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Ni folletos, ni regalos ni besos: Euskadi se prepara para sus elecciones más extrañas

Montaje de un mitin del PNV en la anterior campaña electoral para las generales de 2019

Iker Rioja Andueza

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Las elecciones vascas del 12 de julio serán extraordinarias. También las dos semanas anteriores de campaña electoral. Cualquier parecido con la normalidad política anterior será una simple coincidencia. Poco a poco se van conociendo detalles de cómo será el dispositivo especial, cuyo “objetivo fundamental” es combinar “salud pública” y “derecho al sufragio con garantías”. Por el momento, el llamamiento a utilizar el voto por correo está funcionando y ya se ha “multiplicado por ocho” la demanda en los primeros días. También se ha acordado abrir 41 centros de votación nuevos y reubicar otros 100 para evitar aglomeraciones. Queda prohibido que el candidato de turno bese niños o estreche la mano a pensionistas. Y nada de entregar rosas, mecheros o simples folletos. A la hora de acudir a las urnas, la mascarilla sólo podrá ser retirada “momentáneamente” para asegurar una correcta identificación del votante.

Las consejeras de Salud, Nekane Murga, y de Seguridad (competente en materia de procesos electorales), Estefanía Beltrán de Heredia, han presentado este lunes un reglamento con “directrices sanitarias” para los comicios y que ha sido elaborado por el equipo del viceconsejero de Salud, Iñaki Berraondo. El Gobierno vasco ha agradecido la colaboración de municipios y organismos del Estado como INE o Correos a la hora de definir este necesario que todavía está sujeto a algunos cambios.

Aunque el listado completo aún no está definido en Bizkaia y Gipuzkoa -sí en Álava- se abrirán 41 colegios electorales nuevos, 6 en Álava, 27 en Bizkaia y 8 en Gipuzkoa. El total será de 761 puntos, con 2.678 mesas. Además, otros 100 tendrán nueva ubicación para buscar emplazamientos más accesibles y espaciosos o, directamente, para sacar a los votantes de centros de mayores. “La ciudadanía deberá leer con atención la tarjeta censal”, ha pedido Beltrán de Heredia, que confía en tener ya cerrado esta semana el listado definitivo y el número -importante- de personas que tendrán que cambiar de punto de votación por esta vez.

Con carácter previo al domingo electoral, todos los centros se desinfectarán y se señalizarán circuitos y puntos de espera. En la entrada habrá gel hidroalcóholico y se pide evitar aglomeraciones e incluso “corros”. Se ha desechado la idea de fijar franjas horarias finalmente porque “contraviene el derecho de los electores a utilizar todo el horario”. Lo máximo que puede hacerse es pedir públicamente “que se eviten esos momentos de máxima aglomeración” y dar “prioridad” a grupos de riesgo o embarazadas.

Habrá que estar el mínimo tiempo posible en el colegio, tocar las mínimas superficies posibles y no entregar ni el DNI ni el sobre con las papeletas a los miembros de la mesa, que llevarán protecciones y estarán separados entre sí metro y medio al menos. Tras mostrar el DNI, y con el ánimo de constatar una identidad, se podrá retirar “momentáneamente” la mascarilla pero “manteniendo la distancia de seguridad en todo momento”. Durante el día, urnas, cabinas y mesas se limpiarán con regularidad.

El presupuesto total de la convocatoria, previsto en 6 millones de euros, podría incrementarse en un 10%, aunque debido también a los gastos del inicio del proceso anterior de cara al 5 de abril luego paralizado por la pandemia. Los incrementos se deben a la dotación de medidas especiales de protección y limpieza. Seguridad admite que el coste medio de montar cada mesa electoral ha subido en 95 euros, hasta los 300. Pero la retribución de los vocales se queda fija en 85. Ante el escepticismo que pueda generar la designación como miembro de una mesa en el actual contexto y encima en un domingo de mediados de julio, el Gobierno vasco recuerda que es un “deber cívico” y que operan las exenciones habituales, que se resolverán “caso por caso” desde la Junta Electoral correspondiente. La seguridad se incrementará en el escrutinio, para el cual se proporcionará una mascarilla mejor (modelo FFP2) y guantes de nitrilo.

Una de las palancas para evitar aglomeraciones se basa en potenciar el voto por correo, hasta ahora residual. La consejera de Seguridad ha constatado que, en unos pocos días, la proporción de solicitudes ha pasado de 1 a 8 y se seguirá incidiendo en ello con campañas institucionales. Además, para agilizar su tramitación, se ha reforzado la competencia de los trabajadores de Correos para que puedan dar fe de los votos en los propios domicilios y evitar su entrega en las oficinas. Igualmente, el Gobierno recuerda que en casos justificados por motivos médicos existe la posibilidad de delegar el voto con un apoderamiento ante notario. 

Pero no sólo cambiará la votación, sino la propia campaña. Adiós al “contacto personal” y a la “entrega en mano de cualquier tipo de objeto o folleto”. El Gobierno recuerda a los candidatos que sus mítines tendrán que tener aforo limitado, que el público estará sentado y distanciado y que habrá controles de acceso. Habrá que proporcionar gel, papeleras sin tapa y garantizar la limpieza previa y posterior de los locales utilizados. 

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