“En la novela negra española no hay sitio para psicópatas como Hannibal Lecter”
En un momento de pleno apogeo de la novela negra a nivel mundial, Lorenzo Silva reclama una mirada hacia el “territorio natural” de la novela negra española, caracterizada por personajes como los buscavidas, la picaresca, relatos del lumpen y el submundo criminal. Y en esa línea, advierte contra la deriva hacia el espectáculo en la que parece estar cayendo el género policiaco a nivel mundial. “En la novela negra española no hay sitio para psicópatas como Hannibal Lecter”, señala Silva, quien ha ofrecido una conferencia en Vitoria en la que ha defendido “el peso de la tradición”.
“Escribir género negro en la España del siglo XXI supone asumir el peso de una realidad y el peso de una tradición. Una realidad globalizada, pero que sigue muy condicionada por la idiosincrasia local. Seguimos siendo el lugar de Lazarillo y nunca, pese a quien pese, seremos el de Hannibal Lecter”, en referencia al psicópata que protagoniza El silencio de los corderos. Aunque Silva es un escritor variopinto, su serie policiaca es la que le ha catapultado a la fama. En sus novelas negras, una pareja de miembros de la Guardia Civil (Bevilacqua y Chamorro), alejados del estereotipo de miembros de la Benemérita, llevan el peso de la investigación en lo que supone una reivindicación de este cuerpo. “En España, la Guardia Civil nunca había protagonizado una novela. Ningún escritor la había utilizado. Cuando empecé en la novela policiaca necesitaba un personaje original, que no estuviera ya exprimido. Y casi por azar surgió la idea de una pareja de guardias civiles. Pero sin tricornio. En ese primer crimen, aparece muerta una turista en una cala de Mallorca y mandan a dos miembros del cuerpo desde Madrid a investigar”.
“Por desconocimiento”, añade, “la gente tiene una imagen de la Guardia Civil que no se corresponde con la realidad. Como abogado puedo asegurar que el protocolo que maneja en cuanto a los derechos fundamentales de los detenidos es de los mejores”. Su novela El alquimista impaciente, protagonizada por Bevilacqua y Chamorro, recibió el Premio Nadal en el año 2000.
Sin relación con los asesinos en serie
España ofrece una “realidad muy rica y con argumentos sorprendentes” como caldo de cultivo de la novela negra, pero sin relación con la tradición estadounidense de ‘serial killers’. “La delincuencia violenta ha bajado. Pensé que con el aumento del paro, de la desigualdad y teniendo en cuenta que cada vez la gente está más enfadada, los crímenes violentos iban a subir. Pero no ha sido así. Lo cierto es que solo han repuntado los suicidios. La inmensa mayoría de los crímenes violentos se produce entre las pareces del hogar. Hombres que matan a sus mujeres y viceversa; padres que matan a hijos y al revés….El lugar más peligroso es tu propia casa. Lo más parecido a un asesino en serie que ha habido en España es el Arropiero y el del naipe que, por cierto, es un persona muy básico que solo da para escribir un folleto de él. En ningún caso un libro”.
Frente a la ausencia de asesinos en serie, Silva ofrece la posibilidad de escribir de corrupción. “Aquí sí que no hay que importar ningún tipo de historia de fuera. Además, contamos con jueces, fiscales, policías, guardias civiles que cuentan con el respaldo de la ciudadanía para investigar. Gracias a la presión popular y a que se ha puesto el foco sobre el dinero público, quien administra los recursos de todos ya no puede decir que no sabe lo que está firmando”.
