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“Las mujeres estábamos en una línea aceptable de empleo, pero nos metieron el tijeretazo”

Matilde Elexpuru, presidenta de la Asociación de Empresarias y Directivas de Bizkaia.

Laura Murillo Rubio

Bilbao —

La presencia de mujeres en los ámbitos de decisión de las empresas vascas apenas llega al 25%. Es un reto social que empezó a ser abordado antes de que la crisis económica arrasara con las políticas de igualdad, pero que en la actualidad ha sufrido otro retroceso. “Esto es como la pescadilla que se muerde la cola”, reconoce Matilde Elexpuru, presidenta de la Asociación de Empresarias y Directivas de Bizkaia (AED), sobre el parón que en los últimos tiempos ha vuelto a castigar en términos laborales a las mujeres. “Si tienes consejos de dirección en los que domina el número de hombres, difícilmente van a pensar esos hombres en mujeres. Eso es lo que hay que romper. Las empresas con mujeres líderes buscan mujeres”, asegura Elexpuru, que aboga por implantar un sistema de cuotas que incorpore por Ley la presencia de mujeres en puestos directivos empresariales, tal y como hizo Noruega y aplicará ahora también Alemania.

Desde 1995 que se constituyó la AED hasta ahora, ¿qué es lo que todavía se les resiste a las empresarias vizcaínas?

El famoso techo de cristal se nos resiste y se nos va a resistir muchísimo porque mientras no se implante una obligatoriedad, mientras lo que haya sólo sean consejos no vamos a avanzar. Estamos avanzando poquísimo. En este momento, el 60% de la gente que está en la universidad son mujeres, por lo que estamos en un momento de muchísima preparación que podría haber sido bueno porque hay muchas más mujeres preparadas, pero coincide con la innombrable, con la crisis. Esto está dejando fuera del mercado laboral a muchísimos estudiantes, tanto hombres como mujeres, pero esa penetración que podría haber habido en puestos de universitarias bien preparadas ahora está muy detenida, con lo cual, otra vez volvemos a sufrir otro retroceso.

En ocasiones, se ha criticado que la crisis ha tenido bastante que ver con un modo patriarcal de entender la economía. ¿Hubiese sido distinto si gobernasen más mujeres?

Una cosa es el Gobierno y otra cosa es el gobierno de las empresas, es decir, los gobiernos y la economía. En los gobiernos se está viendo que están llegando ya mujeres, pero es la economía realmente la que manda y en la economía, normalmente, está muy mimetizado. O sea, si tienes consejos de dirección, comités o puestos directivos en los que domina el número de hombres, difícilmente van a pensar esos hombres en mujeres, lo más normal es que sigan pensando en hombres. Eso es lo que hay que romper. Las empresas con mujeres líderes buscan mujeres. Una mujer en un puesto de dirección va a buscar también mujeres, pero si no las hay, lo va a tener mucho más difícil ese consejo para que haya una implementación a no ser que empecemos a implantar las cuotas, como se ha hecho en algunos países nórdicos como Noruega, que es un país ejemplar en este tema. Me parece que se implantó en el 2002 y se puso hasta el 2008 para conseguir que en las grandes empresas el 40% del consejo de dirección estuviera ocupado por mujeres. Y dos años antes lo habían conseguido. Lo bonito de este tema ha sido que la reputación de esas empresas ha crecido, es mucho mejor que la que tenían antes. Entonces, su manera de funcionar y su economía también. Esto ha hecho que empresas que no son tan grandes hayan imitado el ejemplo.

Alemania ha seguido ese modelo e implantará una cuota obligatoria del 30% de mujeres en las cúpulas de las grandes empresas. Si no lo cumplen, esos puestos quedarán vacantes y las corporaciones se expondrán a sanciones. ¿Ve extrapolable esta iniciativa de Merkel?cuota obligatoria del 30% de mujeres

¿Por qué no? Si Alemania lo está haciendo ya, que ha tardado en copiar el ejemplo de Noruega,  que ha sido el primero y realmente bueno, perfectamente es extrapolable a otros sitios. El problema no está en las mujeres, sino en que no haya habido obligatoriedad y que los hombres que ocupan esos puestos no han dado esos pasos. Lo que tenemos que ver es a qué se llaman sanciones, es un tema delicado, pero tendríamos que verlo, habría que adaptarlo. No tendríamos por qué tardar en aplicar este modelo si es bueno y sus resultados han sido buenos. Aquí tendríamos que copiarlo inmediatamente. Ha sido una buena noticia.

El Gobierno vasco dice que no saldremos de la crisis hasta 2020, pero ha prometido creación de empleo neto en 2015. ¿Cree que se cumplirá esta promesa?

Esto no es una promesa, es un vaticinio optimista sobre el que creo que también hay que dar este tipo de inyecciones a la sociedad en general porque sino es que nos derrumbamos. Pero los índices sí dicen, por ejemplo, con respecto al paro que va a bajar algún punto, de modo que sí parece que va a mejorar un poco. Estamos hablando sólo de décimas, pero tampoco empeora y esa es otra de las visiones que tenemos que tener en este asunto que es muy duro. Sobre todo, el paro juvenil y el paro juvenil de las mujeres es un hándicap muy difícil porque estábamos en una línea aceptable de empleo pero nos metieron el tijeretazo. Vamos a mantener la esperanza a ver si mejora.

¿Qué opina sobre el programa de Podemos? Más banca pública, derecho al crédito y semana laboral de 35 horas. ¿Cómo afectaría a la estructura empresarial?

Ahora mismo no me sé el programa de Podemos porque acaba de salir, pero lo que sí opino es que no debemos analizar Podemos, sino por qué está Podemos ahí. Qué nos ha pasado o qué ha pasado a la gente que estaba mirando a unos conjuntos muy corrompidos. De ahí, lo normal es que haya respuestas y Podemos es una respuesta a esto que se nos rompe y que lo estamos viendo. Un posible ascenso al poder de Podemos está por ver, pero cómo afectaría a la estructura empresarial no lo puede decir nadie porque este programa acaba de salir y habrá que ver cómo lo redondean. Sólo han salido unas ideas básicas. Lo que sí parece evidente es que se van a fraccionar mucho las  organizaciones, los estamentos de Podemos van a tener que estar decididos entre muchos más elementos de los que había antes y eso es una cosa nueva porque aquí estábamos casi en un bipartidismo. Entonces ese sí que va a ser un experimento, si sigue adelante con su ascenso, claro. También estoy segura de que las grandes empresas privadas no se echarán a temblar en caso de que ganen, pero es una opinión mía.

Desde Confebask siempre han dicho que gracias a la internacionalización se han salvado muchas empresas. ¿La supervivencia pasa por la fusión con la industria extranjera?

No tiene por qué ser exactamente fusión, pero sí es cierto que para poder internacionalizarse hay que superar unas barreras. Es decir, las pymes y micro pymes lo van a tener muy difícil, pero si se agrupan entre ellas se puede llegar a conseguir tener un tamaño medio como grupo empresarial y poder acudir a los mercados extranjeros. De hecho, en la internacionalización es verdad que aquellas empresas que ya habían iniciado  estos procesos, les está yendo bastante mejor que las que están llegando ahora un poco tarde, pero llegando que es necesario. No tiene por qué ser una fusión en sí, ahora también se habla mucho de colaboraciones, de clústeres o de agrupaciones. No tiene por qué desaparecer la pequeña y la mediana empresa, sino ¿qué haríamos con el emprendizaje que empieza por pequeños tamaños?… Eso hay que animarlo.

¿Qué le parece la decisión de ELA y LAB de no tomar parte en la Mesa de Diálogo Social?

Ellos decidirán lo que les parezca pero, la verdad, que no estén sentados en la Mesa todos los estamentos que tienen que estar, no augura nada bueno. Para el problema de la negociación colectiva tendrán que inventar algunos mecanismos para superarlo porque empieza a ser traumático. No te puedo decir cuáles.

El gasto en innovación cae año tras año en Euskadi desde 2006, a pesar de que los expertos aseguran que la investigación científica y el desarrollo tecnológico deben ser la apuesta para salvar los malos momentos…

Esto se da evidentemente por falta de recursos. Es una pescadilla clarísima… Si no tenemos presupuestos que destinen recursos o nos han metido el tijeretazo, nos toca menos, investigamos menos y así nos quedamos.

En Euskadi, las mujeres emprendedoras representan el 34% del total de personas que emprenden su propio negocio. Aún siguen siendo menos que los hombres…

Sí, pero asistimos a un crecimiento exponencial importante. Desde nuestra asociación estamos viendo un esfuerzo tremendo de las mujeres en el emprendizaje. Estamos muy metidas en ese asunto porque colaboramos en diversos programas y hay unas mujeres magníficas que nos están dando unas lecciones. No las que están emprendiendo ahora mismo, sino las que ya llevan un poco de tiempo como un año o dos y están aguantando con mucha valentía, coraje y unas ideas estupendas.

La presencia de las mujeres en los ámbitos de decisión de las empresas vascas no es superior al 25%. ¿Por qué ocurre esto? ¿Se debe a una cuestión cultural o de mitos?

La cuestión cultural es importantísima. Es una cuestión educacional y social porque esto es un reto social, no es solo una cosa que se aprende en la universidad o que se mete por cuotas, esto tiene que ir imbuido. Es un aprendizaje desde pequeños el tema de la igualdad que nos puede llevar al tema de la posibilidad de ser lo mismo que un hombre en cualquiera de los puestos del desarrollo laboral y llegar incluso a los puestos directivos.

¿Es mayor el nivel de exigencia de las mujeres en puestos directivos?

Todo se debe al modelo que hemos comentado antes. Los hombres se fijan más en los hombres, quizá sea una falta de atención más que de exigencia. Es un modelo que cuesta abandonar. Aunque eso sí, la autoexigencia es una espada que llevamos clavada encima, nos autoexigimos mucho más.

¿Dónde diría que las mujeres gozan de una mejor situación en términos laborales?

En el norte tenemos alguna ventaja con respecto a otras comunidades. Tal vez, por la industrialización, por el PIB de las regiones del norte. Eso quizá nos ha llevado a tener una cultura un poquito más adelantada. Pero, desde luego, que no estamos al nivel de Noruega. Para dar un paso adelante hay que hacerlo legislando y con cuotas. A la gente le da un poco de miedo el tema de las cuotas pero es que si no arrancamos por ahí, no llegamos a los números que queremos. Quedan muchas cosas que sin ser paternalistas se podrían hacer y ahí tenemos los modelos nórdicos. Son un gran ejemplo desde hace tiempo. Y es curioso porque ha llevado a un país como Noruega a que su problema de natalidad no tenga nada que ver con el problema que tenemos en Euskadi en este momento, que es muy gordo. Entonces aquí hay contradicciones que si se arreglan serían muy buenas para estos temas.

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