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Riera pagó comisiones a De Miguel “por sus cargos políticos” e influencia

Ramón Tomàs i Riba y Francesc Fernández Joval, a la derecha, junto a sus abogados, este martes en Vitoria

Iker Rioja Andueza

El que fuera consejero-delegado de Construcciones Riera, una conocida empresa catalana que ha operado en toda España y en muchos países del mundo, ha ratificado este martes en el juicio del 'caso De Miguel' de corrupción que se sigue en la Audiencia Provincial de Álava la declaración que 24 horas antes realizó Josu Arruti: el ex 'número dos' del PNV de Álava y luego diputado de Urbanismo, Alfredo de Miguel, exigió una comisión de 161.000 euros para ayudar en el impulso de una operación urbanística en el pequeño municipio alavés de Zambrana. Francesc Fernández Joval ha apostillado que decidió abonar la mordida “por sus cargos políticos” y por sus “relaciones”.

En 2004, tras haber sido contactado por la alcaldesa de Zambrana, la peneuvista María Justina Angulo, De Miguel situó a su amigo Arruti, a través de la empresa Sidepur, como intermediario para captar un promotor para la creación de un polígono industrial en el pueblo. Tras un primer intento fallido con un grupo navarro-aragonés, Arruti a mediados de 2005 cerró a través de otro conseguidor (el excargo de CiU Ramòn Tomás i Riba) un contrato más “sustancioso” con Riera. Y que además encerraba un “plus”, como ha ironizado el empresario catalán. 

“Arruti planteó este tema. Esto al final... resulta ser que no te extrañas de que te pidan estas cosas. Mire, hemos abierto empresas en Rumanía, Bulgaria, Ecuador, Panamá, … El primer día te esperan para lo que quieren cobrar”, ha confesado. Y ha seguido: “Esto era para dinamizar el proyecto, para poder mejorar o sacar los obstáculos que pueda haber en un proyecto de tanta importancia. Me dijo: 'Para la fluidez en las relaciones con la Administración sería conveniente tener alguien que ya conozco y tiene influencia'. Al final vas esperando a que se delate. 'Más o menos unos 160.000 euros para mí y 160.000 para otro señor'. Yo aún no sabía el nombre. Lo supe después. Lo pensé… Al final, cuando haces una inversión de tanto dinero  160.000 es mucho dinero pero quizás es poco si te puede estropear todo. ¿Me la juego o no me la juego? Es una mancha en mi vida el que yo haya pagado una comisión. Esto es muy grave, el estar sentado aquí hay que superarlo mentalmente. En fin, lo pensamos y dijimos ¡nos tiramos a la piscina! Vamos a pagar comisión y pagamos comisión”. Riera también ha sido investigada en otros casos de corrupción, como la operación Mercurio relacionada con CiU.

Fernández Joval ha indicado también que había previsiones de seguir haciendo negocios de cara a la segunda fase de Zambrana tras la recalificación y compra de parcelas, la de construcción efectiva del polígono, estimada en 65 millones. “Le dije a Arruti: 'Habrá este fijo inicial que me estás llorando y lo demás no te voy a pagar nada hasta que no se cumplan unas situaciones'”, ha declarado el empresario, que ha acordado con la Fiscalía no ingresar en prisión por su confesión. Ya en su momento abonó en el marcado de otro procedimiento judicial abierto en Barcelona 800.000 euros a los socios por el dinero perdido en Euskadi. Ha indicado que no informó a los inversores de la filial alavesa de Riera creada 'ad hoc', Riera Urbanizer: “El dinero es cobarde. Cuando explicas esto, todo el mundo se pone nervioso”. 

Según Fernández Joval, el único receptor de la mordida era De Miguel y no sus socios en la empresa pantalla Kataia Consulting, creada en las fechas en que se pacta la comisión para camuflar su pago. Ha asegurado no conocer en aquella época la relación con esa sociedad de los también dirigentes del PNV Koldo Ochandiano y Aitor Tellería, aunque éste último fue su delegado en Euskadi durante una época. Ha indicado también que mantuvo “tres o cuatro” reuniones con De Miguel durante la tramitación del plan, todas ellas menos una cuando era responsable de Urbanismo de Álava y, por lo tanto, competente para su aprobación. Ha indicado que nunca tocó el tema de la comisión en esas citas porque ha considerado una “desfachatez” tocar esos temas en un “despacho oficial”. “No, no, seguro que no [habló de la comisión] Le hubiera cortado yo rápido”, ha explicado el acusado, quien en todo caso ha confirmado que el político apostaba decididamente por sacar adelante el plan en aquellas conversaciones.

La alcaldesa pidió una piscina

En la parte de Zambrana del 'caso De Miguel', la que más dinero movilizó de toda la trama, la que fuera alcaldesa cuando se gestó el plan, Angulo, ha querido desmarcarse de su participación porque ella simplemente tramitó el convenio entre el Ayuntamiento y la primera promotora, no con Riera. Sin embargo, Fernández Joval, como ayer Arruti, han indicado que la regidora estuvo perfectamente informada de todos los movimientos y que estaba de acuerdo con ellos. Ha revelado que incluso pidió una piscina para el pueblo a los promotores aprovechando que iban a impulsar el polígono.

“Nos pedían que en las aportaciones como promotor hiciésemos una piscina... ¡Y yo no soy Mister Marshall! Me pareció tal burrada que yo me puse a reír”, ha manifestado el empresario corruptor sobre Angulo. La Fiscalía reseñó también que su familia tenía fincas en los terrenos afectos por la recalificación y que, por lo tanto, cobró de Riera, si bien ella negó ese interés personal en el juicio y recordó que otros concejales del pueblo así como el alcalde que la sucedió, Aitor Abecia, también eran propietarias. “El alcalde de Zambrana estaba entusiasmado”, ha dicho también Fernández Joval sobre el regidor de la plataforma independiente AIZ.

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