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Euskadi baja de los 200.000 trabajadores en la industria por primera vez

La industria es el motor de la economía vasca.

Eduardo Azumendi

“Sudamos y sudamos para alcanzar la meta volante, pero lo importante es el final de la etapa”. Íñigo Calvo, profesor de Deusto Business School, recurre a este símil ciclista para advertir a las administraciones y a la sociedad en general de que “ya no es suficiente pensar en el día día, hay que prever a medio y largo plazo”. Sobre todo, por lo que se refiere a la industria, el tractor de la economía vasca. Por primera vez desde que se registran estadísticas, la industria bajó el pasado año de los 200.000 trabajadores ocupados.

“Tenemos una industria reconvertida y avanzada, pero la caída en la ocupación es una señal temprana de que hay que empezar a cambiar las cosas. Es algo que preocupa. Hay manufactura avanzada, nuevos sectores de actividad estratégicos como la biotecnología, biociencia, donde Euskadi podría aportar mucho. Hay sectores donde debemos orientarnos”, recalca Calco, uno de los expertos consultados por el Parlamento para conocer las claves de la evolución económica en la comunidad autónoma.

“Los puntales de la economía vasca precisan de una actualización. Hay que hacer mejor los deberes. Dos tercios de las exportaciones vascas van a Europa. Pero ahora decir Europa es como si dices Sevilla porque la Eurozona es un mercado interno. Hay que pensar en nuevos países. Si no se toman medidas ahora, en 2025 lo lamentaremos”.

Con un 16% de paro, Euskadi mira con cierto alivio al resto de España, que ronda el 24%. ¿Por qué esa diferencia? “Ese desacoplamiento se debe al mayor peso de la industria en el País Vasco, el gasto en innovación, la internacionalización e incluso un índice de natalidad más bajo”. Sin embargo, el 64,24% son parados de larga duración (108.000 parados) y “miles de ellos se van a cronificar en esa situación”, advierte Calvo.

“La administración y la sociedad sufren de miopía y cortoplacismo Hay que ver toda la carrera y pensar a medio plazo. Con la actual recesión estamos más preocupados por las metas volantes y menos por la meta final”, subraya el profesor.

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