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La división sindical reaviva la huelga en las subcontratas de Movistar

Una de las última manifestaciones celebradas en Bilbao.

Natalia González de Uriarte

El pacto alcanzado por UGT y CCOO con las diez empresas de instalación de comunicación subcontratadas por Telefónica  satisface a las partes que lo han firmado, pero ni de lejos a todos los afectados. De hecho el grueso de los trabajadores en huelga, que se han movilizado durante un mes por diversos puntos de la geografía de Euskadi, sigue sin acudir a sus puestos. Para este colectivo, formado por unos 250 trabajadores, continua la pelea y se han dejado ver y sentir de nuevo en las calles de las capitales vascas. No se doblegan ante la multinacional. Mantienen un pulso con las subcontratas de Telefónica desde hace 33 días y sus fuerzas no se han debilitado. La división sindical visualizada esta semana tras la firma de un preacuerdo entre los sindicatos mayoritarios no ha hecho sino reforzar su convencimiento de que protagonizan “una lucha por la dignidad no solo de los trabajadores de este sector, sino de todos los trabajadores en general, ya que no hacemos otra cosa que denunciar la precariedad creciente y reivindicar un trabajo y un salario dignos”.

Consideran que UGT y CCOO les han traicionado. “El acuerdo alcanzado por CCOO y UGT es un insulto a nuestras peticiones”, afirma rotundo el portavoz de los trabajadores movilizados en la comunidad vasca, Alain Alonso.“Dicen que con el pacto la huelga queda desconvocada. ¿Con qué legitimidad? No pueden desconvocar algo que no han convocado. Esta lucha la iniciamos nosotros y ellos nos respaldaron con algunos paros para luego sentarse a negociar a nuestra espaldas”, les reprocha Alonso.

Este colectivo que parece inasequible al desaliento después del desgaste de un mes de movilizaciones callejeras y sin ingresos alberga no solo la esperanza sino la férrea intención de “llegar hasta el final”. “Ahora no nos vamos a parar. Supone para nosotros un gran sacrificio, ya que mientras dure no tendremos ningún tipo de ingres. Pero es que es ya la única vía que nos deja la avaricia de una empresa como Telefónica que, a pesar de los miles de millones que obtiene de beneficio, ha ido modificando a la baja los contratos con las empresas que realizan trabajos para ella, aprovechándose de la situación de crisis existente. La consecuencia última de esta práctica es que quienes realizamos los trabajos, fundamentalmente los autónomos, tenemos que trabajar 10 y 12 horas todos los días de la semana para obtener unos ingresos netos que no llegan ni a los mil euros” explican. 

Las aportaciones acumuladas en la caja de resistencia contribuyen a afrontar el día a día de las familias más afectadas por la merma de ingresos. “Hay bastante compañerismo. Entre todos llenamos las neveras de los que peor lo pasan y las asociaciones y ciudadanos anónimos, que están siendo muy receptivos, también nos ayudan”, relata Alain Alonso.

Advierten de que no van a renunciar a sus peticiones. “La huelga indefinida va a continuar mientras no se consigan los justos objetivos que perseguimos con esta huelga que no son otros que el reconocimiento de las 40 horas semanales o 1.650 horas anuales, vacaciones 30 días y dos días de descanso semanales. Y la unificación de condiciones de jornada y salario para todo territorio nacional, a igual trabajo, igual salario”. Recuerdan que el desencadenante del conflicto ha sido la nueva reducción por parte de Telefónica-Movistar del precio de los servicios que le prestan las contratas a la multinacional.

Por su parte, desde Telefónica quieren desmarcarse del conflicto. Insisten en que no es una huelga de sus trabajadores sino de la de los empleados de 10 subcontratas proveedoras. Destacan por encima de la oposición de estos sectores vinculados a los sindicatos minoritarios, el pacto alcanzado por los mayoritarios UGT y CCOO con esas empresas de instalación de comunicación. Con respecto a los sabotajes a diversas instalaciones de Telefónica y otros medios materiales, como el incendio ocurrido en el polígono de Júndiz de Vitoria-Gasteiz, se han limitado a decir que “las averías registradas estos últimos días no se engloban entre las incidencias habituales que se suelen sufrir”.

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