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IU dispondrá en el Parlamento de sólo un minuto para mostrar su posición contraria a los presupuestos vascos de 2020

Azpiazu y Martínez, sonrientes, durante la firma del acuerdo presupuestario

Iker Rioja Andueza

El grupo de Elkarrekin Podemos repartirá el próximo lunes su tiempo en la tribuna del Parlamento Vasco en el que será el primero de los dos plenos para la aprobación de los presupuestos de 2020. Por un lado, la parte mayoritaria representada por Podemos y Equo-Berdeak defenderá su posición de facilitar mediante una abstención las cuentas de 2020 del Gobierno de PNV y PSE-EE tras una negociación en la que han arrancado compromisos por valor de 201,5 millones, 88,9 en el primer año. Por otro lado, los dos representantes de IU votarán que 'no' al igual que el conjunto de la coalición en años anteriores. Por el formato del pleno, esta formación apenas dispondrá de un minuto para fijar postura.

La sesión del lunes debate las enmiendas de totalidad de EH Bildu y PP y vota después la devolución del proyecto del Gobierno, a la que se sumarán los dos escaños de IU mientras que los ocho de Podemos y el único representante de Equo se alinearán con los de PNV y PSE-EE. El reglamento fija turnos a favor y en contra de las enmiendas de totalidad y, ante la doble visión dentro de Elkarrekin Podemos, la coalición renunciará a intervenir. Sus representantes, por lo tanto, sólo participarán en el debate después de la votación en un pequeño espacio de explicación de voto de cinco minutos. Podemos utilizará cuatro y cederá a IU el último.

No es ni mucho menos la primera vez que Elkarrekin Podemos parte sus tiempos de intervención para que tengan cabida todas las voces de la coalición. En los grandes debates es habitual que el portavoz morado, Lander Martínez, deje un tiempo a Jon Hernández, de IU. Sin embargo, sí será la primera vez desde el inicio de la legislatura en 2016 en que ello se traducirá en un voto diferenciado. Es algo que está regulado en las normas internas de la coalición.

En este escenario, y en un clima de máxima cordialidad, el Gobierno y “el grupo parlamentario Elkarrekin Podemos” han sellado este viernes en el Parlamento el acuerdo político que permitirá la aprobación de los presupuestos. El formalismo ha llegado después del refrendo de las bases. Una y otra parte han querido dar al acto máxima solemnidad, para lo cual se ha habilitado la sala Tomás Moro del legislativo, en la que se ha instalado una ikurriña para que sirviera de fondo mientras el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, y Lander Martínez estampaban su firma en todos los documentos preparados tras varias semanas de negociaciones. Ningún representante del PSE-EE, el socio del PNV en el Gobierno, ha acompañado a Azpiazu, mientras que con Martínez sí ha estado el parlamentario de Equo, José Ramón Becerra, y las otras dos negociadoras, Cristina Macazaga y Rosa Martínez. 

El acuerdo arranca con un recordatorio de que ambas partes mantienen “sus propios postulados ideológicos, políticos y económicos” y con la premisa de que las partes acatan “los márgenes delimitados por las normas en materia de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera”. La valoración económica, como era conocido, se fija en 201,5 millones, 88,9 para 2020 y 112,6 para ejercicios posteriores hasta 2027. Entre las partidas de aplicación inmediata, Podemos y Equo han introducido en los presupuestos 6,7 millones para igualdad, 30,4 para emergencia climática y 51,7 para políticas sociales. En esta casilla se incluye la subida del 4% en la renta de garantía de ingresos

El documento del acuerdo se cierra con varias “pautas de actuación” que limitan el margen de oposición de “Elkarrekin Podemos”, al menos en materia económico. En 2020, la coalición no podrá presentar iniciativas que “desvirtúen” el acuerdo. Queda en el aire, por ejemplo, el apoyo inicial de Elkarrekin Podemos al abono de las cantidades pendientes al colectivo de docentes jubilados, algo no concretado en los presupuestos y que EH Bildu, PP y la propia IU continúan reclamando. Sea como fuere, como es habitual, se constituirá una “comisión de seguimiento” del pacto que se reunirá, al menos, una vez al trimestre.

Minutos antes de la firma, el Gobierno y Podemos ya habían mostrado su sintonía en un 'cara a cara' en la sesión de control que se ha celebrado en la Cámara. En respuesta a una pregunta de Martínez, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha valorado “muy positivamente” el pacto, que le permitirá completar la legislatura sin sobresaltos, por lo que queda descartado de momento el adelanto de las autonómicas. Urkullu se ha mostrado convencido de que  estos acuerdos “tendrán su continuidad”. “Cuidaremos el diálogo destinado a seguir construyendo Euskadi desde el trabajo en común”, ha prometido. Martínez, que no ha ocultado otros contextos de acuerdo como la alianza de PSOE y Unidas Podemos en el Congreso a la que previsiblemente se unirá el PNV, ha reiterado la “utilidad” de su formación. 

Si ahora Urkullu ha mirado a la izquierda para conseguir la mayoría de la que no dispone el Gobierno en el Parlamento, en la primera parte de la legislatura lo hizo a la derecha. El PP fue su socio y hoy las relaciones son bastante tirantes. El punto de inflexión fue la moción de censura a Mariano Rajoy apoyada por el PNV. Apelando a la “lealtad”, el líder de los 'populares', Alfonso Alonso, le ha regalado al lehendakari un ejemplar del nuevo libro del expresidente. Urkullu, sonriente, ha aceptado el obsequio pero ha respondido que su memoria es excelente para recordar los hitos más recientes de la política española.

EH Bildu, durante el pleno, también se ha referido al acuerdo presupuestario y ha centrado sus críticas en la subida de la RGI al considerarla muy lejana de los estándares que fijó en 2008 la ley de creación de esta prestación. Ander Rodríguez, pertrechado de varias gráficas, ha considerado que el acuerdo con Podemos y Equo deja las cuantías incluso peor que cuando era el PP el socio presupuestario. Ha indicado que se mantiene “una reducción del 25%” respecto a la ley a pesar de la mejora de 2020 y que “el presupuesto se reduce en 32 millones de euros” respecto a ejercicios anteriores, si bien el matiz es que ésta es una partida ampliable que se dota siempre que haya demanda porque la RGI es un derecho subjetivo.

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