ELA y LAB se la juegan con una huelga que intenta recuperar la movilización social
ELA y LAB han apostado muy fuerte con la huelga general que han convocado para el próximo jueves 30 de mayo. Entre otras demandas, las dos centrales exigen el mantenimiento del Estado del Bienestar, para lo que es necesario levantar un muro de contención contra los recortes. Si al anterior Gobierno vasco ya le saludaron con un paro general sin casi tomar asiento, al actual del lehendakari Iñigo Urkullu le han dado al menos cinco meses de margen. El reto de las centrales nacionalistas se centra ahora en superar la movilización social registrada en la última huelga que organizaron, la del pasado 26 de septiembre, que fue del 20% según Gobierno vasco y patronal, y del 70% si se atiende a algunas cifras de los convocantes.
La movilización social que consigan será el mejor termómetro para comprobar la fuerza que mantienen estas centrales (ELA es la primera por delegados y LAB la tercera). En su esfuerzo no contarán con Comisiones Obreras y UGT. A pesar de que los discursos de fondo de los cuatro sindicatos sobre el diagnóstico es compartido, la unidad de acción es imposible. Es más, el bloque nacionalista incluso exhiben como marca de identidad lo que les diferencia. Otra incógnita es qué harán ELA y LAB con su demostración de fuerza dado que se niegan a participar en los órganos de diálogo social. ¿Cómo canalizarán esa fuerza?
ELA y LAB acusan al Gobierno vasco que dirige el PNV de hacer “seguidismo” de los recortes de Madrid y le piden que cambie su política económica, que a su juicio, beneficia a la patronal. Junto a las centrales nacionalistas, también participan en la protesta sindicatos más pequeños o sectoriales como ESK, STEE-EILAS (enseñanza), ENHE (agricultura), HIRU (transporte) y CNT, así como diversos organismos sociales. El único partido que la apoya es EH Bildu, que se ausentará del Parlamento el jueves, día habitual de pleno.
Sin acuerdo en los servicios mínimos
Euskadi ha vivido ocho huelgas generales desde que comenzó la crisis en el 2007. La convocatoria lleva el lema ‘Eskubide sozial eta laboral duniak-Derechos sociales y laborales dignos. Por un modelo propio en Euskal Herria’.
Como en las últimas ocasiones, no ha habido acuerdo sobre los servicios mínimos que se realizarán ese día. Los sindicatos los tachan de “abusivos”. Por ejemplo, los servicios mínimos fijados obligan a los centros hospitalarios a contar con la plantilla habitual de un festivo, mientras que en la atención primaria se contará con el personal que habitualmente trabaja los sábados.
Para el sector del transporte como Euskotren, Metro Bilbao, tranvías o autobuses, se fija el personal equivalente al 30 por ciento del servicio en días laborales. En el ámbito educativo, se garantiza el acceso a los alumnos en todos los centros no universitarios públicos, privados y concertados, con un miembro del equipo directivo y un subalterno, y en las guarderías y en la universidad, un coordinador o un conserje.