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Los dos nuevos brotes hospitalarios en Euskadi ponen en alerta a los sanitarios: “Volvemos con lo mismo”

Sanitarias del hospital de Basurto preparan unas muestras

Iker Rioja Andueza

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Los profesionales de Osakidetza están de nuevo en alerta tras detectarse dos brotes hospitalarios este fin de semana, el más numeroso en el hospital de Basurto (Bilbao), con 10 positivos hasta el mediodía de este lunes, una cifra que se ha elevado a 21 este martes por la mañana, y otro en Txagorritxu (Vitoria), con 4 casos. En el segundo caso, donde un estudio de seroprevalencia a toda la plantilla situó la incidencia real de la pandemia en un 10,36% del personal, hay sanitarios que aguardan en casa hasta completar su segunda cuarentena. Ambos focos han obligado a realizar más de 150 test y en las próximas horas se irán actualizando los balances de positivos. No se descarta que haya noticias respecto a otro gran centro hospitalario de Euskadi, aunque el Departamento de Salud ha optado por la cautela hasta tener todos los datos.

Las autoridades sanitarias investigan el origen de los dos focos de Basurto y Txagorritxu, que han disparado el R0 –el indicador que mide los casos derivados de un positivo– claramente por encima de 1 por vez primera desde finales de marzo. En el centro de Vitoria, el 'caso cero' es un paciente de unos 40 años de Oncología que llevaba ingresado desde finales de abril. Las hipótesis de su positivo son tres: que llegase contagiado y diera un falso negativo en el preceptivo control de entrada –improbable por el tiempo transcurrido y porque hubo un segundo test antes de una intervención–, que el contagiador llegara de fuera del centro o que fuera un profesional.

Se investiga si, efectivamente, un familiar que visitó la planta de Oncología lo hizo con fiebre. De los cuatro positivos, dos son enfermos de ese ala, la tercera es una enfermera y el cuarto es un visitante. “En el tranvía hay controles aleatorios de temperatura. Para entrar aquí no hay nada”, apunta un profesional de Txagorritxu que ha estado en primera línea durante estos meses. La consejera de Salud, Nekane Murga, ha concedido que habrá que regular de manera más estricta las visitas mientras el coronavirus siga siendo una amenaza e incluso ha lanzado la idea de hacer una PCR a todas. Y se asume que durante dos semanas los profesionales aislados, aunque estén dando negativo, estarán de baja. Se les repetirá la PCR en unos días y, si es negativa, se reincorporarían tras 14 días completos sin presentar ningún síntoma.

El equipo de rastreo de casos –una de las cualidades de Euskadi valoradas por el Ministerio de Sanidad para el sucesivo cambio de fases– se enfrenta ahora con su prueba de fuego. En el caso de Txagorritxu, el enfermo visitó al menos las plantas tercera y sexta y el hospital de día para los diferentes tratamientos. Trabajadores de mantenimiento y técnicos han demandado a Osakidetza que también les practiquen las pruebas como a sus colegas médicos o enfermeros ya que han estado en su habitación o en radioterapia. En las habitaciones, la rotación de compañeros de los contagiados eleva la dificultad del seguimiento.

Jesús Oñate, delegado del sindicato LAB, lamenta que se reproduzca una situación que ya vivió el hospital a finales de febrero. Txagorritxu fue la zona cero de la pandemia en Euskadi y el primer caso fue el de una doctora de Medicina Interna. “Pedimos una investigación el 5 de marzo para que se analizaran los protocolos y todavía no tenemos respuesta. Y ahora volvemos con lo mismo”, denuncia.

El foco de Basurto es de 21 personas, doce pacientes y nueve sanitarios. Se sabe que se focaliza en el pabellón Revilla, que es el más grande y que reúne numerosas unidades. Si Txagorritxu fue el punto cero, Basurto también tiene mucho simbolismo, ya que allí falleció la única sanitaria de Osakidetza durante la pandemia, Encarni, que contrajo el virus con pacientes infectados en Galdakao. Como en Vitoria, en Bilbao se harán más pruebas en las próximas horas. Aunque no ocultan su preocupación en privado, las autoridades sanitarias confían en que la detección de ambos focos permita controlarlos y evitar males mayores.

Desde el Sindicato Médico de Euskadi (SME), remarcan que la semana que viene se vuelve a reunir el comité de Seguridad y Salud laborales de Osakidetza y que volverán a reclamar medidas de protección eficientes. No se conocían los nuevos casos cuando se publicó, pero el SME envió la pasada semana un comunicado en el que alertaba de que las mascarillas quirúrgicas no eran protección suficiente, incluso en zonas hospitalarias libres de COVID-19. Remarcando que se plantea la entrega de FFP2 para los vocales de las mesas de las elecciones del 12 de julio, la central ironizó que Salud parecía más preocupada por los comicios que del personal que está “cara a cara” con los pacientes.

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