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“Muchas empresas se han hecho adictas a la contratación temporal”

Lanbide es la institución que gestiona la Renta de Garantía de Ingresos (RGI).

Eduardo Azumendi

Los malos datos del paro registrado en las oficinas de Lanbide en el mes de agosto (con 2.549 desempleados más respecto al mes anterior) ha encendido las alarmas de los sindicatos. Sin embargo tanto la patronal como desde el Gobierno vasco tratan de relativizar los malos datos atribuyéndolos a la acusada estacionalidad del mes de agosto, que conlleva la paralización de algunos sectores de actividad.

Por eso, recuerdan que no hay que perder de vista la “positiva evolución” que está teniendo el mercado laboral en el último año, con casi 10.000 parados menos y 17.000 afiliados más a la Seguridad Social que hace un año.

Pero los sindicatos no lo ven de la misma manera. La secretaria de Política Sindical de UGT-Euskadi, Maribel Ballesteros, considera que los malos datos se deben en buena medida a que “muchas empresas se han hecho adictas a la contratación temporal”. “Sea para un empleo fijo o no, lo primero que realizan las empresas es un contrato precario”, lamenta. “Mientras a las empresas les sea más barato defraudar en contratación que pagar la multa si les pillan, seguirá existiendo precariedad”.

Y es que en el mercado laboral abundan los contratos a tiempo parcial y eventuales. Un 39 % de los contratos revisados por la Inspección de Trabajo son irregulares debido, principalmente, al número de horas contratadas -tiempos parciales- que no correspondían a las efectuadas, y al carácter temporal de los contratos cuando debían ser indefinidos por la característica del puesto de trabajo“.

El director de estudios del sindicato mayoritario, ELA, Mikel Noval, ha destacado que, por encima de que unos meses haya malos o buenos datos, subyace un problema estructural, que es “el empobrecimiento de la clase trabajadora, más allá de la propaganda que nos dicen que estamos fenomenal”.

“Tenemos un nivel de paro superior a la UE, más precariedad, contratos de tipo parcial que afectan sobre todo a las mujeres y un 60 por ciento de desempleados que ya no percibe prestaciones. Necesitamos un cambio radical en las políticas que influyen en el empleo y la precariedad”, ha recalcado Noval.

Mayores de 45 años

Especialmente preocupante resulta la situación laboral de las personas mayores de 45 años, ya que se ha constatado que su estado ha empeorado severamente desde la última crisis. Hay dos razones principales para este empeoramiento. Por un lado, mucha gente mayor de 45 años perdió su trabajo. Y en segundo lugar, este colectivo tiene ahora una dificultad añadida para encontrar un empleo, entre otras cosas, porque el mercado de trabajo los excluye ante otros candidatos y candidatas más jóvenes.

Un informe elaborado por Lanbide sobre la situación laboral de los mayores de 45 años refleja que la tasa de paro estadístico de este colectivo se sitúa en el 9,8 %, mientras que la tasa para el conjunto de trabajadores y trabajadoras se sitúa en 11,2 %; el de la juventud en 20,3 %; y para los que tienen entre 25-44 años en el 12,2 %. Es decir, que si se observa solamente la tasa de paro, se aprecia que este colectivo está mejor que otros. Pero esa es la única 'noticia buena'.

Si se cambia el enfoque y se comprueba cómo ha evolucionado la tasa de paro a lo largo del tiempo, donde más ha subido es en el colectivo de los mayores de 45 años: han multiplicado por cinco la tasa de paro que tenían. En Euskadi, más del 46 % de los parados registrados en Lanbide tienen más de 45 años. Si no se ponen medidas, pronto serán más de la mitad.

El problema más grave de este colectivo es que les cuesta mucho más que al resto encontrar un empleo. Si se quedan en paro o nunca han trabajado, y quieren entrar en el mercado laboral, les cuesta mucho y lo tienen difícil. Además, parece que cuanto más tiempo pasan en el paro más difícil les resulta volver al mercado laboral.

Según los datos de Lanbide, en 2017 el plazo medio de búsqueda de empleo para los mayores de 45 años se sitúa en 1.254 días, mientras que la media total es de 912 días, de 612 días en el caso de personas entre 25-44 años, y 315 días en los de 16-24 años.

Además, casi la mitad de los parados de este colectivo son de larga duración, lo que significa que llevan más de un año buscando empleo (y el 35,51 % más de 2 años). En cambio, en los menores de 45 años los parados de larga duración no llegan ni al 24%.

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