Pocas veces asistimos al hecho insólito de que se apruebe una ley diseñada, presentada y defendida por un partido de la oposición y que, a los pocos días de su aprobación, una delegación del Gobierno vasco se vaya a Sanghai,! a China! a presentarla en una cumbre de la UNESCO; el partido del gobierno, el PNV, y el gobierno de Urkullu han hecho suya la ley del PSE-EE aprobada en el Parlamento vasco sin ningún voto en contra.
Esta ley responde a la estrategia europea 2020 para el conjunto de la Unión Europea. Es la primera del Estado y toda una referencia que debe/ puede ser tenida en cuenta por otras comunidades autónomas en el proceso de modernización y actualización permanente al que se deben ajustar nuestros sistemas educativos para responder a las necesidades educativas y formativas de los ciudadanos europeos del siglo XXI en una sociedad y en una economía del conocimiento avanzadas.
Los vascos, sin necesidad de convocatoria de referéndum alguno, seguimos ejerciendo día a día el derecho a decidir, cómo queremos que sea nuestra educación y nuestra formación profesional. Seguimos avanzando en Formación Profesional conformando y afianzando el sistema integrado de la nueva FP vasca, “marca de país”.
Si en la legislatura anterior, con los socialistas, se materializó la transferencia de las políticas activas de empleo, era procedente ahora avanzar en la integración de los subsistemas de FP a la par que nos insertábamos en la estrategia europea 2020 de aprendizaje a lo largo de la vida.
La aprobación de esta ley apenas ha tenido eco en los medios; porque no ha habido bronca. Nos debemos felicitar todos porque aquí, en Euskadi, tenemos una ley de consenso, un acuerdo; expresión manifiesta de una forma de hacer oposición, nítida, sí, pero responsable y constructiva de los socialistas vascos. Expresión del avance en derechos que supone esta ley que tiene como fin “garantizar a toda la ciudadanía vasca el acceso universal, y en condiciones de igualdad, al aprendizaje a lo largo de la vida y a la adquisición de las competencias básicas que precisa para su desarrollo personal y para la inclusión e integración social”. Porque la educación y la formación a lo largo de la vida es un derecho desde la cuna hasta la jubilación.
Hace tiempo que sabemos que se aprende en todas las etapas de la vida, y no solo por acciones formalizadas.; hay que desterrar la idea de que solo se aprende en la escuela o dentro del sistema educativo. Las personas aprenden también a través de la experiencia laboral, de la actividad vital que desarrollan (aprendizaje informal), de acciones formativas que directamente no conllevan certificación (aprendizaje no formal) o a través de aquellas que están reguladas y conducen a una certificación oficial (aprendizaje formal).
Se hacía preciso decidir un marco legal que impulsara y regulara un sistema eficaz de aprendizaje a lo largo de la vida en el País Vasco, que reforzara las posibilidades de acceso al trabajo y de integración social de los participantes en el mismo, y que los preparara para el envejecimiento activo en el futuro.
Esta ley consolida y afianza nuestra nueva FP, auténtica “marca de país”, con un sistema integrado de formación profesional que, desde el concepto de aprendizaje a lo largo de la vida, está capacitado para atender las necesidades de cualificación y recualificación del conjunto de la población vasca a lo largo de su trayectoria profesional, con independencia de su situación laboral .
Esta ley adquiere también el compromiso de impulsar un sistema de orientación a lo largo de la vida, integrando, desde el respeto a las competencias de las distintas instituciones (Empleo, Educación, Diputaciones, Ayuntamientos…) las actividades de orientación desarrolladas por los distintos organismos con competencias en la materia.
Entre las novedades más destacadas está la creación del Consejo Vasco de Aprendizaje a lo Largo de la Vida como lugar de encuentro para detectar las necesidades de formación, coordinar la oferta de las distintas instituciones y agentes, públicos y privados, y evaluar los resultados. Asimismo, se le da el espaldarazo legal al Instituto Vasco de Educación a Distancia (IVED) en el que se integran los organismos de la enseñanza no universitaria como el Centro Vasco de Educación Básica a Distancia (CEVEBAD), y los Institutos de Bachillerato a Distancia de los tres territorios.
Para acabar, y aunque en el conjunto de la ley pueda tener un carácter anecdótico, quiero poner en valor que con esta ley se habilita el mecanismo para poner fin a un anacronismo, a una anomalía histórica, puesto que, por fin, el centro municipal de FP de Llodio se incorporará a la red pública. Para ello se autoriza a la Administración educativa a suscribir un convenio con el Ayuntamiento de esta localidad alavesa para la integración del Centro Municipal de Formación Profesional en la red de centros públicos. Con ello la red pública vasca se refuerza y acaba con una anomalía histórica que nunca debió producirse. Esperemos que el desarrollo normativo se acelere y se pueda contar con dicho centro para el próximo curso 2014/2015.
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