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El Parlamento vasco apela a los clubes para que expulsen a los ultras, pero sin citar a Herri Norte

Aficionados ultras del Olympique de Marsella, en las inmediaciones del estadio de San Mamés antes del partido del partido de vuelta de octavos de final de la Liga Europa que el Athletic de Bilbao y Olympique de Marsella

Iker Rioja Andueza

El Parlamento vasco ha dedicado prácticamente tres horas a debatir sobre la violencia en torno al fútbol masculino de elite a raíz de los altercados entre ultras del Athletic de Bilbao y del Spartak de Moscú de hace tres semanas -en el marco de los cuales falleció un ertzaina antidisturbios que estaba de servicio- y después también de los nuevos incidentes de este jueves en un nuevo compromiso europeo del club rojiblanco, que se saldaron con dos guardas de seguridad heridos por radicales del Olympique de Marsella. La Cámara ha alumbrado dos resoluciones acordadas por PNV, PSE-EE y PP que apelan a los clubes a que incorporen a sus estatutos “medidas concretas” para impedir que los ultras “formen parte de su masa social”. Lo llamativo es que en el primer texto se reclama a las entidades deportivas a que actúen contra “personas o grupos con comportamientos violentos” mientras que en el segundo, redactado y aprobado por los mismos en un espacio de apenas una hora, se alude exclusivamente a “personas con comportamientos violentos”. Lo que no figura en ninguno de los dos casos es una mención expresa al grupo radical del Athletic Herri Norte Taldea.

Ambos textos han sido aprobados por la mayoría que representan los partidos del Gobierno, PNV y PSE-EE, más el PP. Mientras, la oposición de izquierdas conformada por las coaliciones EH Bildu y Elkarrekin Podemos se ha desmarcado aunque han coincidido en el diagnóstico de que la violencia en el deporte se ha convertido en un problema. Incluyen también una muestra de solidaridad tanto al agente fallecido, Inocencio Alonso, como a los dos vigilantes heridos.

La referencia a los “grupos” organizados y a Herri Norte Taldea en particular ha centrado buena parte de las intervenciones. Ha sido Nerea Llanos (PP) la que, tomando el testigo a sindicatos policiales, ha responsabilizado no sólo a los radicales visitantes de la sucesión de altercados en Bilbao, sino también a los ultras autóctonos. “¿Por qué no ponerles nombre? Herri Norte”, ha señalado Llanos, que ha pedido contundencia para que al final el perjudicado no sea el propio Athletic.

Desde la bancada del PNV, Joseba Zorrilla ha cuestionado que sea oportuno aludir a una peña concreta en relación a los disturbios del partido contra el Spartak moscovita. “Ni todos eran de Herri Norte ni todos los de Herri Norte estaban allí”, ha sentenciado para añadir que tampoco sería oportuno censurar a todo el PP porque “800” de sus cargos estén imputados por corrupción.

Más allá del debate terminológico, PNV y PP, de la mano también de los socialistas, sí han accedido a reclamar a la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte a que continúe con su potestad sancionadora “con quienes sostengan conductas violentas”, especialmente “garantizando la prohibición de acceso a dichos espacios [deportivos] a estas personas o, en su caso, grupos”. Los 'populares' han visto suficiente esta última referencia ya que, explican, ha sido este organismo el que ha permitido actuar contra organizaciones como los Boixos Nois del FC Barcelona o los Ultra Sur del Real Madrid. Hasta el momento, de los nueve grupos identificados como peligrosos por esta comisión sólo hay uno en Euskadi, Iraultza 1921 del Deportivo Alavés.

“No podemos faltar a la verdad”, ha terciado en el debate la parlamentaria de EH Bildu Jone Goirizelaia, que ha puesto sobre la mesa el atestado de la Ertzaintza en torno a los incidentes del día del Spartak para rechazar cualquier “criminalización” de Herri Norte Taldea.  “Yo he tenido ocasión de ver el atestado policial. Y si vamos al folio 192 y siguientes, vamos a ver dónde se cogieron las porras [a los radicales]. Y las porras se cogieron delante de un bar, el Athletic. Ningún aficionado radical había allí en aquel momento. Y en la calle Ingeniero Torres Quevedo. Ningún aficionado radical había allí en aquel momento. Dice que iniciaron los incidentes estas personas. Tampoco es verdad, el atestado policial dice expresamente quiénes estuvieron allí, y a ninguno lo relaciona con Herri Norte Talde ni con ningún otro grupo de los que el Athletic tiene legalizado. No es cierto eso, ninguno de ellos está allí por esa razón”, ha expuesto. Ha añadido que ni “Baltasar I El Ilegalizador”, por Baltasar Garzón, disolvió esta peña de la órbita de la izquierda abertzale e incluso ahora más cercana a los críticos de Sortu.

“¿Usted de verdad cree que cuando a Aitor Zabaleta lo asesinó el Frente Atlético alguien alertó del riesgo de señalar al Frente Atlético?”, ha replicado Llanos tras la intervención de Goirizelaia. “No queremos que la UEFA impida jugar al Athletic en competiciones europeas, o al resto de equipos vascos. Por eso tenemos que tomar medidas, medidas contra los violentos en el fútbol. Contra ellos hay que actuar, evitando que estén presentes. Y se puede hacer porque otros equipos lo han hecho. Lo hizo el Real Madrid con los Ultra Sur, lo hizo el Barcelona con los Boixos Nois, lo ha hecho el Atlético de Madrid, el Valencia, el Espanyol, ...”, ha zanjado Llanos.

Entre las medidas acordadas en la Cámara también se incluye una referencia genérica a que el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco “siga trabajando” de la mano de los sindicatos policiales para “poner en marcha las mejoras necesarias” en la unidad antidisturbios de la Ertzaintza. La muerte de Inocencio Alonso generó toda una tormenta interna aunque finalmente se ha activado un proceso de negociación para rejuvenecer la Brigada Móvil, mejorar su formación, entrenamiento y dotación y ajustar sus condiciones laborales. Las reuniones con las centrales sindicales, sin embargo, no han empezado con buen pie.

En este capítulo, Elkarrekin Podemos ha hecho hincapié en la importancia de que estos cambios no supongan regresar “a las pelotas de goma y a las carreras”. El sindicato Esan así lo había reclamado para que la Ertzaintza disponga de medidas más eficaces para sofocar algaradas. Desde la bancada el PNV Zorrilla ha preguntado “cuántas” pelotas se han lanzado desde que Estefanía Beltrán de Heredia es consejera de Seguridad, desde 2012. No ha dado la respuesta, pero es ninguna. Aunque no están prohibidas, sí se han restringido al máximo desde que falleciera en una carga Íñigo Cabacas, precisamente después de un partido europeo del Athletic.

Incidencia en la prevención: ¿dónde está Kirolalde?

Desde el PSE-EE, Rafaela Romero ha añadido una larga lista de “ismos” y “fobias” a los incidentes que se registran en el mundo del fútbol. “Racismo, xenofobia, homofobia, transfobia, ...”, ha enumerado Romero. “Eso no pasa sólo un día, eso pasa todos los fines de semana en todas las categorías de todos los eventos”. Rebeka Ubera (EH Bildu) ha preguntado también a sus señorías si cuando acuden a un estadio insultan al árbitro y a que reflexionen sobre ello.

Por ello, también se ha debatido sobre la “prevención” de la violencia en el deporte, aunque sin que se haya conseguido un apoyo unánime a las recetas planteadas. El texto de PNV, PSE-EE y PP manifiesta que “la violencia en el ámbito deportivo es totalmente antagónica al propio concepto de deporte” y pide al Gobierno vasco que trabaje para erradicarla, tanto desde el área de Seguridad como desde el área de Cultura (con competencias en Deportes). 

Se ha planteado crear una Escuela Vasca del Deporte que “realice jornadas formativas cuyo objeto sea erradicar la violencia en el deporte, especialmente en el fútbol profesional” masculino. De esas jornadas debería salir un “informe de conclusiones antes de finalizar el año” con “recomendaciones” y “propuestas de actuación”. 

Durante el debate, Edurne García (Elkarrekin Podemos) ha aludido a que Kirolalde, el comité autonómico contra la violencia en el deporte, es un organismo “fantasma” porque ni se reúne ni acredita un trabajo específico. El PNV ha respondido que es un órgano “inejecutivo” porque el grueso de las competencias recae en la comisión estatal.

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