Génova pide a Quiroga y Alonso un pacto sobre la Ejecutiva
Arantza Quiroga no quiere defraudar a nadie. Y menos al presidente de su partido, Mariano Rajoy, que el sábado clausurará el congreso extraordinario del PP vasco. Por eso ayer abandonó la sede del PP en Vitoria tras una reunión meteórica de la Junta Directiva Regional en la que únicamente se dio luz verde al reglamento del congreso extraordinario apelando a un partido que se merece “responsabilidad” y “la altura de miras” y a que “no van a decepcionar a nadie”. Quiroga ha estado en contacto “toda la semana” con la dirección nacional, según fuentes conocedoras de las conversaciones. Y el mensaje es claro: cerrar un acuerdo con el mayo consenso posible antes de que se inicie, el próximo viernes, el cónclave extraordinario.
La Junta escabulló el debate de quién debe ser el sustituto de Iñaki Oyarzabal al frente de la Secretaría General de los populares vascos y los pocos dirigentes que hablaron tras la reunión hicieron apelaciones genéricas a lograr un acuerdo y a tener altura de miras para evitar un cisma total en la organización.
El presidente del PP en Álava, Alfonso Alfonso, enfrentado a Quiroga por la decisión de remover a Iñaki Oyarzabal de la Secretaría General, también salió de la reunión haciendo apelaciones genéricas a la responsabilidad y a que, al final, habrá “acuerdo” en el PP vasco en torno a la persona que debe ocupar la Secretaría General del partido en Euskadi. Y la propia Quiroga se conjuró con esa idea y aseguró: “no vamos a decepcionar a nadie”.
El sentido coincidente de las escuetas declaraciones de los principales protagonistas de esta crisis -Alonso y Quiroga- dejaba entrever anoche que Génova -que hasta el momento había dejado hacer a los dirigentes del PP vasco- de alguna manera ha exigido que se busque una solución de consenso. De hecho, antes de que se celebrara el encuentro, Quiroga había convocado a los tres presidentes provinciales para intentar allanar el camino del acuerdo. En esa reunión, según fuentes conocedoras de la misma, la presidenta le habría pedido a Alonso nombres para definir una ejecutiva cohesionada, incluido un pacto sobre el 'número dos' del partido. Pero fuentes oficiales confirmaban anoche que no había acuerdo cerrado y que la fumata blanca debe aun esperar.
Ambiente “distendido”
Al final, apenas un cuarto de hora de reunión de una Junta Directiva que se presumía determinante, pero que únicamente sirvió para aprobar el reglamento del congreso extraordinario, un trámite meramente formal. En el encuentro no se trató el relevo de Iñaki Oyarzabal como 'número dos' de la formación conservadora y al término de la reunión, en una brevísima declaración de la propia presidenta, Quiroga simplemente comentó: “no vamos a decepcionar a nadie”.
El presidente del PP en Gipuzkoa, Borja Sémper, fue el primero en abandonar la reunión de la capital alavesa. Y pidió expresamente que se tome una decisión cuanto antes y no se eternice esta situación que está debilitando el partido. Dentro quedaron Quiroga, Alonso, Oyarzabal, y los vizcaínos Antón Damborenea, Nerea Llanos, entre otros, en un ambiente “distendido”, pero sin que se estuviera hablando sobre la persona que finalmente deba ocupar el puesto de Oyarzabal, según una de las personas que estaba entonces presente en la sede. Un ambiente distendido, pero sin fumata blanca.
