Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El obispo Munilla exige que sea imposible abortar

El obispo de San Sebastián José Ignacio Munilla.

eldiarionorte.es

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, exige que sea imposible el aborto en España y considera conservadora la ley que ha elaborado el Gobierno del PP con fuertes restricciones a la normativa existente hsta ahora. “La defensa de la vida no puede tener excepciones”, ha dicho en San Sebastián al considerar que la mujer debe tener hijos incluso en caso de violaciones.

Por eso ha calificado que el anteproyecto de Ley del Aborto del PP “sigue siendo injusto” y la Iglesia “jamás va a bendecir un proyecto de Ley que siga justificando el aborto”, en alusión, por ejemplo, al supuesto de la violación. Además, ha esperado que en su tramitación parlamentaria se dé un debate en “profundidad” en el que se presenten “argumentos morales y no conveniencias políticas”.

Munilla ha presentado ante los medios en San Sebastián su Carta pastoral 'El descarte del aborto' aprovechando la tramitación parlamentaria de la nueva Ley del Aborto, que va a tener lugar los próximos meses y que ha esperado no tenga lugar en un escenario en el que “se reafirmen los tópicos de siempre que nacen de las adscripciones políticas”, sino que, por el contrario, haya “una oportunidad para abordar esta cuestión no desde clichés, sino en toda su profundidad”.

El prelado donostiarra ha esperado así que el debate social y público sea “profundo” en torno a esta cuestión y se ha ofrecido para formar parte del mismo, al tiempo que ha manifestado que a la Iglesia le gustaría que se expusieran “argumentos morales y no conveniencias políticas” en el mismo. En cuanto al anteproyecto de Ley del Aborto del PP, Munilla ha opinado que “sigue siendo injusto” porque “en la defensa de la vida no puede tener excepciones”. “La Iglesia jamás va a bendecir un proyecto de Ley que siga justificando el aborto” en alusión, por ejemplo, al supuesto de la violación, ha aseverado.

En este contexto, ha reflexionado sobre el hecho de que no se justifica la aplicación de la pena de muerte a los violadores y no se puede aplicar “al que inocentemente ha sido fruto de ella”. Tras explicar que ha “robado” el epígrafe de esta Carta pastoral al Papa Francisco que “tanto inspira” y al que ya ha tenido ocasión de presentar el texto, Munilla ha apelado a la necesidad de “cuidar la fragilidad” y ha defendido la “coherencia entre todos los valores morales”, ya que “la incoherencia moral es un gran drama”.

En este sentido, ha destacado que la sociedad actual, por ejemplo, es “muy sensible hacia la ecología” y así en San Sebastián “se ha hecho una opción por rechazar las fiestas taurinas y al mismo tiempo hay un hospital en el que se sacrifica a los niños, una cierta incoherencia”. “La clave es que los valores morales no se pueden seleccionar, están interrelacionados”, ha incidido. Además, ha advertido, en un momento en el que la sociedad vasca “quiere apostar por el fin de la violencia”, que la paz, como “decía la Madre Teresa de Calcuta en 1979, no habrá mientras haya aborto”. “La paz o es para todos, o en el fondo es una manipulación”, ha incidido.

A su juicio, para “poder acabar con el drama del aborto”, que ha cifrado en 4.000 al año en Euskadi, es necesario que se implique a toda la sociedad y se ayude a las madres en riesgo de aborto“, como ha señalado está haciendo la Diócesis de San Sebastián en el centro Miriam, abierto hace un año para ”promoción y dignificación de la mujer“.

Derechos humanos

Munilla ha señalado que si la apuesta por el respeto a los derechos del no nacido no se mantiene, “no quedan fundamentos para defender los Derechos Humanos, que siempre estarán sometidos a las conveniencias circunstanciales de los poderosos”. “O se defienden todos porque creemos en la dignidad del hombre, o de lo contrario los manipulamos al servicio de la ideología o de lo políticamente correcto para cada caso”, ha sostenido.

Por otro lado, ha subrayado que “el aborto da la espalda a una realidad científicamente innegable, que hay vida humana desde el primer momento de la concepción” y así “la causa pro vida está fundada, en primer lugar, en los datos de la Ciencia en que la vida humana tiene un inicio incuestionable en el momento de la concepción”.

Munilla también ha apelado a la necesidad de poder “pensar en libertad” sobre el aborto y no “bajo el influjo de la etiqueta de que la izquierda defiende el aborto, la derecha más o menos está en contra, aunque no demasiado porque parece que va más o menos por el mismo camino pero con el freno de mano puesto”.

Al respecto, ha confesado que le gustaría ver “un debate real de tipo ético entre defensores y retractores” y ha sostenido que hay que “empezar a tener libertad de los esquemas políticos para entender que la causa de la vida es un valor prepolítico”. “El ser humano no tiene derecho a la vida porque un político se lo conceda”, ha apuntado.

Asimismo, ha señalado que “el derecho a decidir parte de una falsedad, como si uno pudiera decidir que haya o no haya vida, no, la vida ya la hay, ahora una podrá ser madre de un hijo muerto o de un hijo vivo”. “La elección es esa, no ser o no ser madre”, ha afirmado. Munilla ha indicado que tras el aborto “con mucha frecuencia suele haber una mujer presionada por un varón, o por unas circunstancias de soledad y falta de ayuda”, por lo que es “la segunda víctima del aborto”.

El obispo donostiarra aboga también en su pastoral por la “dignificación de la adopción” porque “es un tanto hipócrita que denostemos que un hijo pueda ser dado en adopción y valoremos que otro adopte”. “Una cosa sin la otra no es posible”, ha indicado. Munilla ha defendido la “lógica de la adopción”, según la cual “antes de que no viva” un niño, que “haya quien lo ame y lo cuide”. “Es una gran noticia para todos cuando la vida triunfa sobre la muerte”, ha señalado, para añadir que “los prejuicios no nos deben impedir pensar, ni sentir”. “No tengamos miedo a la ternura”, ha concluido.

Etiquetas
stats