¿Qué supone el burro para la tierra? ¿Juega el mismo papel que otros animales en cuanto a su abono se refiere?

- Por supuesto. Ante esto, existen un montón de posibilidades. Se puede criar un burrito y aprovechar su abono, además si tienes una finca, pues sería muy necesario. Ahora mismo hay terrenos en los que los vehículos no pueden entrar, y por tanto, no se puede trasladar el abono, que estos animales estén presentes en las huertas siempre y cuando sean bien cuidados, supondría una tierra rica en nutrientes.

En la misma línea, también podemos afirmar que se encarga de limpiar las malezas de la tierra, para posteriormente cultivarla. Aquí hay que tener en cuenta que como te decía previamente, hay tierras que no podrían utilizarse de no ser por ellos, al no llegar maquinaria y demás.

- Con todo lo que me comentas, y de lo que siempre hemos sido testigos, es que se trata de un animal muy trabajador ¿Por qué razón no se le ha considerado como se merece?

- El burro ha sido la clave para el desarrollo de la vida de nuestros abuelos, las tierras antes se podían cultivar gracias a ellos. Lo que no se debe hacer es abusar del trabajo y esfuerzo de estos animales. Precisamente, para recuperar y mantener esta especie es que cada determinado tiempo nos visita un veterinario que se encarga de controlar la producción y bueno, visualiza que la gestación se está llevando a cabo correctamente.

Procreación de la especie

Procreación de la especie- Aníbal, eres veterinario, pero llevas diversos años investigando en esta temática gracias a una tesis doctoral. ¿Qué se está haciendo ahora mismo por la especie?

- Se está practicando en otras islas la inseminación artificial en ellos, se obtiene el semen del burrito, en el mismo periodo de tiempo en el que la burrita está en celos, ya que no puede ser en cualquier momento y en torno a los dos meses, se hace una ecografía para comprobar si finalmente los resultados son positivos. Quiero destacar que en esta isla aún no se ha hecho, al ser la población muy reducida. Por eso, hay que continuar trabajando en ello, ya que antes se deben tener en cuentas otras aspectos como las líneas genéticas, para así poder hacer los cruces a conciencia.

Se trata de aumentar la especie y prueba de ello es que un vecino acaba de traer nueve ejemplares de Fuerteventura, además, al no estar vinculados entre sí, pueden ser sementales perfectamente.

- Aníbal. ¿Cuando resaltas que se debe continuar trabajando en ello se debe al coste que esta inseminación supone?

- No tanto al plano económico, si no en el sentido de la investigación. El principal problema aquí es que para sacarle el semen al burro se necesita una burra en celos justo en dicho instante. Al igual que en las cabras se ha programado una hormona para que salga un celo en ese momento, en el caso de los burros y las yeguas no. Por eso, es que la tarea ahora se encuentra en esta labor.

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