Cada viernes, el ministro de Cultura y portavoz del Gobierno, Iñigo Méndez de Vigo, nos deleita con unas recomendaciones culturales tras el Consejo de Ministros.
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El ministro recomienda: tres artistas emergentes
La idea del portavoz del Gobierno de cerrar el Consejo de Ministros con recomendaciones culturales nos parece tan excelsa que abrimos un espacio para reseñarla como se merece
Muchos saben que le gusta Cine de barrio, que ganó el premio de periodismo Salvador de Madariaga y que, en su humilde opinión, el problema de la Universidad española es que le sobran los estudiantes, jóvenes que tendrían el futuro más asegurado si tuvieran el sentido común de hacer Formación Profesional. Lo que no sabe tanta gente es que Íñigo Méndez de Vigo y Montojo, ministro de Educación, Cultura y Deporte, portavoz del Gobierno y IX Barón de Claret, cierra cada viernes el Consejo de Ministros con una rueda de prensa, y que cierra la rueda de prensa con una recomendación cultural.
No sólo es música. Es más, casi nunca es música. Al ministro le gustan las cosas sencillas que alumbran los corazones sencillos. Por eso empezó su sección el pasado enero recomendando una visita a Caravaca de la Cruz por el Año Jubilar. La semana pasada recomendó una visita a Orihuela, Alicante, con motivo de la “Primavera Hernandiana” con la que el municipio celebra el 75º aniversario de la muerte del poeta.
El ministro se ha desmarcado como inesperado fan del poeta republicano, cuya obra “es ya legado común de todos” y cuya muerte a los 31 años en el reformatorio de Adultos de Alicante fue muy mala suerte, sobre todo para él. “No hay nada como devolver a la vida a nuestros poetas que leerlos”, terminó Méndez de Vigo un sentido recital, ajeno a la ironía. Si pensaban que los políticos no tenían sentimientos, sintonicen cada viernes el Consejo de Ministros y verán. Pero no empiecen el próximo que el ministro está de vacaciones. “Ustedes están devastados y yo, también”.
Además de las procesiones de Semana Santa que tienen “tanto patrimonio cultural” y un guiño a Julio Iglesias que preferimos no repetir, esta semana el ministro sugirió tres estrenos “realmente de lujo” en las instituciones más mimadas por los Presupuestos Generales del Estado: el Prado (46,2 millones), el Reina Sofía (38 millones) y el Thyssen, que este año sólo se lleva 5,2 millones porque es adoptado y ya le va bien.
“El tesoro de la Spanish Society es realmente excepcional”. Se refiere el ministro a recién inaugurada Tesoros de la Hispanic Society of America. Visiones del mundo hispánico en el Prado, que concentra doscientas de las obras más representativas de la centenaria institución neoyorquina fundada por el heredero del ferrocarril Archer Milton Huntington el 18 de mayo de 1904. Está dedicada al estudio de las culturas española y portuguesa y la de sus colonias perdidas en Latinoamérica, India y Filipinas.
Como ven, todo artistas emergentes. Si se quedan en Madrid y eligen una aventura más incendiaria, más contemporánea o simplemente menos colonialista, el Palacio Velázquez, en el Retiro, acoge la primera exposición antológica de Franz Erhard Walther en nuestro país. Y La Casa Encendida presenta su Generación 2017, una nueva muestra de artistas menores de 35 años donde podrán descubrir antes que el ministro a las promesas de la vanguardia local.
Cada viernes, el ministro de Cultura y portavoz del Gobierno, Iñigo Méndez de Vigo, nos deleita con unas recomendaciones culturales tras el Consejo de Ministros.