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Tengo 12 años y bebo alcohol

El PP avisa de la "extensión" del botellón y reclama a Espadas que "se implique personalmente"

Iker Rioja Andueza

Las fiestas de La Blanca en Vitoria son una referencia para los jóvenes alaveses y, dentro de ellas, la bajada de Celedón es el evento con mayor público. De cara al 4 de agosto de 2017, el Ayuntamiento realizó una potente campaña publicitaria para evitar que se llevaran botellas de vidrio a la plaza. En los mensajes institucionales, sin embargo, no había ningún advertencia de los riesgos del consumo de alcohol. En la semana grande vitoriana no hubo cortes por las botellas, pero se registraron 125 intoxicaciones etílicas. En esas mismas fechas, el equipo de Vicente Fernández en Sasoia completaba una encuesta entre estudiantes alaveses de ESO con una conclusión demoledora: la media de inicio en el consumo de bebidas espirituosas es de 12 años y cinco meses y a los 15 más del 80% ya lo ha probado.

La Diputación de Álava ha hecho público este trabajo este jueves. Han sido un total de 2.023 los alumnos encuestados sobre sus hábitos en relación al alcohol. Proceden de 14 localidades, aunque cabe matizar que no se ha medido el fenómeno entre los adolescentes de la capital.

La encuesta revela que el 62% ha probado el alcohol, porcentaje que se eleva a casi el 90% a partir de los 15 años. La edad media del inicio en el consumo se establece en los 12 años y cinco meses y “entre los 12 y 13 años se incrementa un 48% el porcentaje” de quienes beben. Ellos se inician antes, pero a partir de los 13 años las mujeres beben más.

El consumo medio es “mayoritariamente bajo” entre quienes beben, si bien un 7,3% ha superado en un día los 200 gramos, el equivalente a 20 cañas. Siete de cada diez jóvenes asegura no haberse emborrachado nunca, si bien hay más chavales que admiten haberse dado un “atracón” (cinco o más bebidas en un período corto) que los que aseguran haber alcanzado el estado de embriaguez. 269 de los 2.023 jóvenes consultados, de hecho, se hallan en situación de riesgo de alcoholismo, según el test de Audit homologado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Y no sólo es cuántos consumen, sino qué toman. El 'kalimotxo' (23%) y la cerveza (11,6%) quedan relegados por destilados de alta graduación (32,9%) u otros licores algo más suaves (28%). En su mayoría, los jóvenes acceden a las bebidas dentro del grupo de amigos (61%), pero en el 18,9% de los casos son padres y madres quienes proporcionan el alcohol a sus hijos.

Según el estudio, la familia es un “factor de prevención”. “Las madres y padres que no beben o lo hacen con moderación tienen hijos que les imitan y tienen consumos más bajos. De ahí la importancia de activar a las familias como uno de los motores más potentes en la prevención del consumo de alcohol en menores”, valora la Diputación. La diputada foral de Servicios Sociales, Marian Olabarrieta, ha subrayado con los datos en la mano que beber “tiene repercusiones en la salud y desarrollo de la persona” y ha deseado que esta encuesta permita “crear un espacio de reflexión” para impulsar “alternativas saludables” en el ocio juvenil.

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