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Gipuzkoa flexibiliza su postura pero evita decir dónde invertirá su parte

Aitor Guenaga

Después de la tormenta, llega la calma. Gipuzcoa optó ayer por mostrar una cara más amable tras la agria polémica desatada en torno a la reunión de la pasada semana sobre al acuerdo entre Gobierno vasco y diputaciones para relanzar la economía y crear empleo aprovechando la mayor capacidad de gasto gracias a la flexibilización del déficit. La diputada de Hacienda de Gipuzkoa, Helena Franco, reconoció que se habían producido “avances” y que las tres diputaciones ya pueden trabajar sobre un documento concreto sobre el plan anticrisis que ayer les entregó el consejero de Hacienda, Ricardo Gatzagaetxebarria. Todas la partes se comprometieron a estudiar el texto y, en su caso, presentar contrapropuestas. La semana que viene se volverán a reunir.

En principio, el fondo para el plan con el que se a trabajar con las diputaciones se elevaría a 180 millones de euros, según se precisó ayer, de los 230 que llegarán vía emisión de deuda una vez que se produzca la anunciada flexibilización del déficit para España. Al término de la reunión, que duró hora y media, Gatzagaetxebarria se mostró “satisfecho” y aseguró que no contempla la posibilidad de que la Diputación que dirige Martín Garitano se descuelgue del plan anticrisis. El fondo de 180 millones de euros forma parte del plan de reactivación económica y empleo anunciado por el Gobierno autonómico, que en total estará dotado con 245 millones de euros.

El día comenzó con el anuncio por parte de la Diputación de Gipuzkoa de que acudiría a la reunión vespertina por “responsabilidad política e institucional”, según explicó el propio Garitano. El anunció precedió a la reunión celebrada por la tarde entre el consejero de Hacienda, Ricardo Gatzagaetxebarria, y los diputados de Hacienda de cada provincia para abordar cuestiones “técnicas” derivadas de la 'mesa institucional' celebrada el pasado miércoles.

Definir los criterios de reparto del fondo

Gipuzkoa explicó que iban a acudir a la cita porque “necesitan información directa” relativa a cuestiones como la financiación, porque son “muy importantes”. Pero también señaló antes de la reunión que no entrarán en el debate de a qué proyectos destinará la capacidad de endeudamiento como resultado de una hipotética flexibilización del déficit porque, a su juicio, ésa no es una negociación a abordar por los territorios, sino por los partidos. Asimismo, ha precisado que los proyectos de gasto deben decidirse en el Parlamento vasco y en las Juntas Generales.

Helena Franco, la diputada foral de la Hacienda gupuzcoana, explicó su posición: Gipuzkoa está a favor de repartir el límite del déficit, aunque habrá que ver “qué criterios” se van a seguir y si los mismos van a suponer “una medida coyuntural o una línea para el futuro”. Vino a decir que endeudamiento sí, pero “controlado”, y que había que abrir el otro debate que el lehendakari hurtó la pasada semana en la reunión: el de la nueva fiscalidad. De hecho, tras la reunión, Franco precisó que ahora lo que toca es precisamente definir los criterios de reparto del fondo y recordó que la flexibilización del déficit “no da dinero, sino margen para el endeudamiento”, y habrá que ver “qué instituciones se van a endeudar” o si se recurrirá a títulos o préstamos, etc“. Los representantes de Hacienda de Bizkaia y de Alava evitaron valorar el encuentro de ayer.

En principio, los 330 millones vía emisión de nueva deuda que puede suponer relajar el déficil de los 0,7% iniciales al 1,2% se repartiría de la siguiente manera: el 70% para el Gobierno vasco y el 30% restante a dividir entre los territorios histórico -según lo establecido en la Ley de aportaciones- en un 15% para Bizkaia, un 9% para Gipuzkoa y casi un 6% para Alava.

Garitano había comparecido por la mañana junto a Helena Franco, para explicar su participación en el encuentro, tras la polémica surgida en torno a la mesa institucional que convocó la pasada semana el lehendakari Urkullu. La cita acabó con un acuerdo para que las diputaciones se beneficiaran de la flexibilización del déficit que decidirá la UE a finales de este mes, pacto que negó al día siguiente la Diputación de Gipuzkoa. La polémica subió de tono tras las declaraciones efectuadas por el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, en las que aseguraba que la próxima vez sería mejor que desde Gipuzkoa mandasen a las reuniones al “comandante Permach” y en las que llegó a comparar el comportamiento de su homólogo de Gipuzkoa con el “caos absoluto” de la revolución bolivariana de Venezuela. Para Garitano, “cuando se agota el discurso político, los argumentos suelen dar lugar a ocurrencias” y, en el contexto actual de crisis, “no hay lugar para la ocurrencia”, en alusión al cruce de declaraciones de los últimos días.

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