Vuelco político en Salvatierra: los cuatro concejales ex PSOE se quedan y votarían un alcalde PP
El intento de instalar en Salvatierra de los Barros un gran vertedero industrial ha reventado una estabilidad política municipal que a juzgar por lo que está pasando era bastante frágil; el Ayuntamiento puede cambiar de manos, del PSOE al PP.
El Consistorio está formado desde 2019 por cinco concejales elegidos en las listas del PSOE que gobiernan, y cuatro del PP, pero exceptuando al alcalde socialista sus cuatro ediles han anunciado la dimisión, han abandonado el equipo de gobierno y, aunque presentaron su renuncia al acta de concejal ahora se han desdicho y revocado su decisión, para continuar en la Corporación como concejales independientes (no adscritos según la nueva denominación legal).
Su marcha ha forzado la dimisión del alcalde, Francisco José Saavedra, anunciada el sábado pasado pero aún no materializada.
Este lunes se ha celebrado un pleno municipal ordinario en el que además de asuntos habituales, se ha llevado a cabo la continuidad de los cuatro ediles que abandonaron al alcalde, que como se ha dicho, seguirán con sus escaños.
Ante los nuevos acontecimientos, el alcalde, aunque mantiene que deja el cargo, ahora medita seguir también con su acta de concejal dentro del ámbito del grupo municipal socialista por el que fue elegido.
La otra vuelta de manivela han sido las declaraciones de la portavoz de los cuatro ex concejales socialistas, Amelia Rodríguez, que era la primera teniente de alcalde, quien ha manifestado tras el pleno que apoyarán para la alcaldía al portavoz del PP, Abel Caro; una de las cuatro fugas, María Antonia Méndez Barneto, no ha ido al pleno.
Ya el sábado pasado el alcalde José Saavedra las acusó de tránsfugas, y de mantener reuniones con el PP durante la crisis del vertedero; al parecer de los cuatro, solo uno es afiliado al PSOE.
El Partido Socialista ha anunciado este lunes que los cuatro quedan fuera de la candidatura y grupo municipal por el que fueron elegidos, y reprocha al PP el quererse hacer con el Ayuntamiento a toda costa pese a que las urnas populares no se lo dieron.
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