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Marruecos expulsa a una delegación vasca de apoyo a mujeres saharauis

Natalia González de Uriarte

Una delegación compuesta por dos integrantes de la Red Vasca de apoyo a las Mujeres Saharauis, Gloria Guzmán e Irantzu Mendia, y por la técnica de Igualdad del Ayuntamiento de Getxo, Bizkaia, ha sido expulsada de Marruecos por las autoridades que han alegado que se trataba de “personas no gratas” para su país.

El suceso se registró en la capital administrativa del Sáhara Occidental el pasado 31 de julio, en El Aaiún. Nada más bajar del avión y entregar los pasaportes y la ficha de inmigración a las autoridades policiales del aeropuerto, “documentación perfectamente en regla”, las activistas constataron una serie de movimientos y actitud de los agentes que les pusieron sobre aviso. “Nos hicieron esperar en una sala y presenciamos una serie de idas y venidas que ya presagiaban ese desenlace. Finalmente, sin más explicación de que éramos consideradas personas no gratas para el país, nos obligaron a subirnos de nuevo al mismo avión en el que llegamos y en el que curiosamente había tres asientos libres. Son elementos que te hacen pensar que la decisión era premeditada”, relata para eldiarionorte.es Irantzu Mendia.

Este viaje a Marruecos de la delegación vasca se enmarca en el trabajo que desde hace años desarrolla la Red vasca de apoyo a mujeres saharauis en los campamentos de refugiados y en el Sáhara occidental. El objetivo de esta red vasca de apoyo es ofrecer acompañamiento en los procesos de empoderamiento de las mujeres que viven en los campamentos y en los territorios ocupados.

No es la primera vez que se topan con la prohibición de entrada de las autoridades. “En julio del 2014 ni siquiera pisaron suelo marroquí. No lograron bajar del avión”, recuerda Mendia que en ocasiones anteriores sí ha conseguido entrar en Marruecos. “Estos sucesos no van a impedir que sigamos desarrollando nuestro trabajo ni en los campamentos de refugiados ni en el Sáhara occidental. Para nosotras se trata de un rechazo más pero no nos olvidemos de que la gente que está allí vive sin libertada de expresión, manifestación ni reunión, por no hablar de las violaciones a los derechos humanos que se cometen con total impunidad y sin muchas reacción a nivel internacional. Debemos seguir trabajando allí en defensa y apoyo a esa población sometida”, asegura Mendia.

En cualquiera de las visitas organizadas por la Red Vasca de apoyo a las Mujeres Saharauis, las activistas desplazadas han constatado un “constante seguimiento y vigilancia extrema” por parte de la Policía hasta el punto de que en determinados momentos les ha impedido realizar su cometido. “En enero nos citamos con un grupo de mujeres locales en una casa que acabo prácticamente sitiada por las fuerzas de seguridad. Nos rodearon con furgonetas y arrojaban piedras a los cristales de las ventanas. Finalmente las mujeres no pudieron entrar”, relata Arantxa Chacón, integrante de la red de apoyo que suele viajar como observadora jurídica. “Lo peor es la violencia con la que tratan a las mujeres de allí”, añade.

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