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“Varias potencias libran una guerra geoestratégica en Siria, pero los únicos muertos son los sirios”

Leila Nachawati posa en Kiwera, Uganda, con dos líderes de la comunidad. ( foto cedida por Leila Nachawati)

Natalia González de Uriarte

Leila Nachawati, activista y especialista en comunicación y derechos humanos en Oriente Medio y norte de África, ha hablado en Vitoria del conflicto que vive Siria. Nachwati, de padre sirio y madre gallega, ofrecía ayer una charla enclavada en el ciclo de conferencias “Periodismo a pie de calle”, horas después del supuesto ataque químico en Damasco en el que murieron al menos 1.300 personas. Esta profesional, colaboradora de eldiario.es, asegura que lo que se libra en suelo sirio “es una guerra geoestratégica en las que están implicadas varias potencias internacionales, pero las únicas víctimas que caen son los sirios. El resto de las partes no sufren las bajas”, denuncia.

Pregunta. Los mecanismos de represión del régimen sirio han sometido al país a un aislamiento durante décadas hacia el resto del mundo. Usted lo ha vivido, ¿Cómo lo han conseguido?

Respuesta. Las dictaduras más eficaces son aquellas de las que nunca oímos hablar. Un ejemplo claro es Corea del Norte. Siria es otro caso similar, era el reino del terror. Ha logrado aislar a los ciudadanos entre ellos. Los padres no hablan enfrente de sus hijos en sus hogares nada relacionado con política, ni con la figura de los Asad por temor a que los niños, adoctrinados en los colegios, lo comenten fuera de casa y les denuncien. Los padres temen a los hijos, los familiares se temen entre sí, los vecinos… Los taxis están llenos de informadores, si te subes a uno más vale que guardes silencio con respecto a temas políticos (…). Por otro lado han tejido un cierre total hacia el exterior. Los periodistas no entran sino es de la mano del régimen que los acompañará simpre en una visita guiada impidiéndoles ver nada más que los que ellos consideran noticiable. Los que acceden de forma clandestina se juegan la vida.

P. ¿Cuál fue el detonante del alzamiento del pueblo sirio contra el régimen después de tantos años de sometimiento?

R. El efecto contagio o despertar. Cuando salen a la calle los tunecinos para demandar cambios a una dictadura enquistada durante décadas los sirios se ven reflejados en un espejo, fue el empujón que necesitaban. Pero hay un caldo de cultivo diferente en cada país. En Túnez pudo ser el vendedor de verduras que se inmoló; en Egipto el joven asesinado por subir unos videos sobre los abusos de las fuerzas de seguridad, que se convirtió en un icono nacional. En Siria, pudo sentar un precedente la detención de la bloguera más joven que se ha detenido nunca, de 17 años, Tal Al-Mallouhi, de origen palestino que todavía está desaparecida. No sabemos si la retienen viva. Entonces se produjo un estallido.

P. Al poco tiempo se sumaron a esas revueltas agentes externos, según aseguran los expertos, interesados en instrumentalizar el conflicto. Y llegaban provistos de armas ¿Fue entonces cuando se desató el caos?

R. Sí, pero el régimen no se ha centrado en atacar las formaciones de resistencia armada, que fueron posteriores a los levantamientos populares. Por ejemplo, pasaron más de seis meses hasta que se creó el ejército sirio libre, una estructura un tanto desorganizada impulsada por soldados disidentes que se negaron a disparar contra su propio pueblo. Lo que el gobierno de Bashar al Assad se ha esforzado en reprimir son todas los movimientos de expresión ciudadana. Iban a por blogueros, periodistas, cantantes, raperos. El cantante Ibrahim Qashoush, al poco de hacerse conocido por que sus canciones se coreaban en las manifestaciones contra el régimen, apareció asesinado y con las cuerdas vocales extraídas. Estas brutales agresiones y torturas son muy comunes. A los periodistas que graban les arrancan los ojos, a los escritores les cortan las manos. Es una forma de sadismo simbólico, una metáfora macabra, aniquilar cualquier forma de expresión ciudadana contraria al régimen. Se ensañan con los líderes del movimiento de la resistencia pacífica. Con ellos han sido especialmente crueles porque es precisamente el discurso de la no violencia lo que más daño les puede hacer. Ellos pueden legitimar la lucha contra una resistencia armada pero cómo se legitiman luchando contra ciudadanos que se limitan a hablar y enarbolar flores. Así que los combaten tratando de erradicar estos movimientos.

P. La frase repetida por todos, si cae Damasco, cae Siria. El régimen luchará con todas sus armas para evitarlo. Ya lo ha hecho supuestamente con el gas sarín. ¿Es vital el poder en la capital?

R. Los activistas de Damasco han intentado concentrar la mayor parte de las manifestaciones en los lugares céntricos de la capital. Se desplazaban allí en autobuses repletos procedentes de todo el país. Pero eran interceptados en el camino por las fuerzas del ejército, los detenían y torturaban para prevenir lo sucedido en Túnez y en Egipto, esas aglomeraciones reivindicativas y multitudinarias de ciudadanos. Si se concentran un millón de ciudadanos en la principal plaza de la ciudad, el gobierno cae. Se esforzaron por evitar esto. Ese el núcleo fuerte de Asad. Allí se levantan todos los edificios del gobierno, las sedes militares, es una zona muy controlada. En los suburbios ha habido más focos de resistencia que les ha costado controlar. Son enclaves liberados, el régimen sale de esa zona por tierra aunque continua con los bombardeos por aire. Todas las zonas que se van liberando de su poder, directamente las destruye. Arrasa todo lo que hay ahí. La distinción entre civiles y no civiles allí no existe en Siria. Así lo han hecho y esta vez usando gas sarín en los barrios de la periferia.

P. ¿Lo cree una casualidad o un ataque premeditado que han hecho coincidir con la visita a región de los observadores de la ONU?

R. Es muy difícil hablar de hechos comprobados es semejante caos. La propiaero o puede acercarse a comrbar el origen de los gases.tampoco iene a la ONu wuiere s en los lugares centl rructura del jercit ONU que está allí no puede acercarse a comprobar el origen de los gases. Pero lo que ha demostrado el régimen sirio es que no hay líneas rojas en la comunidad internacional. No hay ningún dispositivo efectivo que garantice la protección de civiles. La comunidad internacional dio un cheque en blanco al régimen sirio para cometer todas esas atrocidades al marcar ese límite que no debían traspasar, el uso de las armas químicas. Pero ayer se usaron en plenas narices de la ONU dejando. No se puede negar esta evidencia, han demostrado que la comunidad internacional ni puede ni quiere hacer nada. La ONU es papel mojado. Haga lo que haga el régimen sirio no existen líneas rojas y se refuerza antes sus seguidores al demostrar que tiene a la ONU en su territorio y es incapaz de pararles los pies.

P. La reacción ante esta matanza de la comunidad internacional ha sido muy comedida aunque de manera unilateral los posicionamientos de Alemania, Francia o Turquía han sido más rotundos. ¿Confía en que se produzcan cambios en unos días cuando se pronuncien otros actores como Obama?

R. Creo que no hay líneas rojas y va a seguir sin haberlas. Los derechos humanos y la defensa de los civiles no son un criterio tampoco para EEUU que, con su política mantenida hasta el momento, da a entender que no tiene ningún interés de implicarse en el conflicto. Irán respalda al régimen sirio, Siria ahora mismo es Irán y nadie se atreve a plantearse un enfrentamiento abierto con Irán, nadie quiere abrir esa caja de pandora. En tierras sirias se libra una guerra geoestratégica en las que están implicados Irán, Arabia Saudi, Rusia por la parte que le toca, EEUU de forma más o menos pasiva... Pero las únicas víctimas de ese pulso son los sirios, el resto de las partes no sufren las bajas.

P. ¿Y qué papel ha jugado el régimen sirio en ese pulso?

R. El régimen ha pulsado todas las teclas para que esto se convierta en un conflicto sectario. El régimen se esfuerza en transmitir el mensaje de que su gobierno es el único que garantiza que los sirios no se maten entre ellos, que las minorías sobrevivan gracias a su actuación vigilante. Pero eso no es cierto. Siria es la cuna de las civilizaciones. Ha habido cristianos desde siempre, judíos, musulmanes de todas las concesiones, que han convivido y se han entendido. La división que se plantea no es la del status quo que es la familia del régimen, sus satélites y el resto de la población sino que se hace una lectura religiosa del conflicto. Se ha cumplido el sueño del régimen sirio. El régimen se ha presentado como garante de esta coexistencia entre culturas y religiones que ya era natural y este discurso ha calado Y también ha calado en gran parte de la población siria y entre el resto del mundo.

P. ¿Y por qué ha calado tan fácilmente una visión, en principio, tan simplista?

R. Occidente está convencido de que los árabes están programados para el enfrentamiento sectario porque la imagen que se ha ofrecido de los países de esa región siempre se ha distorsionado. Siempre ha querido relacionarse con imágenes de extremismo y de situaciones de violencia, ciudadanos que siempre reaccionan con agresividad, hasta el punto que desde occidente se les ve de una forma deshumanizada como decía el ensayista Edward Said. Esa distancia que se establece hacia el otro diferente, al que vemos como algo exótico y deshumanizado, favorece la tolerancia hacia esos crímenes contra la humanidad que se da a unos metros más abajo del estrecho. Hay una empatía con las víctimas del maratón de Boston que no existe con los niños de Siria. Además es un conflicto enquistado, que se repite y que se ha caído de la agenda mediática, porque si continuas haciendo una atrocidad durante suficiente periodo de tiempo, el mundo se acostumbra, ya lo decían autoridades israelíes. Se trata de perpetuar esa atrocidad hasta que se normaliza.

P. ¿Qué le cuenta los familiares y amigos que conserva enSiria?

R. Están en el centro de Damasco, en la zona más protegida por el régimen. Ya no sabe uno que es mejor. Estar en las zonas liberadas te somete a bombardeos pero ¿quién quiere estar sometido al control del régimen en plena guerra abierta?. Así que muchos familiares han huido a Jordania, a zonas cercanas y otros, en Damasco, sobreviven como pueden. Estos últimos me decían hace unos días en nuestra última conversación que había dejado de oír bombardeos y esto les provocaba un nerviosismo añadido. Se han acostumbrado al sonido de las bombas y psicológicamente les provoca más inquietud el silencio total.

P. ¿Cómo ve el futuro de Siria?

R. Tal y como yo la conocí, yo crecí allí, ya no existe y tardará mucho en recomponerse porque las heridas que han sufrido son muy intensas, muy profundas. Me sorprende hasta qué punto los sirios han resistido todos las intentos de volverlos unos contra otros

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