Los pescadores recreativos se oponen al Parque Nacional Marino y votarán “No”

El colectivo ya ha dado muestra de su fuerza en manifestaciones anteriores.

Juan Ignacio Viciana

Valverde —

Los pescadores recreativos de la isla de El Hierro están en contra de la declaración del Parque Nacional Marino en Las Calmas en sus actuales términos y van a votar “No” en la consulta popular que prepara el Cabildo de El Hierro. El motivo: “La pesca recreativa está prohibida en el Parque, 21 hectáreas, una superficie casi tan grande como la Isla. Lo de los 100 metros de diámetro alrededor del Faro para poder pescar es para taparnos la boca”, dice Antonio Grillo en nombre de las asociaciones de El Reboso y Marmullos.

El Hierro tiene más de 1.200 licencias de pesca recreativa, lo que la convierte en la isla de Canarias con el mayor número de pescadores en relación con la población residente, y eso tiene consecuencias.

El colectivo ya ha tenido diversas reuniones con los responsables del Ministerio de Medio Ambiente y la propuesta para aceptar el Parque siempre ha sido la misma: “Que declaren toda la Isla Parque Nacional Marino si quieren, pero permitan la pesca en las condiciones que tenemos en la actualidad. Y además regulada por la Comunidad Autónoma de Canarias, que es con quien nosotros podemos debatir y llegar a acuerdos. Porque con Madrid no tenemos nada que hacer. Al Gobierno y regional y a los gobernantes locales sí podemos presionarles un poco para que las leyes sean consecuentes. Pero contestaron que no”.

Antonio Grillo explica que “basta con cambiar un artículo de la Ley por las circunstancias especiales de El Hierro: es una zona donde hay pesca recreativa y vive gente que históricamente se ha dedicado a ella de una forma respetuosa con el medio, y se les va a declarar Parque Nacional Marino. ¿Cómo han justificado que puedan pescar los profesionales? ¿Porque es artesanal? Pues que digan también que la pesca recreativa es artesanal”.

El portavoz de los pescadores señala que “el Parque toca tierra desde La Restinga hacia el Oeste en la Punta de Tejeda y se prolonga por ahí hasta El Verodal, pasando por el Faro de Orchilla. Y en toda esa zona estaría prohibido pescar de orilla. Han dejado sólo un punto, en la laja del Faro, con un radio de cien metros. Es una incongruencia que dejen pescar a los recreativos en un punto y en el resto no. ¿Qué va a hacer la gente? ¿Concentrarse todos ahí?”.

Y desde barco sería todavía más difícil: “El barco tendría que salir por la bocana del muelle y alejarse de los límites del Parque Nacional. Hacia la zona de Las Playas el tiempo lo hace imposible. Y alejarse tanto de la costa para salvar los límites del Parque lo hace inviable por la profundidad que se alcanza en seguida”.

Antonio Grillo insiste: “La Ley dice que sí cabe la pesca profesional porque la considera artesanal: el puyón, la currica, los tambores según ellos, las nasas para el camarón, todo artesanal... Y nosotros nos preguntamos, ¿quién produce más daño? ¿Un pescador profesional con su barco o nosotros con una caña? Si ellos son artesanales, nosotros también”.

El portavoz de las asociaciones El Reboso y Marmullos advierte que además del Parque hay una Zona Periférica de Protección (ZPP) que tienen un régimen jurídico especial destinado a protegerlo: “La ZPP va desde la Punta de La Paloma en El Verodal, el límite exterior serían 12 millas, y llega hasta la Punta de Ajona. Y si un día se les ocurre que en la ZPP tampoco se puede pescar, nos encontramos con que sólo podríamos pescar en el Norte de la Isla”.

La ZPP se extiende un kilómetro hacia adentro donde el Parque toca tierra, “y toda esa superficie terrestre sería intocable. Nada de hoteles en el Faro ni cuestiones similares. Todo el futuro de la zona de La Restinga quedaría coartado”.

Antonio Grillo termina recordando que el documento del Ministerio de Medio Ambiente “dice que el lugar es idóneo para declararlo Parque Nacional Marino porque existe mucha vida marina. Y es evidente que es así, pero tan evidente es eso como que esa vida marina existe pescando nosotros. Todos hemos sido respetuosos con el medio. ¿Quién produce más agresión al medio? ¿Nosotros con una caña o el profesional que pesca a diario y tiene que vivir de eso?”.

Y también que “el parque lo han intentado poner en varias partes de la Península y se han opuesto los pescadores profesionales a los que no iban a dejar entrar porque tienen arrastreros. Aquí, como la pesca es artesanal, les dejan. Y es lógico que ellos estén a favor porque les viene bien, sería como un coto privado para ellos”.

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