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Guerra institucional por el futuro de Inbiomed

Garitano exige al Gobierno vasco "implicación" en Inbiomed porque su "inacción" le aboca a una situación "insostenible"

Aitor Guenaga

Bilbao —

Desde que pasado mes de junio estallara la situación agónica del centro Ibiomed, dedicado a la investigación y desarrollo y la medicina regenerativa e inmerso en ERE que ha supuesto el despido de 12 trabajadores, el Gobierno vasco había lanzado duras críticas contras las instituciones guipuzcoanas, en manos de Bildu, pero no había dado ningún paso para salvar uno de los centros punteros de investigación en Euskadi. De hecho, la propia Obra Social Kutxa, reclamó entonces a las instituciones públicas un compromiso económico. Un salvavidas para hacer frente a las dificultades económicas que les “obligan” a recortar su financiación de los 1,4 millones de euros contemplados para el ejercicio de 2013, hasta los 350.000 euros que finalmente aportarán este año. El presupuesto mínimo, según los trabajadores, es de 2,4 millones de euros al año.

Ahora, transcurridos casi cinco meses desde que estalló la crisis en Inbiomed, el Departameto que dirige Arantza Tapia, consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, remitió ayer una propuesta por escrito en la que el Ejecutivo se comprometía a realizar un “apoyo puntual y extraordinario” de 400.000 euros para este año y de 350.000 para 2014, siempre que se cumplan determinados requisitos indispensables, según el Gobierno vasco.

Entre otras condiciones, el Departamento que dirige Tapia exige un proceso de reestructuración del centro que implicará el “cierre de aquellos grupos de investigación” que “no resulten viables”. El plan de viabilidad del centro deberá estar confeccionado en un plazo máximo de tres meses. Además, la propuesta del Gobierno incide también en la responsabilidad económica de los patronos del centro -DFG y Kutxabank- a los que obliga a que concreten una aportación mínima de 1,050 millones de euros para 2014. De hecho, Tapia asegura haber cumplido con los “compromisos financieros adquiridos” en los presupuestos de 2013 y ha señalado a los patronos del centro como “los únicos responsables de la situación” que arrastra Inbiomed.

Despidos y meses sin cobrar

Tapia había negado recientemente el “abandono” del que se le acusa por parte de la diputación guipuzcoana y había aludido a la “incapacidad” de las instituciones públicas guipuzcoanas para sacar el centro adelante. “Estamos trabajando con ellos, pero que los máximos responsables de ese centro asuman su responsabilidad y no miren para otro lado”, había señalado.

Garitano no tardó ayer ni una hora en responder al movimiento del Ejecutivo para evitar que la crisis del centro no tuviera ya retorno posible. Sobre el compromiso de aportación del Gobierno vasco ha señalado que le “parece insuficiente sobre todo teniendo en cuenta que la Diputación de Gipuzkoa va a poner este año 700.000 euros sin ser competente en el caso”. “Cuando hablamos de valor estratégico, de punta de lanza, las grandes palabras tienen que ir acompañadas de hechos económicos en este caso”, censuró Garitano.

El Departamento de Tapia consideró “inaceptable” las acusaciones de Garitano de que la continuidad del centro dependía del Ejecutivo autonómico. “Qué actúe con responsabilidad de forma que antes de exigir soluciones a quien no corresponde, asuma sus obligaciones que como patrono tiene, por ejemplo, en el centro CIC Tourgune, donde aun no ha abonado la aportación que le corresponde”.

Los trabajadores esperan que la inyección de dinero público sirva para que puedan cobrar sus sueldos y que el centro sea viable. 20 meses después de proclamarse “un referente internacional” para 2015, Inbiomed se encuentra en situación de emergencia, con el despido de 12 trabajadores en el marco de un ERE que va a debilitar de manera extraordinaria la investigación. Dependiente de la Obra Social de Kutxa y dedicado a la investigación y la medicina regenerativa, va a reducir la plantilla del centro, de 43 trabajadores, y los salarios de los que queden. Los 12 despidos anunciados antes de verano corresponden a cinco postdoctorales, cinco técnicos de laboratorio y dos investigadores principales. Además, algunos investigadores llevan meses sin cobrar.

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