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Un encuentro “fructífero” en el que Urkullu escuchó críticas de las víctimas del terrorismo
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha mantenido esta tarde un encuentro discreto con representantes de asociaciones de víctimas del terrorismo de todo el Estado. Una sesión de trabajo “constructiva y fructífera que ha servido para otorgar un reconocimiento institucional a las asociaciones y para reflexionar conjuntamente sobre la cuestión 'Víctimas y Sociedad'”, según ha informado el Gobierno vasco.
En la reunión celebrada esta tarde en Lehendakaritza han participado once asociaciones de víctimas que han tenido la oportunidad presentar al lehendakari sus experiencias y opiniones.
El clima del encuentro ha sido “cordial” y ha puesto de manifiesto la pluralidad de las reflexiones planteadas. El Ejecutivo ha escuchado y tomado nota de las inquietudes expresadas durante la reunión y espera que se pueda “profundizar en la interacción y la unión entre víctimas y sociedad”.
Entre las asociaciones que han participado en esta sesión de trabajo se encuentran las asociaciones de Víctimas del Terrorismo de Extremadura, Andalucía, Canarias y Valencia. También han acudido la Asociación Santiago Apóstol Víctimas del Terrorismo, la AVT, la plataforma APAVT, ASERFAVITE, ZAITU COVITE y la Asociación 11-M.
La presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (COVITE), Consuelo Ordóñez, ha advertido al lehendakari, Iñigo Urkullu, de que el final de ETA debe plantearse “mediante la ley y la Justicia”, y no a través de “atajos”. Además, le ha reclamado que “deje de cuestionar” los operativos policiales contra la banda.
Ordóñez --junto a representantes de otras asociaciones de víctimas-- se ha reunido este jueves con el lehendakari, a quien ha entregado un ejemplar del Código Penal, según ha informado Covite en un comunicado.
La presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (COVITE), Consuelo Ordóñez, ha advertido al lehendakari, Iñigo Urkullu, de que el final de ETA debe plantearse “mediante la ley y la Justicia”, y no a través de “atajos”. Además, le ha reclamado que “deje de cuestionar” los operativos policiales contra la banda.
Ordóñez --junto a representantes de otras asociaciones de víctimas-- se ha reunido este jueves con el lehendakari, a quien ha entregado un ejemplar del Código Penal, según ha informado Covite en un comunicado. El texto entregado a Urkullu incluye una dedicatoria en la que Ordóñez le invita a dejar de actuar como “un político” y a pensar “en las próximas elecciones”, para pasar a comportarse “como un estadística” que trabaja por “las nuevas generaciones”.
Además, en el Código Penal entregado al lehendakari aparecen resaltados los artículos en los que se tipifican los distintos delitos de terrorismo, incitación al odio y los delitos de lesa humanidad.
Ordóñez ha exigido al lehendakari que el Gobierno vasco deje de “cuestionar los operativos policiales practicados contra ETA”. Covite también ha reprochado a Urkullu la “condescendencia” de su gobierno con la celebración de actos en memoria de las víctimas “en los que sólo se guarda silencio, pero no se exige una condena expresa del terrorismo”.
En opinión de esta asociación, este tipo de actos es “un brindis al sol que perpetúa un contexto presidido por el cinismo y una visión instrumental de la violencia”.
Por otra parte, ha criticado que el informe del Gobierno vasco sobre los crímenes terroristas sin resolver incurra en una “falta de rigor”. El trabajo -a su juicio- “refleja situaciones falsas”, ya que “da por resueltos casos en los que ni siquiera hay sentencia, como el asesinato de Juan Carlos García Goena a manos de los GAL”.
Covite ha pedido que el Gobierno vasco “colabore en la construcción de una memoria veraz sobre la historia criminal de ETA”. Además, le ha solicitado que promueva la colocación de placas en todos los lugares en los que se han perpetrado asesinatos terroristas en Euskadi.
La delegación de este colectivo ha advertido a Urkullu de que “la sociedad aún está esperando que el Gobierno vasco retire su apoyo público a los verificadores internacionales” sobre el desarme de ETA, a quienes reprocha su “falta de legitimidad y profesionalidad”.
