55.380 personas cobran las ayudas sociales en Euskadi, la cifra más baja desde 2011
55.380. Ese es el número actual de perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) que hay en Euskadi, teniendo en cuenta los últimos datos del pasado mes de diciembre. eso significa 10.000 menos que en los peores años de la crisis y la cifra más baja desde 2011. Visto así, todo parece indicar que la recuperación del mercado laboral en los últimos años ha estado detrás de esta caída en el número de perceptores. Y es cierto, pero 55.380 personas dependientes de la RGI (y por extensión sus familias) sigue resultando un número muy preocupante. Sobre todo, cuando miles de esas personas se han cronificado en la percepción de las ayudas. Con este escenario como telón de fondo, el Gobierno camina hacia la reforma del sistema con el objetivo de hacerlo sostenible.
La Renta de Garantía de Ingresos (RGI) nació en el País Vasco en 1989, dentro de un plan estratégico para combatir la pobreza y la exclusión social. Todos los expertos coinciden en quees la mejor red de protección social que hay en España y ha evitado que miles de vacsos caigan en la absoluta pobreza. El importe de la RGI va desde los casi 700 euros para un hogar de un solo miembro hasta los 984 euros de un hogar con tres o más miembros.
La RGI es compatible con otros ingresos. Es lo que se conoce como los 'estímulos al empleo'. Es decir, algunos perceptores trabajan, pero sus ingresos son muy bajos, por lo que recurren a la RGI como una manera de complementar sus ingresos hasta el entorno de los mil euros. En la actualidad, de los 55.380 perceptores de RGI, más de 11.000 se ajustan a esta modalidad.
A pesar de estas bondades, la RGI lleva años en el centro de la polémica. En 2011, se ejecutó una reforma restrictiva, elevándose de uno a tres años, con carácter general, el requisito de empadronamiento para acceder al sistema. En 2012 entró en vigor un recorte del 7 % en todas las prestaciones, percibidas en ese momento por unas 60.000 familias.
Esa medida se ha mantenido en el tiempo hasta hoy y se complementó en 2017 al desindexar la RGI del SMI, que ese año tuvo una subida notable. Ahora, el Gobierno de Urkullu afronta el segundo intento de reforma (el primero lo tumbó la oposición el año pasado). El nuevo sistema incluye un nuevo cálculo de las cuantías y limitar a una las prestaciones por vivienda.
