La reforma del Estatuto vasco se cruza en el camino de la Constitución
En los 40 años de vida de la Constitución española, ninguna autoridad vasca se la ha saltado. A pesar de que en algunos ámbitos (básicamente, los nacionalistas) no despierta mayor ilusión, todas las administraciones la han acatado. Lo más lejos que se llegó fue con el plan soberanista propiciado por el lehendakari Juan José Ibarretxe, que se resolvió en el Tribunal Constitucional. El Alto Tribunal rechazó entonces sus pretensiones con una sentencia que declaraba que la consulta soberanista de Ibarretxe presuponía la existencia de un sujeto, el “Pueblo Vasco”, titular de un “derecho a decidir” susceptible de ser “ejercitado” y equivalente al titular de la soberanía, el Pueblo Español. Para el Constitucional, “ese sujeto no es titular de un poder soberano, exclusivo de la Nación constituida en Estado”. Y ahí terminó la cuestión.
Pero las dos almas que laten en el PNV (la pragmática y la soberanista) siguen atentas al debate. Justo una semana antes de celebrarse el 40 aniversario de la Constitución, PNV y EH Bildu han reforzado su acuerdo soberanista para la reforma del Estatuto vasco con una declaración contra la Constitución. El Parlamento Vasco denunció, con el apoyo de PNV, EH Bildu y parcialmente de Elkarrekin Podemos, “la base antidemocrática e históricamente falsa” de la Constitución española porque “impone” la unidad de España.
El portavoz parlamentario del PNV Joseba Egibar destacó durante ese debate que “la mayoría de la ciudadanía vasca no respaldó la Constitución en el referéndum de 1978 , ya que solo fue apoyada por el 30,8 % de la población. Pero lo cierto es que en el referéndum de diciembre de 1978 el sí obtuvo en los tres territorios vascos 479.205 votos y el no, 163.191. Entonces, ¿de dónde proviene la disputa de si se aprobó o no la Constitución en Euskadi? Pues de que el PNV de entonces promovió la abstención y por ella optaron 859.427 personas. Según los estudiosos del tema, se trata de una discusión más política que legal.
Pero ahora, la reforma para un nuevo Estatuto vasco se vuelve a cruzar en el camino de la Constitución. El texto pactado por PNV y EH Bildu, entre otras cuestiones, recoge el reconocimiento del 'pueblo vasco' como 'nación', el derecho a decidir –'el respeto a la legalidad no debe provocar la vulneración del principio democrático'- y una relación 'de igual a igual' y de 'no subordinación' con España, que define como 'confederal'. Ahora será un grupo de expertos designado por todos los partidos los que 'peinen' ese texto y busquen alguna fórmula de consenso que pueda contentar a todos. Una labor que se antoja imposible dado el tinte soberanista que PNV y EH han dado a su texto base.
De momento, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Jesús Loza, ha advertido al PNV y EH Bildu de que “es ilegítimo pretender modificar la Constitución saltándose el principio de legalidad y siguiendo la vía catalana que algunos envidian”. Y ha rechazado el acuerdo de bases para el autogobierno vasco acordado entre PNV y EH Bildu porque “pretende modificar la Constitución a través de una norma estatutaria”.
Sí a la Constitución
Y ese deseo de reforma se produce cuando apenas un 22% de los vascos desea que Euskadi sea un Estado independiente. Al menos así lo ha revelado el último sociómetro elaborado por el Gobierno vasco. La encuesta refleja que la opción mayoritaria de los ciudadanos es contraria al independentismo, ya que un 37 % de la población se muestra en desacuerdo. Un 29 % estaría o no de acuerdo según las circunstancias y el 13 % se limita a no contestar.
De celebrarse hoy un nuevo referéndum constitucional en el País Vasco el 'sí' volvería a superar al 'no'. Así, el 30 % de la sociedad vasca avalaría la Constitución Española, frente al 28 % que la rechazaría. Son datos del Euskobarómetro de este 2018 relizado por la Universidad del País Vasco (UPV-EHU). Además, una inmensa mayoría de la ciudadanía vasca (81 %) se muestra relativamente satisfecha con el Estatuto de Gernika, mientras que los insatisfechos son un 13 %.
