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La lluvia no encoge el primer San Prudencio desde 2019 en Álava

Titos y Ortuzar, con otros invitados en la Diputación

elDiario.es Euskadi

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San Prudencio, este 28 de abril, ha hecho honor a su apodo popular de “santo meón” en 2022, la primera celebración de las fiestas de Álava desde 2019 tras dos años de restricciones por la COVID-19. Pero ni siquiera la lluvia ha frenado la “ilusión”, en palabras del diputado general, Ramiro González, de recuperar el día grande de la provincia tanto tiempo después.

La festividad se inició al anochecer del 27 de abril con los toques de retreta primero desde el Ayuntamiento de Vitoria y, más tarde, desde la Diputación, donde las melodías tradicionales interpretadas cada cuarto de hora se combinaron con un espectáculo a medio camino entre la modernidad y la tradición vasca a cargo de Ortzi Acosta, Hutsun e Hika. Cientos de personas ya con menos mascarillas tras el fin de su obligatoriedad hace unos días se acercaron a honrar a San Prudencio bajo sus paraguas y aprovecharon para fotografiar el castillo de fuegos artificiales con el que se completó el acto.

Hasta el palacio foral, flanqueado por agentes del cuerpo de Miñones con uniforme de gala, donde González ejerció de anfitrión, se acercó el lehendakari, Iñigo Urkullu, que acudió acompañado de su esposa, Lucía Arieta-Araunabeña, y de sus consejeros alaveses, Beatriz Artolazabal del PNV y Javier Hurtado del PSE-EE. También estuvo presente el delegado del Gobierno de España, Denis Itxaso, la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, el presidente de las Juntas Generales de Álava, Pedro Elosegi, y otros cargos institucionales autonómicos, forales y locales. Hubo representantes de Vox, Elkarrekin Podemos-IU, PP, PSE-EE y PNV, con un Andoni Ortuzar encantado de regresar a Vitoria para degustar perretxikos y caracoles de la mano de su colega José Antonio Suso. Ortuzar tuvo tiempo de departir con el principal empresario vasco, Emilio Titos, de Mercedes-Benz, y entre los invitados estaba también el vicario general, Las Cuatro Torres o el Ararteko. Horas después, ya cerca de la medianoche, se ha retomado la tradicional tamborrada.

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