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El conductor alega que prohibió subir a la mujer con velo integral por “seguridad”

Natalia González de Uriarte

Vitoria-Gasteiz —

“El conductor sintió miedo hacia la mujer, que iba totalmente cubierta de negro con un velo integral que imposibilita su identificación. Para velar por la seguridad de él mismo y de los pasajeros del autobús, le impidió el acceso”. Así lo ha relatado la gerente de la compañía de transporte municipal de Vitoria, Mª José Ajuriaguerra en una comparecencia ante losmedios en el Ayuntamiento.

Y la explicación ha generado debate. ¿Por qué el conductor no impidió el paso durante la celebración de la fiesta de Halloween a todos los que iban cubiertos totalmente y era imposible su identificación? La pregunta la ha lanzado el concejal de EH Bildu, David Pina, en su intervención en sala de prensa para contestarla acto seguido él mismo. “Este episodio es fruto del caldo de cultivo del alcalde. Lo ha propiciado con sus declaraciones xenófobas”.

El concejal ha hecho estas tajantes declaraciones no sin antes advertir que ha de respetarse la presunción de inocencia y los derechos del trabajador del servicio de transportes. Y a estos derechos del empleado se ha aferrado el Gobierno popular para mantener un postura prudente sobre lo ocurrido. Se ha limitado a trasladar esa primera versión del conductor y a abrir un expediente informativo al mismo para aclarar los hechos. No han entrado a valorar- como le han reclamado algunos periodistas- la actitud del chófer, si es racista y si está provocada por la escalada de xenofobia que vive la capital vasca desde que su alcalde, Javier Maroto (PP), señaló a los “muchos magrebís” como defraudadores de las ayudas sociales.“ A Tuvisa no le corresponde entrar a hacer declaraciones de esa índole. No estamos en disposición ni tenemos la capacidad de hacer declaraciones previas a la conclusión del proceso informativo” ha contestado Idoia Garmendia, la presidenta de Tuvisa tras la petición de los medios.

Cuando dispongan de conclusiones después de haber escuchado la versión oficial del conductor, que dispone de un plazo de quince días para trasladarla por escrito- es cuando se tomarán las medidas disciplinarias o sanciones, si es que los hechos las merecen. De momento, el trabajador continúa en su puesto y así va seguir.

Lo que sí está claro es que no actuó conforme a reglamento- “aunque eso no suponga haber cometido una infracción”- ha matizado Garmendia. En su artículo 75 el reglamento de Tuvisa contempla cuatro supuestos para impedir el paso al autobús de los usuarios y el argumentado por el conductor no es uno de ellos.

Horas depués de producirse esta comparecencia en sede municipal,en el programa Sin Ir Más Lejos, de ETB-2, el conductor de autobús ha señalado: “No soy racista”. “Quienes me califican así es que no me conocen”, ha dicho. Según su relato, se encontraba a los mandos del autobús en la parada de la plaza de San Antón cuando una mujer “completamente tapada y con un carrito” intentó subir por la parte de atrás del bus. “No le abrí la puerta”, ha explicado, al tiempo que le impidió el acceso porque “no se le veía nada. Era más que un burka, ni siquiera tenía esa rejilla que algunos tienen para los ojos”, ha detallado. Tomó la decisión, apunta, “por mi seguridad y por la de mis viajeros”.

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