La pandemia en Euskadi se instala en la estabilidad dentro de una incidencia baja
Dos son los descriptores de la situación actual de la COVID-19 en Euskadi. El primero es estabilidad, ya que no se aprecian grandes cambios de tendencia de una semana a otra. Y el segundo es baja incidencia, ya que la actual meseta se está dando en valores desconocidos desde la fase posterior al confinamiento y previa a las nuevas oleadas de la pandemia. Como dato, apenas tres pacientes con COVID-19 ingresaron este domingo en los hospitales vascos. La tasa de casos registrados sigue en valores epidemiológicamente asumibles: 26 puntos en la población general y 54 entre los mayores de 60 años.
Por apartados, la presión asistencial está lejos de ser crítica. Osakidetza atiende a 76 personas con coronavirus. Eran 78 hace dos semanas y 80 hace una. En la UCI hay ocho casos críticos, que son datos similares a los de todo febrero. Del 3 al 9 de febrero fallecieron con COVID-19 21 personas, a las que se suma otra de fechas anteriores pero notificado ahora. Hay ya alguna jornada de nuevo sin fallecimientos y el Servicio Vasco de Salud estima que en 18 de los 22 casos el Sars-Cov-2 no fue la causa principal. El total de muertes conocidas es de 8.472.
Estas estadísticas sanitarias luego son depuradas. En este sentido, ha llegado ya la revisión del tercer trimestre de 2022, cuando hubo 6.015 defunciones en Euskadi. 367 son atribuidas a la COVID-19, según el Eustat. En ese período, Osakidetza notificó 781 muertes. La estadística apunta a que hubo otros 135 supuestos en que la enfermedad estaba entre las causas de defunción certificadas pero no como la principal. En todo caso, la incidencia de la pandemia fue un 32% mayor que en el mismo período de 2021 y un 2,8% más que en 2020. En detalle, fueron 215 muertes en Bizkaia, 110 en Gipuzkoa y 42 en Álava. A nivel local, un dato que Osakidetza lleva ya años ocultando, fueron 88 en Bilbao, 28 en Vitoria, 26 en Donostia, 19 en Barakaldo, 18 en Irún y 11 en Getxo. Son más varones que mujeres (191 a 176) y el 78,5% tenía de 80 años en adelante.
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