Un ajedrez viviente en Navalmoral para poner en ‘jaque’ a las nucleares
El Foro Extremeño Antinuclear salió este jueves a las calles de Navalmoral de la Mata de la mano de un 'performance' que representó una partida de ajedrez viviente que enfrentaba a nucleares y renovables.
Ha sido un acto lúdico celebrado en el Jardindillo de la localidad morala, con el que los activistas han querido poner en ‘jaque’ a las nucleares y pedir de nuevo el cierre de Almaraz. Una partida “entre la energía nuclear, con sus peligrosos residuos radioactivos, y las energías renovables seguras y baratas” según han explicado.
Los ecologistas reclaman el cierre de las instalaciones cacereñas en el horizonte de cuatro años, cuando termina el periodo de vida útil de la central nuclear. Reclaman un plan de empleo verde para la comarca de Campo Arañuelo como alternativa, al mismo tiempo que insisten en que, a corto plazo, el desmantelamiento de las instalaciones puede generar trabajo durante 15 años.
El ATI de Almaraz
Otra de las cuestiones que ponen encima de la mesa es el proyecto de la central para construir un Almacén Temporal Centralizado, un pequeño cementerio nuclear, dentro de las instalaciones.
El foro antinuclear advierte que la capacidad de acumulación de residuos radiactivos en las piscinas de Almaraz coincide en tiempo con el final de la vida útil de Almaraz, por lo que sospechan que el ATI será el paso previo para ampliar su plazo de vida.
Cabe recordar que durante el periodo de exposición pública del proyecto del almacén, tanto antinucleares como la Junta emitieron informes desfavorables. En este caso la Junta alegó que las instalaciones no necesitan de unas instalaciones así si su periodo de vida útil acaba en cuatro años.
Incidente
Meses atrás el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, recibió al Foro Extremeño Antinuclear en una audiencia en la que los ecologistas pidieron el cierre de Almaraz de manera preventiva. Fue tras un fallo en el sistema de refrigeración que conoció la opinión púbica, y el propio presidente autonómico, a través de las informaciones filtradas a la prensa.
Los antinucleares pusieron encima de la mesa el caso de Vandellós II, que en 2005 registró una parada de casi seis meses por un problema de corrosión en su sistema de aguas esenciales, en el sistema terciario de la planta. Para los ecologistas un fallo en el sistema de refrigeración de Almaraz hace necesario parar la planta, en consonancia con el antecedente de Vandellós.
En el informe filtrado a el diario El País, cinco técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear ponían en duda la seguridad de la planta tras dos averías en los motores de las bombas de agua, y concluían que no hay suficientes garantías de que la refrigeración pueda funcionar con normalidad.
El Consejo de Seguridad Nuclear concluyó en un pleno que la situación de Almaraz es segura.
Reconocía que el 11 de enero de 2016 se produjo el fallo del motor de la bomba B del sistema de agua de servicios esenciales de la unidad I de la central nuclear del Almaraz, aunque tanto el titular de la central como el Consejo de Seguridad Nuclear argumentaron que cada uno de los dos reactores de Almaraz dispone de dos bombas de este sistema de agua, junto a otra bomba común de reserva.
Dentro del capítulo del incidente, el pasado mes de mayo estaba prevista la comparecencia del presidente del Consejo de Seguridad Nuclear, Fernando Marti Scharfhausen, en la Asamblea de Extremadura para explicar los fallos registrados en la central cacereña.
La comparecencia no se produjo porque el responsable del CSN no acudió, ante lo que este organismo justificó que no había acudido al Parlamento de Extremadura porque que no habían recibido ninguna solicitud para que así fuera. Todos los grupos parlamentarios secundaron la propuesta de comparecencia de Podemos.