El PP admite que en junio pactó con el PNV “el 95%” de la propuesta fiscal
Si los populares, en la negociación que mantuvieran abierta durante el mes de junio pasado con el PNV pactaron “el 95%” de la propuesta fiscal no debería haber muchos problemas para que los populares sumaran sus votos a los del PSE y PNV en las Juntas Generales de Álava y Gipuzkoa para sacar adelante la nueva tributación en Euskadi. Salvo que la letra pequeña del pacto fiscal haya modificado ese grado de acuerdo que el dirigente del PP Anton Damborenea ha admitido esta manaña. Pero no está todo tan claro, a tenor de las palabras que van desgranando estos días los dirigentes del PP. Los populares están algo molestos porque consideran que socialistas y peneuvistas les han apartado de la negociación y ni siquiera les han llamado para negociar a tres desde que el lunes sellaran el acuerdo de país para negociar. Si antes del lunes no les llaman para negociar no se sumarán a “un paripé”, ha advertido Damborenea.
Y el PP ya ha advertido de que, pese a su voluntad de cerrar un acuerdo a tres -reiterada insistentemente durante todo el verano por numerosos dirigentes, incluida su presidenta, Arantza Quiroga- no aceptarán ningún trágala. Quieren influir y cambiar el documento. “Si alguien piensa que vamos a sumarnos a un acuerdo para perjudicar a los vascos está muy equivocado”, ha señalado Damborenea. Y eso es lo que, a juicio de los populares, hace este acuerdo. Primero porque no destina los nuevos recursos que saldrán de la nueva fiscalidad y de la lucha contra el fraude y la elusión fiscales a la creación de empleo. “Vuelven a destinar el 50% de esos ingresos extras a aumentar el gasto corriente”, ha censurado el dirigente y parlamentario popular.
Bajar impuestos
El PP no entiende como el PNV, tras haber acordado la práctica totalidad de la reforma fiscal con el PP, no cerró el acuerdo y cómo el PSE, al que el PP mandó los avances en la negociación con los peneuvistas, ni les ha contestado. “Los votos del PNV y del PP sumaban mayoría en Bizkaia y en Álava, el doble de lo que han logrado ahora”, ha apuntado Damborenea, aludiendo así a que los votos de socialistas y peneuvistas no dan ni en Gipuzkoa ni en Alava para aprobar la reforma fiscal. Al PP no le gusta que los ciudadanos vascos tengan una mayor presión fiscal y defiende bajar los impuestos, en la línea de lo ya presentado por el diputado general de Álava, Javier de Andrés, la pasada semana. “No estamos de acuerdo en incrementar impuestos a cambio de nada”, dijo al tiempo que admitía que desconoce la literalidad de los dos anexos -en uno de ellos se detallan las nuevas medidas fiscales, que incluye un incremento de la presión fiscal para las rentas más altas- que acompañan al acuerdo suscrito el lunes.
La duda del PP es si hay un veto por parte del PNV a que los populares sean la tercera pata del acuerdo. “No sé si nos quieren vetar o nos han vetado”, ha apuntado, dando a entender que igual lo que quieren ambos partidos es apartarles realmente de la negociación y sumar a Bildu. Y aprovechó para cargar en dos ocasiones contra el PSE, al que acusó de tener una voluntad de colocar a su gente con este acuerdo. “Nosotros no tenemos que colocar a nadie”, ha señalado, en alusión a los socialistas. En cualquier caso, el PP descalificó las medidas recogidas en el documento y aseguró que no sirven para la reactivación económica y la creación de empleo. “Llevamos tres meses de retraso” para luchar contra la crisis.
